La segunda reunión del Consejo Permanente de la OEA fue levantada sin llegar a ningún tipo de decisión.
Sábado 25 de junio de 2016
Fotografía: Nicolás Maduro en reunión con Thomas Shannon
La segunda reunión del Consejo Permanente de la OEA en Washington de este jueves (23) fue levantada imprevistamente luego del informe del secretario general Luis Almagro y la intervención de la canciller Delcy Rodríguez, sin llegar a ningún tipo de decisión.
Se esperaba que luego del informe de Almagro se abriría el debate para tomar una decisión sobre la aplicación o no de la Carta Democrática sobre Venezuela. Sin embargo, este escenario no se dio dejando atónito a muchos. Pero no se trató de un cierre intempestivo de la reunión, se trataba en los hechos de los acuerdos que se han venido articulando en el seno de la OEA luego del encuentro de la Asamblea General en República Dominicana.
Los movimientos entre gallos y medianoche
Recordemos que en la reunión del Consejo Permanente del martes (21), que había sido convocada por Venezuela y llamada para que se evalúe la actuación política de Luis Almagro, a la que el gobierno de Maduro califica de “indebida, ilícita y fraudulenta”, fue sorpresivamente levantado. Pasando a ocupar la temática central el informe de José Luis Zapatero sobre el curso de las exploraciones para el diálogo de la delegación conformada por iniciativa de Unasur, en la que además de Zapatero participan los expresidentes Martín Torrijos de Panamá y Leonel González de República Dominicana.
Ese mismo martes escribíamos en un artículo “¿Qué es lo que aconteció entre el tiempo transcurrido entre la reunión en Santo Domingo la semana pasada y la de Washington este martes [para que el punto de Almagro no se hubiese discutido]?”. Y respondíamos anticipándonos en otro artículo el día anterior, que “lo que se estaría cocinando entre bambalinas” todo ese tiempo, “puede haber dado para mucho en las negociaciones en curso”, sosteniendo que “el hecho concreto quedará más palpable en la reunión que nuevamente realizará el Consejo Permanente en la OEA este jueves”.
Es por eso que el cierre intempestivo de la reunión del Consejo Permanente del pasado jueves ni fue ni casual ni apurado, ya estaba negociado para que al final no se terminase resolviendo “nada”. Todo estaba resuelto de antemano.
Esto fue lo que llevó a que el embajador de Venezuela ante la OEA, Bernardo Álvarez, afirmara que “Almagro presentó su reporte, nadie habló de aplicar la Carta Democrática, la mayor parte de los estados se limitaron a tomar nota sin ninguna consecuencia legal, es decir, eso que estaban hablando de la activación de la Carta Democrática no se dio y la reunión termina escuchando un reporte y sin ninguna consecuencia jurídica; en criollo, ese informe se engavetó”. Sobre si se ha “engavetado” o no, no lo sabemos aún, pero lo cierto es que salió por el momento tal cual espada que pendía sobre el cuello sobre el gobierno de Maduro.
En un país tan polarizado entre la oposición de derecha y el chavismo, para no quedar mal parado todos hablan de “triunfos”. Esto fue lo que hizo la oposición en la voz de Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, al “celebrar” al final de la noche del jueves el hecho que Venezuela perdiera por 12 votos frente a 20 y 2 abstenciones, la solicitud de suspensión del Consejo para discutir un informe de la Secretaría de la OEA. Respondiendo al gobierno de Maduro que ya había definido el resultado final como “una victoria diplomática”. Pero lo cierto es que se trata de puras retóricas altisonantes cuando por abajo se encuentran en un profundo proceso de negociaciones.
La mano de Obama
Pero todo esto ha sido parte de la política del gobierno de Obama, que apenas dos días antes de la reunión del Consejo Permanente de la OEA del jueves (23), había enviado a Caracas al subsecretario de Estado de EE.UU. para Asuntos Políticos, Thomas Shannon. Con el objetivo de ajustar los posibles entendimientos que por bajo se podrían estar realizando en las negociaciones entre el gobierno y la oposición. Frente esto escribíamos que: “Es claro que no es lo mismo que se mueva el propio gobierno de Obama, vía Shannon, aunque no formalmente como mediador pero sí de hecho, con un respaldo también del Vaticano vía el Papa Francisco, a que se mueva Zapatero y los otros dos ex presidentes que lo acompañan”.
La amenaza de la Carta Democrática de Almagro cumplía un determinado papel que, “engavetada” o no, puede volver a esgrimirse en la tensa situación del país. Por eso hemos venido sosteniendo que la iniciativa de Almagro desplegando la demagogia democratista para justificar sanciones desde la OEA, es funcional a la estrategia de Obama. Los actuales movimientos del gobierno de Washington en la última semana, luego de la reunión de Santo Domingo, lo vienen a confirmar. Pues el gobierno de EEUU no abandona la presión sino que combina oferta de negociación con la latente amenaza de sanciones, teniendo en cuenta una relación de fuerzas en las que una línea más dura hacia Venezuela no pareciera tener consenso suficiente a nivel continental.
En este sentido es que se expresaba Thomas Shannon este viernes, luego de haber estado en Caracas declarando que: "Pero al mismo tiempo, como dijo el secretario (John) Kerry en Santo Domingo, el carril del referendo revocatorio, el carril de la Carta Democrática son válidos y no impiden uno al otro".
Además, el enviado de Obama, se reunió en Caracas con el expresidente del Estado Español, José Luis Rodríguez Zapatero, reafirmarndo que "Estados Unidos sigue apoyándolo a él y a los otros dos exmandatarios que lideran el esfuerzo de mediación entre el Gobierno y la oposición".
No fueron casuales entonces, las declaraciones en una conferencia de prensa realizada en Quito, con la presencia de Ernesto Samper por Unasur y los expresidentes de República Dominicana, Leonel González, y Martín Torrijos, de Panamá, que vienen actuando de mediadores, quienes sostuvieron que: “tanto el Gobierno de ese país [Venezuela] como la oposición están dispuestos a entablar nuevas conversaciones, para las que se busca concretar una fecha”, concluyendo que “las dos partes han hecho ya propuestas sobre los temas que deberían tratarse "y nadie objetó las propuestas hechas por la contraparte".
Es lo que ya el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, dijo el jueves, que "no se dan las condiciones" para aplicar la Carta Democrática de la OEA a Venezuela: "No se dan las condiciones y tampoco estamos de acuerdo, y lo digo personalmente, en la actitud del secretario (general de la OEA) Almagro". Además de sostener, saliendo al frente de los rumores, que Uruguay, que ostenta la presidencia pro tempore del Mercosur durante el primer semestre de 2016, “transmitirá el mandato a Venezuela, que es quien sigue en el orden de mando, tal como está previsto”.
Todo esto puede constituir un “respiro” para el gobierno de Maduro, pero todo aún está por verse. De conjunto, pareciera haber un curso inicial de acuerdos, negociaciones de por medio, en la etapa abierta de “transición” del postchavismo, donde unos y otros buscan cómo salir bien parados. Pero en todo esto, quienes solo los ven pasar, es el propio pueblo trabajador, que día a día sufre la situación agobiante de la crisis, y que son los pagan los platos rotos.
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