Durante la jornada de este lunes, oficialismo y oposición ingresarán las prometidas acusaciones constitucionales contra varios ministros de la suprema. Los libelos acusatorios ingresan el mismo día que la suprema se reunirá, extraordinariamente, a analizar la situación.
Lunes 23 de septiembre de 2024
A pesar de la semana del 18, la corte suprema no ha logrado descomprimir el caso abierto por Vivanco y Hermosilla. Aristas que ahora suman a Matus (que se reincorpora hoy de una licencia) y a Muñoz (que se encuentra de vacaciones).
Hace algunas semanas parlamentarios de diversas bancadas habían anunciado a lo menos tres acusaciones constitucionales contra la Ministra Angela Vivanco, que ya tiene en curso un cuaderno de remoción, Jean Pierre Matus y el expresidente de la suprema, Sergio Muñoz.
Si bien desde el oficialismo señalaron que la acusación será exclusivamente contra Vivanco y Matus, no se cerraban a evaluar antecedentes contra otros miembros de la suprema.
En la derecha el panorama es más confuso. Transversalmente la acusación contra Vivanco es aceptada, pero la UDI se ha esforzado en dar un manto de cobertura hacia Matus (que finalmente trabajó en favor de Chadwick en la acusación del 2019) y por una suerte de “revanchismo” impulsan la acusación contra Sergio Muñoz.
Desde el parlamento lo que buscan es enviar una “señal” sobre los hechos, pero metiendo bajo la alfombra el rol que el propio poder legislativo ha cumplido en los procesos de nombramiento. Despues es el propio senado el que da los vistos buenos mientras lobbistas como Hermosilla recorrian los pasillos del congreso, buscando apoyos para sus candidatos.
De llevarse adelante las acusaciones y terminar destituyendo uno, dos o tres de los ministros, ello no implica ningún tipo de cambio sobre el modelo de justicia para ricos que existe en el país.
¿Un problema para el gobierno?
La crisis en La justicia es parte de una crisis estructural del sistema político heredado de la dictadura. Si en años anteriores los problemas estuvieron en torno al financiamiento ilegal de la política, la fragmentación de las colaciones (con el término del binominal), los fraudes en el ejército y las policías, hoy toca la hebra del poder judicial.
Los analistas de los partidos tradicionales dicen que los procesos de debate constitucional abordaron reformas al sistema de nombramientos pero que al fracasar ambos se prolongó como un punto débil tarde o temprano iba a hacer crisis.
Ahora, el gobierno deberá buscar alguna salida a la crisis. Sectores del socialismo democratico reviven una iniciativa del gobierno de Aylwin de principio de los 90 como guia, un proyecto e idea totalmente trasnochado.
De todas formas todas las iniciativas sobre la mesa apuntar a entregar mayor control político a los partidos tradicionales y sus representantes, sobre los nombramientos, sumando uno o dos puntos para dar la impresión de “independencia” del poder judicial pero manteniendo todo más o menos como ya está.
Si este debate ya de por sí complica al gobierno, la salida de algún Ministro será un segundo flanco débil para Boric y compañía.
Y es que en lo que queda de gobierno, Boric deberá proponer al Senado dos nombres para la Suprema, que en caso de que salga algún otro fruto de las acusaciones constitucionales o mecanismos internos del propio tribunal, ellos se sumarán a este número, llegando a la posibilidad de tener que nombrar a caI ¼ de la corte.
¿Es posible una reforma?
La salida de supremos, sumado a una reforma al sistema de nombramientos, no va a modificar en los sustancial el modelo de justicia que existe en el pais. Un modelo creado para beneficiar a los grandes poderes politicos y economicos, a este Chile de los capitalistas que vienen haciendose ricos y acumulando poder durante los ultimos 30 años.
Ahora, oficialismo y oposición cerraran filas para sacar adelante algún pacto que garantice un mínimo de “justicia en la medida de los posible” y calme las aguas hasta la presidencial del 2025.
Por eso, cualquier salida en los marcos del régimen, no representará una salida estructural sino mas de lo mismo.
Para terminar con esta justicia al servicio de los capitalistas hay que terminar con los jueces con sueldos millonarios y llenoa de privilegios. Hay que avanzar hacia la elección popular de jueces, que sus sueldos sean los de un trabajador calificado y sean revocables por sus electores, asi mismo es necesario cuestionar el rol de jueces y fiscales a través de la integración de los jurados.
