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Red Internacional
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Apuntes militantes. De la lucha de la CNTE a la lucha por un mundo sin explotación ni opresión

Las promesas incumplidas de López Obrador y la crisis de la educación pública activaron el descontento en las bases magisteriales. Al contrario que el resto de las direcciones sindicales que mantienen una tregua con el gobierno de López Obrador y llaman a votar al partido del oficialismo, la Coordinadora es la única que llevó a las calles su lucha, porque “gobierne quien gobierne, los derechos se defienden”.

Bárbara Funes

Bárbara Funes México D.F | @BrbaraFunes3

Viernes 31 de mayo de 2024

Desde el paro magisterial del 15 de noviembre de 2023, la lucha de la CNTE volvió a irrumpir en la escena nacional como un rayo combativo en medio de la “paz social” que garantizó el gobierno de López Obrador para mantener la gobernabilidad y el flujo de inversiones extranjeras directas en México.

Esta "primavera" del magisterio disidente constituye una ruptura con un periodo en el cual las direcciones de la Coordinadora mantuvieron confianza en las promesas del gobierno, pero las bases magisteriales, al ver que ninguna se cumplía, decidieron movilizarse y luchar por sus reivindicaciones.

Fue el inicio de este nuevo capítulo de la tradición de lucha del magisterio disidente. Maestras y maestros se encontraron en las calles nuevamente el 5 de diciembre del año pasado, el pasado 26 de enero y el 15 de abril de este año, en este último destacó la realización de un paro nacional, la primera medida de lucha de esta magnitud durante el sexenio de López Obrador. El Día de las Maestras y los Maestros, el pasado 15 de mayo, inició un segundo paro nacional. El desafío al gobierno más popular de México desde los tiempos del cardenismo está planteado.

El magisterio no está solo. Soplan nuevos aires en todo el mundo y una nueva generación de jóvenes también desafía que se mantengan las relaciones de México con Israel que sostiene López Obrador, en el marco del más terrible genocidio que está llevando a cabo el Estado sionista liderado por Benjamin Netanyahu con el apoyo de Biden, el partido demócrata y el republicano.

Bajo el sol abrasador de las olas de calor, la indignación arde en las venas de estudiantes y docentes. Dialogan, se ven, se reconocen, se tienden la mano. El campamento de la UNAM contra el genocidio en Palestina se sumó al plantón en el Zócalo. La CNTE se suma al repudio internacional a las masacres en Gaza, en Rafah.

El discurso de reivindicación del magisterio que desplegó el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, el modelo educativo “progresista” de la Nueva Escuela Mexicana, la promesa de abrogar la reforma educativa de Peña Nieto, de justicia para Ayotzinapa y de aumentos salariales importantes toparon con pared. Una dura pared de granito forjada por el gobierno de López Obrador, cimentada por los déficits de infraestructura edilicia y tecnológica en las escuelas públicas, por una recomposición salarial que no llega al conjunto de las y los trabajadores de la educación, muy castigados por la pérdida de poder adquisitivo por décadas de neoliberalismo y debido a la inflación, y el mantenimiento de aspectos muy regresivos de la reforma peñanietista, como despidos en caso de realizar paros que duren más de tres días y la negativa gubernamental a satisfacer las demandas magisteriales.

De la lucha por mejores condiciones para la educación pública al cuestionamiento al gobierno

¿Cuáles son las principales demandas del pliego petitorio de la CNTE que llevan a cuestionar al gobierno? El aumento salarial del 100%, la completa abrogación de la reforma educativa de Peña Nieto, la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y el restablecimiento del sistema de reparto solidario en lugar de las afores y justicia para Ayotzinapa.

Estas medidas que reclama la CNTE exigen un aumento de presupuesto educativo de emergencia, que debe financiarse con la reasignación de las partidas presupuestarias de la Guardia Nacional, de la Sedena y de la Semar hacia educación, con impuestos progresivos a las grandes fortunas y las trasnacionales que operan en México y la expropiación sin pago de bienes a los magnates que se niegan a pagar impuestos, como el caso de Salinas Pliego. Todas medidas que llevan a la confrontación con el gobierno de López Obrador.

Y en el caso de la exigencia de la abrogación de ley del ISSSTE, eso implica ir contra las afores -la legitimación de la especulación financiera con los fondos para el retiro que beneficia solo al capital financiero-, algo que el Morena ha rechazado hacer y que implica una superación de la reforma de pensiones que están impulsando desde el oficialismo.

En particular este cuestionamiento al actual sistema de pensiones -que implica pobreza para las y los trabajadores que logran pensionarse- puede ser una bisagra para articular la lucha del magisterio disidente con otros sectores de trabajadores, como las y los estatales a quienes el Estado como patronal les niega derechos laborales elementales como vacaciones, aguinaldo y pensiones, y a otros que cuentan con esos derechos, pero cuyo nivel de vida se ha degradado con el paso de las décadas, al punto que tienen que tener más de un empleo para poder subsistir, como el caso de trabajadoras y trabajadores de las universidades.

