El responsable de 36 muertes por la represión del 2001, que terminó escapando de la bronca popular en helicóptero, seguirá cobrando su pensión vitalicia, sin que se le realice el descuento del Impuesto a las ganancias. La Cámara en lo Contencioso Administrativo le hizo el “favorcito”.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Sábado 24 de febrero de 2018
Parece un chiste de mal gusto, pero es muy serio. Reza el dicho popular que “entre bueyes no hay cornadas”, en este caso nunca más cierto. La Sala V de la Cámara, con las firmas de su presidente Guillermo Treacy y sus dos vocales: Jorge Alemany y Pablo Gallegos Fedriani dejaron firme el fallo del Tribunal Fiscal de la Nación y De La Rúa seguirá cobrando 176.000 pesos, sin el descuento de Ganancias.
El argumento legal encontrado para que los jueces pudieran darle esta manito a De La Rúa es
que según la ley 24.018 las pensiones vitalicias de los ex presidentes, son equiparables a la de los jueces de la Corte Suprema. Por ende, así como esa casta privilegiada de jueces que nadie votó y que pueden decidir muchas veces sobre cuestiones que atañen al conjunto de la población, tampoco él pagará ese Ganancias.
Esto pasa mientras el gobierno de Cambiemos (que en su campaña electoral había prometido que los asalariados no pagarían ese impuesto) continúa cobrándoselo a 1,8 millones de trabajadores -cifras de 2017- comprendidos en la cuarta categoría.
Fernando De La Rúa que fue raudamente al Poder Judicial a protestar porque al pago de un retroactivo se le había descontado el impuesto a las ganancias, es el mismo que inauguró su gobierno de la Alianza, enviando a Gendarmería a la provincia de Corrientes a reprimir a trabajadores que reclamaban mayores salarios y otras reivindicaciones. Allí fueron asesinados dos jóvenes.
Todos recordamos que lo terminó huyendo de la Casa Rosada luego de ordenar la brutal represión al enorme descontento popular que se desató aquel 19 y 20 de diciembre del 2001. En esos dos días 36 personas perdieron la vida a manos de la Policía Federal y Gendarmería. El principal favor que le hizo la Justicia, al responsable político de esas muertes, fue exonerarlo por estos asesinatos.
Los que más tienen, siguen enriqueciéndose
En el país “gobernado por sus propios dueños” las jubilaciones de privilegio, pensiones vitalicias exorbitantes, son moneda corriente. Pero esto no es nuevo. Lo mismo sucedía con el gobierno “nacional y popular” de Cristina Kirchner y también en los anteriores gobiernos.
Todos los ex presidentes gozan de este privilegio, mientras en todos sus gobiernos las diferentes políticas de ajuste que llevaron adelante fueron disminuyendo el poder adquisitivo del salario, dejando un tendal de desocupación. Una muestra de que los distintos partidos o alianzas (UCR, PJ, Alianza, FpV o Cambiemos), más allá de sus diferencias, gobiernan para beneficiar a una sola clase social: la de los empresarios.
Fernando De La Rúa, no es más que un exponente de esa casta privilegiada, que obtuvo con este fallo un pequeño premio, un reconocimiento a sus “favores republicanos”. Si hasta Rodriguez Saa, presidente por una semana en el 2001, cobra esta pensión vitalicia –de privilegio-.
Cuánto cobran
Carlos Menem cobra $179.949; De La Rúa: $176.443; Adolfo Rodriguez Saa: $158.334; Cristina Fernández de Kirchner: $153.174
En el Congreso Nacional pasa otro tanto. Los diputados y senadores tienen dietas superiores a los 100 mil pesos de bolsillo. Mientras tanto en diciembre Cambiemos con la ayuda del PJ, votó el monumental robo a los jubilados, con represión mediante.
Recordemos que la jubilación mínima, con la actualización del 6% (que Cambiemos propagandizó como un gran aumento), asciende a 7 mil 660 pesos. Con esos pocos miles, la casta política que vive como millonaria, deja que nuestros ancianos, después de toda una vida de trabajo –algo que esta gente nunca hizo-, sean arrojados a la absoluta miseria.
Esto es lo que el PTS/FIT denuncia, y actúa en consecuencia, cuando sus legisladores aportan gran parte de sus dietas a las luchas obreras y populares y cobran el equivalente al salario de una maestra.