En diciembre se vencen los contratos del personal contratado durante la pandemia y su continuidad laboral no está garantizada. Watson había prometido que las nuevas unidades sanitarias seguirían funcionando para la comunidad.
Lunes 7 de diciembre de 2020 20:21
Foto: telam
Durante este año se construyeron 12 hospitales modulares en la provincia de Buenos Aires. Con estas unidades se buscó reforzar el sistema sanitario, golpeado por años de desfinanciamiento de las sucesivas gestiones, para hacerle frente al covid-19.
Para estos establecimientos se contrataron cientos de profesionales que estuvieron en la primera línea, trabajando para salvar la mayor cantidad de vidas posibles. Al momento de ser contratados se les prometió continuidad laboral a futuro. Sin embargo este mes finalizan los contratos y quedarían sin trabajo. La Izquierda Diario dialogó con una profesional del Hospital Modular de Varela, que ante la persecusión dió su testimonio anónimamente, sobre esta situación.
Falsas promesas y precarización
“Fuimos convocados por el Hospital El Cruce, que hace los contratos para el personal de los hospitales modulares de Varela, Almirante Brown, Lomas y Quilmes”. Al momento de entrevistarlos les informaron que sería de manera precaria, con contratos de tres meses. También prometieron que “después de que se venza el contrato pasaríamos a ser parte de la planta de provincia”. Por la composición del personal nos cuenta que “en el hospital somos aproximadamente 100 trabajadores, hay kinesiólogos, médicos de intermedia y terapia intensiva, enfermeros, técnicos en farmacia, asistentes de tareas generales y administrativos. Los sectores de limpieza y seguridad son de empresas tercerizadas”.
A principios de septiembre les informaron que “en lugar del pase a planta nos ofrecían una beca. Nos pagaría provincia pero no contaríamos con aportes, y el sueldo recibido iba a ser mucho menor al que cobramos con el contrato”. Sin embargo “a fin de ese mes nos renuevan el contrato porque no había novedades de las becas”, de esa forma “quedamos tres meses más contratados por El Cruce”. Algunas áreas comenzaron a ser atacadas en ese momento: “a los administrativos, técnicos en farmacia y asistentes de tareas generales les pusieron contratos que se renovaban mes a mes, generando incertidumbre por los puestos”.
Los puestos de trabajo en riesgo
La trabajadora entrevistada agrega que “desde noviembre existe el rumor que El Cruce pide que se achique la cantidad de contratados. A mediados de mes dejaron de ingresar pacientes y comenzaron los rumores de que el hospital iba a cerrar, que mejor vayamos tirando curriculums”. Actualmente “por decisión de los directivos no ingresan más pacientes”.
Las trabajadoras y trabajadores comenzaron a organizarse: “armamos petitorios para llevamos al Ministerio de Salud nacional y provincial, también a la intendencia de Varela. A partir de ese momento empezamos a recibir pedidos de que dejemos de hacer esto y que esperemos a que en un par de meses quizás los modulares se reabren”. También “nos amenazaron con que si protestábamos no nos iban a reincorporar”.
Para finalizar agrega: “es muy feo ver que no cumplen con lo que ellos prometieron. El intendente hizo campaña diciendo que el hospital tiene una estructura que le permite funcionar 15 años y que quedaría abierto a la comunidad después de la pandemia. Estoy muy decepcionada con el manejo de la salud que hacen. Muchos compañeros compartimos ese malestar”.
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No al cierre de los hospitales modulares: pase a planta permanente de todas y todos
Según el último Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 del INDEC, el Municipio de Florencio Varela tiene una población total de 426.005 habitantes. El distrito cuenta con dos hospitales, El Cruce y Mi pueblo, para hacer frente a la demanda sanitaria. El intendente Watson prometió que el hospital modular se mantendría abierto pero ahora se encara su cierre. Ante el malestar del personal se les pide paciencia y que esperen unos meses, implícitamente se desliza que hay que esperar un rebrote del covid-19 para tener trabajo.
El hospital Mi Pueblo nunca alcanzó para cubrir la demanda población que tiene que atender. Una gran mayoría de los trabajadores que viven en el distrito son precarios y no tienen acceso a obras sociales, lo que incrementa el flujo de pacientes en los hospitales públicos. Garantizar el acceso a la salud es responsabilidad del intendente Watson y el gobernador Kicillof, sin embargo mantienen el desfinanciamiento y la precarización laboral en este sector esencial.
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El sector sanitario es uno de los más golpeados, enfrentaron la pandemia y son blanco del ajuste. El presupuesto formulado por Martín Guzmán y el gobierno nacional hacia el 2021 representa un recorte de 9.4% en el sector de salud a pedido del FMI. Solo el Frente de Izquierda Unidad cuestionó en el congreso las medidas de ajuste proyectas para el próximo año.
Frente a esta situación las prioridades tienen que cambiar. No se pueden efectuar recortes en la salud del pueblo trabajador para honrar la deuda macrista. Por ello, además de no pagar la deuda es necesario que se mantengan abiertos todos los hospitales modulares y que su personal pase a planta permanente.