Porque a pesar de los aumentos al salario mínimo, de ampliar el periodo de vacaciones, de la reforma laboral que permite las elecciones sindicales, de los distintos planes sociales, la pérdida de poder adquisitivo para amplios sectores de trabajadores no se ha revertido, y cada vez son más quienes deben trabajar hasta morir sin derecho a pensiones y no tienen la posibilidad de pasar sus últimos años disfrutando de la vida. Porque la explotación laboral y la precarización tampoco se han revertido con este gobierno al mantenerse la inestabilidad laboral como norma en el empleo pese a la disolución formal de outsourcing, lo que lleva a que millones en México trabajemos sin derechos laborales, empezando por los quienes laboran en los programas sociales del gobierno que otorgan becas en lugar de empleos con derechos. Es más, este gobierno construyó decenas de nuevas escuelas y universidades a costa del trabajo precarizado de docentes a quienes no reconocen su relación laboral, como el caso de las UBBJ, las Universidades Rosario Castellanos o el programa de docentes PILARES.

La lucha por el pliego petitorio de la CNTE implica cuestionar las políticas del gobierno de López Obrador en materia educativa y laboral, pues han resultado insuficientes para garantizar el acceso integral a la educación, para resolver la falta de insumos y la deficiente infraestructura educativa, además de que han profundizado la precarización laboral. Lo que está detrás de estas políticas es que no se puede gobernar para ricos y pobres cuando el proyecto educativo de los grandes empresarios implica pasar sobre los derechos de miles de trabajadores de la educación. Sin afectar las ganancias de los capitalistas, sus privilegios y sus vidas rodeadas de lujo no se pueden conquistar las reivindicaciones del magisterio.

Las reivindicaciones de la CNTE tampoco se pueden conquistar sin poner en cuestión la subordinación de México a las órdenes del imperialismo estadounidense y los intereses de las trasnacionales, a los cuales López Obrador y el Morena no quieren contrariar, porque su estrategia es redistribuir un poco los ingresos para reducir la enorme brecha de la desigualdad social entre los sectores más empobrecidos, al mismo tiempo que garantiza jugosos negocios para un puñado de familias millonarias y de grandes empresas nacionales y extranjeras, por eso es indispensable exigir el cese del pago de la ilegítima deuda externa, y destinar todo ese presupuesto millonario a resolver las demandas del magisterio democrático y otros sectores de trabajadores en lucha.

Cómo fortalecer la lucha de la CNTE y extender el movimiento

Maestras y maestros de la agrupación Nuestra Clase y del Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas que son parte de esta lucha magisterial sostienen que hay que unir fuerzas para superar la división que imponen las distintas direcciones sindicales. El primer paso para fortalecer la lucha de la CNTE y extender el movimiento es llamar a las y los maestros de base del SNTE, el sindicato más grande de México, a que se sumen al apoyo a la lucha de las y los maestros de la CNTE, que defienden los derechos y laborales y pelean por mejores condiciones de trabajo para el conjunto del gremio magisterial.

La dirección charra del SNTE que hoy pacta con el gobierno y ha dejado pasar las reformas educativas y los ataques a la educación, mientras persigue a la disidencia política dentro del sindicato, no representa los intereses del grueso de trabajadores de la educación y, lejos de esto, ha utilizado a la base magisterial como base de apoyo a distintos partidos del Congreso, obligando a las y los maestros a hacer proselitismo electoral, como vimos con Delfina Gómez, ex titular de la SEP y hoy gobernadora del Estado de México. Esto en perspectiva de luchar por la democratización del sindicato y su recuperación para que responda a los intereses de la base magisterial.

Al mismo tiempo, hay que exigir a la UNT -que nuclea entre otros al sindicato de telefonistas y al STUNAM- y al SME que pongan en movimiento a sus bases en solidaridad activa con las y los maestros disidentes. Desde fortalecer el petitorio de firmas en apoyo a la CNTE, sumarse al plantón, hacer paros en sus centros de trabajo, movilizarse en las calles, hacer mítines hasta organizar acopios y realizar aportes solidarios desde los sindicatos, que rompan de una vez por todas la tregua con el gobierno de la Cuarta Transformación. Porque si la lucha del magisterio triunfa, las y los telefonistas, las y los trabajadores universitarios y el conjunto de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud estaremos en mejores condiciones para luchar por nuestros derechos.

Ir un paso más allá: forjar una alternativa de las y los de abajo

El capitalismo no tiene arreglo. Ahora todo está ordenado en función de las ganancias capitalistas: la educación, la salud, los ritmos de producción, qué y cómo se produce, la expoliación de bienes comunes naturales como el territorio, el agua, los minerales y los hidrocarburos

Hay que cambiarlo todo y construir un mundo nuevo en el que todo esté organizado según las necesidades sociales, cantando bajo el sol rojo de la revolución que se alzará en el horizonte si cada batalla que hoy emprendamos la asumimos como parte de luchar contra toda forma de explotación y opresión.

León Trotsky, el revolucionario sin fronteras que tuvo su último exilio en México, en el prólogo de su Historia de la Revolución Rusa escribió:

Sin una organización dirigente, la energía de las masas se disiparía, como se disipa el vapor no contenido en una caldera.

Para que la energía desplegada hoy en los plantones, en los paros, en las movilizaciones de la CNTE, en los mítines y campamentos juveniles contra el genocidio en Gaza y de todos los sectores que luchan no se disipe, quienes integramos el Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas consideramos que es necesario organizarse por una perspectiva superior.

Hace falta construir una herramienta política de las y los trabajadores, las mujeres y la juventud que levante un programa y una estrategia anticapitalista, antiimperialista y socialista, que no se deje engañar por las promesas de los políticos que representan a los empresarios y que solo voltean a ver a las y los trabajadores en temporada electoral; una alternativa política que inscriba cada una de las batallas del presente en la perspectiva de una sociedad de productores libres asociados, el socialismo, para acabar de una vez por todas con este sistema de opresión, explotación y miseria a nivel internacional.