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Red Internacional
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Debate. De la "FUBA piquetera" a la FUBA Moyanera

¿”FUBA piquetera” o marcha con la burocracia sindical? Paradojas de una guerra de aparatos y la necesidad de que el movimiento estudiantil conquiste su independencia política para enfrentar a Macri

Viernes 23 de febrero de 2018

En la masiva marcha del 21F, convocada por el sindicato de camioneros, se movilizaron decenas de miles de trabajadores dispuestos a enfrentar el plan de ajuste del gobierno. La conducción de la Federación Universitaria de Buenos Aires, por su parte, planteó una política contradictoria.

Si alguien que pasaba por ahí hubiera creído que estaba viendo doble, no se habría confundido: efectivamente hubo dos banderas desplegadas de la FUBA.

La primera, unificada en la misma columna con el moyanismo y toda la burocracia sindical, que ahora se ubica como opositora al gobierno, donde marchó una de las dos corrientes que conducen la Federación, La Mella/Patria Grande, junto con algunos de los centros de estudiantes dirigidos por ellos, como el Centro de estudiantes de Ciencias Exactas (CECEN) y por Sur/Barrios de Pie, como el Centro de estudiantes de Psicología (CEP).

Mientras que la otra corriente que es parte de la conducción, el Partido Obrero, desplegó una segunda bandera en la columna independiente convocada por los trabajadores en lucha reunidos en el encuentro del Hospital Posadas, a pesar de haber ninguneado al encuentro previamente. Ahí coincidió con el Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL), conducido por En Clave Roja (Juventud del PTS e independientes), que había participado del Encuentro, llevando un aporte de $58000 para los trabajadores del Posadas. La columna estuvo centrada en una fuerte crítica a una burocracia sindical que, a pesar de muchos bombos y platillos, hizo silencio absoluto sobre el plan de lucha y paro nacional que necesitan los trabajadores para enfrentar al gobierno.

¿Cuál es, entonces, la política que le plantea la FUBA como conducción, a los más de 300 mil estudiantes de la universidad más grande del país, para enfrentar el ajuste del Gobierno Nacional? ¿Independencia política del movimiento estudiantil o apoyo a la burocracia sindical?

Paradojas de una guerra de aparatos

¿Qué pasó para que la "FUBA piquetera" termine marchando junto con la burocracia sindical?

Esta política ecléctica y contradictoria no nace de un repollo, sino que tiene un largo historial. La primera vez que vimos una doble presencia de la federación en una movilización con polos que levantaban distintas banderas y planteaba políticas opuestas, fue en la primer movilización del 24 de marzo durante el gobierno de Macri, en 2016.

Eso fue apenas después del giro de La Mella/Patria Grande hacia el kirchnerismo, cuando el balotage le dio el empujón final a una corriente que hacía mucho estaba coqueteando con los "nacionales y populares" y que finalmente terminó llamando a votar a Daniel Scioli como "mal menor" frente a Macri.

En ese momento, su política los llevó a movilizar como federación, bajo la consigna de una supuesta "unidad" en la marcha del kirchnerismo y a "defender" la memoria, la verdad y la justicia, bancando a un espacio político que como gobierno había sostenido a Milani el mando del Ejército, se había negado a abrir los archivos de la dictadura y todavía hoy sigue sin decirnos adónde está Jorge Julio López.

Más información: Con quién marchó finalmente la FUBA este 24 de Marzo

Por aquel entonces, el Partido Obrero, cual acto de revancha, fue en representación de la Federación a la marcha que convoca todos los años desde 2006 el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, donde se levanta una política de clara independencia política de todos los gobiernos en materia de derechos humanos.

Pero, ¿Cuál es la explicación de haber llegado a este nivel de inconsecuencia?

Son estos acuerdos oportunistas que está empeñado en sostener el Partido Obrero con corrientes que poco y nada tienen que ver con la independencia política del movimiento estudiantil. Lo que prima no es un programa común para intervenir y desarrollar la autoorganización democrática de los estudiantes, sino que la federación misma se convirtió en un obstáculo para esto.

La FUBA hoy en día es nada más y nada menos que una bandera o, en realidad... dos. Eso y una fotocopiadora... o varias. Los aparatos políticos que conducen la utilizan como un botín de guerra.

Una Federación que podría estar impulsando que los cientos de miles de estudiantes de cada una de las facultades de la UBA discutamos democráticamente en asamblea qué hacer para enfrentar al gobierno junto a los sectores de trabajadores en lucha, pero ni siquiera garantiza su mínimo funcionamiento democrático: no sesiona en congresos ni elige autoridades hace cuatro años, como consecuencia de nunca haber cambiado los estatutos anti-democráticos que venían de los 90, cuando era dirigida por el aparato mafioso de la Franja Morada.

En semejante situación política de ataques a las conquistas de los trabajadores, a la salud y a la educación pública, mientras se sigue caldeando la bronca que se expresó de a miles en las jornadas de diciembre, la parálisis de la FUBA es canalla y plantea un callejón sin salida para el movimiento estudiantil.

Los estudiantes tenemos grandes peleas por delante. En lo inmediato está planteadp organizar el paro internacional de mujeres del 8M con asambleas en cada facultad, algo a lo que también se negó la FUBA. También tenemos planteado enfrentar las reformas de los terciarios y de los secundarios. Necesitamos recuperar los centros y federaciones y ponerlos al servicio de esas peleas, en el camino de pelear por un paro nacional y un plan de lucha en perspectiva de la huelga general para derrotar el plan estratégico del gobierno y los empresarios.


Lucía Battista Lo Bianco

Es Profesora en Letras por la Universidad de Buenos Aires y actualmente investiga sobre temas de literatura Latinoamericana. Es militante del PTS.