El joven dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios señaló que las reglas de juego están puestas de antemano por el poder de veto de la derecha, porque no puede participar la juventud que inició la revuelta y porque no se puede poner en cuestión el uso de los recursos naturales entre otros importantes límites.
Miércoles 15 de enero de 2020
Hablemos TodUs es un Foro Radial del Senado Universitario y la Radio Universidad de Chile que a partir del estallido social de octubre se ha dedicado a invitar a diversas personalidades para analizar la situación en el país.
Este martes, Patricio López, director Radio Universidad de Chile, quien modera el foro, conversó sobre violencia estructural con Dauno Tótoro, licenciado en Historia y dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios; Carla Peñaloza, Senadora Universitaria, académica del Departamento de Ciencias Históricas de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile; Pablo Oyarzún, académico de la Facultad de Artes U. de Chile y director del Centro Interdisciplinario de Estudios en Filosofía, Artes y Humanidades.
En esta ocasión fue analizado el polémico concepto de Violencia y en particular la Violencia Estructural. Con el objetivo de dialogar en torno a los diversos tipos de violencia, considerando las desigualdades en ámbitos como salud, educación, género, violaciones a los derechos humanos, acceso a la información y en el ejercicio de la comunicación, los participantes en un poco más de una hora los participantes se refirieron desde distintos ángulos a estas problemáticas.
El Estado aparece como principal responsable de la violencia
El académico Pablo Oyarzún señaló que en el contexto de lo que ha pasado en Chile lo que tiende a suceder con esa palabra es una especie de chantaje, dando el ejemplo de quienes afirman “rechazar la violencia venga de donde venga”, lo que se está haciendo es negar el pensar las distintas experiencias de violencia vividas en Chile.
“Es una de las palabras más difíciles de manejar a nivel social… Cuando un renuncia a pensar la violencia es un acto de extrema violencia, porque impide la capacidad de pensar y expresarse” señaló Oyarzún.
También cuestionó la calificación de violentas a las protestas como una forma de rebajarlas a una condición “irracional”. Además, destacó la inteligencia social que se desarrolla al cuestionar los múltiples abusos desde los movimientos sociales, como desde el 8 de marzo, que ha llevado a concluir que es necesario cambiar las reglas del juego.
En tanto, Karla Peñaloza señaló que “la sociedad chilena actual se funda en una serie de violencias extremas, violencia física y violencias estructurales. Se basa en la impunidad de los crímenes cometidos para instalar un modelo, que permanece hasta hoy, y un modelo que, además, se basa en lo violento que es la desigualdad tremenda que hace que la gente sienta que no tiene derecho ni siquiera a ser tratados de una forma digna”. Cuestionó la condena a la violencia contra la propiedad privada respecto a cómo se ha naturalizado la violación de los Derechos Humanos.
Por otra parte, Dauno Totoro fue consultado por el derecho a la Comunicación y la libertad de expresión dado su participación en la rebelión y porque está siendo perseguido políticamente por el gobierno, a través de la querella por Ley de Seguridad Interior del Estado por unas declaraciones hechas en un asamblea en la Federación de la Universidad de Chile.
El joven criticó la concentración de la riqueza y de los medios de comunicación como fuentes de violencia estructural que, además de las privaciones materiales alas que condena a las mayorías, implica también la violencia de no tener derecho a voz porque se omite en los medios tradicionales o se criminaliza. En ese sentido, destacó el rol de las redes sociales que permitieron poner en la palestra esta violencia en las comunicaciones.
Totoro destacó la violencia que sufrieron los jóvenes secundarios, como la prepotencia con la que reprimieron a los estudiantes del Instituto Nacional o la persecución al pueblo Mapuche, denunciando cómo el Estado opera en criminalizar la protesta.
El proceso constituyente no resolverá la violencia estructural
Desde las preguntas que hizo el público destacó el cuestionamiento respecto al plebiscito y el proceso constituyente, el joven dirigente fue enfático en señalar que “un proceso constituyente como este no terminará con los pilares estructurales de la violencia”.
Para finalizar señaló que las reglas de juego están puestas de antemano por el poder de veto de la derecha, porque no puede participar la juventud que inició la revuelta y porque no se puede poner en cuestión el uso de los recursos naturales entre otros importantes límites como la imposibilidad de que los dirigentes sindicales puedan presentar candidaturas.
Revisa aquí el Foro Hablemos TodUs
Javiera Márquez
Periodista
