Pese a su estado de salud, el médico Félix Pinedo renunció a su baja para ayudar en la lucha contra la pandemia.
David Medina @David_jacobino
Martes 22 de diciembre de 2020
El pasado jueves 17 falleció Félix Pinedo, médico de atención primaria en Burgos. Tenía salud delicada y estaba de baja laboral, a la que renuncio para volver al trabajo debido a la situación sanitaria. "Es lo que tengo que hacer", dijo el médico.
Como declara el Colegio de médicos: "son demasiados ya los sanitarios que han perdido la vida en estos meses en los que se están viendo obligados a realizar grandes esfuerzos para paliar las deficiencias del sistema, incrementadas por el aumento de pacientes y el descenso en el número de profesionales".
El sacrificio de este médico es un síntoma de un problema muy grave, que se conoce ampliamente y que el propio Colegio de médicos denuncia: el colapso sanitario y de las políticas que tanto la Junta como el Gobierno del estado mantienen.
En Burgos hay una situación epidemiológica preocupante y la sanidad hace tiempo que está colapsada. Mientras que las medidas que se están tomando desde la Junta no son otras que exprimir al máximo al personal sanitario dejándolo sin derechos.
Ante esto, la situación se dirime entre los sacrificios individuales -como el del médico fallecido-, o la emigración de profesionales de la salud en busca de mejores condiciones. Ya son más de mil sanitarios que se han ido de Burgos en 10 años. Y no es solo el sueldo, sino también los contratos de un mes. Precariedad, al fin y al cabo.
Pero no existe solo la opción del sacrificio o la emigración, también existe la de la organización y la lucha. Recientemente se han dado concentraciones en hospitales de Barcelona contra la precariedad y la privatización de la sanidad. Otro ejemplo ha sido el Hospital Miguel Servet en Zaragoza donde la plantilla de su lavandería se ha concentrado contra su privatización así como las movilizaciones del personal técnico sanitario en Galicia. Antes fueron las valientes trabajadoras de la limpieza del Hospital Gregorio Marañón en Madrid que con su lucha lograron que el Tribunal de Contratación Pública anule el proceso de privatización del servicio de limpieza del hospital.
A 9 meses del estallido de la pandemia de Covid no podemos esperar que la Junta de Castilla y León o el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos solucionen esto. El "gobierno más progresista de la historia", a pesar de las ilusiones que ha generado en un amplio sector de la población, ha demostrado que en la práctica gobierna para la patronal, como muestra por ejemplo su política para recortar las pensiones o el engaño del ingreso mínimo vital diseñado para que no llegue a casi nadie, entre otras cosas.
La clave pasa para enfrentar la crisis que sufre la sanidad pública pasa por la organización y la movilización de los y las sanitarias coordinados con otros sectores de trabajadores en lucha. Para ayudar a ello es de importancia vital que los sindicatos rompan su pasividad y pongan toda su fuerza para ello, incluida la izquierda sindical. Ante esta situación no es de recibo que sigan pasando "gratis" ataques y muertes de la clase trabajadora.