El derechismo continental, por política de Estados Unidos, consiguió que la Organización de Estados Americanos (OEA) reconociera al represente de Guaidó ante dicho organismo como “embajador”.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Miércoles 10 de abril de 2019 00:26
Fotografía: EFE/Juan Manuel Herrera/OEA
Se trata de una resolución impulsada por el gobierno de Estados Unidos, a la que con un cipayismo descarado, se prestaron y alistaron a cumplir la orden el grupo de países del derechismo continental, y que vienen apoyando la agresión imperialista y toda la avanzada golpista en Venezuela. La resolución tomada indica que se reconoce a Gustavo Tarre como como “representante de la Asamblea Nacional”, que tiene a la cabeza al autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela.
Ya el pasado 1 de abril, el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, había afirmado que “Vamos a hacer todo lo posible para que el representante de Guaidó tenga asiento en la OEA”, el mismo día que ocupaba la presidencia del Consejo Permanente de la organización, lo que le ha otorgado mayor capacidad para decidir qué proyectos se someten a voto.
De esta manera, Trump consiguió sentar al representante de su títere Guaidó en la OEA. El propio Guaidó declaraba vía su cuenta de Twitter este mismo martes que “Hoy hemos sacado definitivamente al usurpador de la @OEA_oficial y logramos que nuestro representante asuma el puesto de Venezuela en el Consejo Permanente. Logramos el cese de la usurpación en la OEA, y así seguiremos hasta hacerlo en Venezuela”, con la alegría de haber perpetuado un golpe.
La resolución recibió el aval de 18 de los 34 miembros activos de la OEA (Cuba pertenece al organismo pero no participa en él desde 1962); mientras que nueve naciones votaron en contra, seis se abstuvieron y la representación de Belice estuvo ausente. Se dio a conocer que, en un principio, la iniciativa buscaba reconocer al enviado de Guaidó como “embajador del Estado de Venezuela”, pero la resolución incluyó a última hora una enmienda de Jamaica y acabó reconociendo a Gustavo Tarre como “representante de la Asamblea Nacional”.
Se trata de una cuestión sin precedentes pues los representantes ante la OEA solo pueden ser nombrados por el Ejecutivo nacional, aunque en consonancia con la política de Estados Unidos que ha reconocido a Guaidó como “presidente” de Venezuela, así como los demás países de la derecha continental.
De acuerdo a los distintos medios, siete países que habían impulsado la resolución (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Paraguay, Perú y Colombia) para aceptar como embajador del Estado de Venezuela al representante de Guaidó. Pero necesitaban a Jamaica para aprobar la iniciativa y, por eso, acabaron aprobando los cambios propuestos por esa nación. Sin embargo, tal modificación se trata más que de un eufemismo, pues a pesar de que el párrafo resolutivo identifica a Tarre como representante designado de la Asamblea Nacional y no menciona a Venezuela, los países patrocinadores y la misma OEA lo interpretaron como un reconocimiento a las facultades plenas del representante de Guaidó.
Por eso, tanto Estados Unidos como Colombia declaraban que “no había lugar para la ambigüedad” y que Tarre es el representante de Venezuela ante el organismo, puesto que el 10 de enero “la OEA no reconoció la toma de posesión de Maduro como presidente de Venezuela”. Aunque no existe ninguna resolución que específicamente reconozca a Guaidó como presidente de Venezuela, sin embargo, de manera bilateral, la mayor parte de los países de la OEA han reconocido como “presidente interino” de Venezuela a Guaidó, que también ha recibido el respaldo del secretario general de la OEA, Luis Almagro.
Los 18 países que votaron a favor fueron Haití, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, Argentina, Bahamas, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos y Guatemala. En concreto, el texto resuelve "aceptar el nombramiento del señor Gustavo Tarre como representante permanente, designado de la Asamblea Nacional, hasta que se celebren nuevas elecciones y el nombramiento de un Gobierno democráticamente electo".
Jorge Lomonaco, el representante mexicano en la OEA y cuyo Gobierno ha venido impulsando el Grupo de Contacto en tratativas de una “salida negociada” declaraba que "Me pregunto si esto sentará un precedente para que el poder judicial mexicano o el poder legislativo mexicano envíen representantes a la OEA, además del Poder Ejecutivo”. Varios países, incluidos México, Uruguay y El Salvador, pidieron que se agregue una nota a pie de página en la resolución para “dejar claro” que ellos no obedecerán esa decisión.
Ante tal situación, la representación diplomática venezolana declaraba que “la resolución contraviene los reglamentos de la OEA y que la única manera de que ella deje de ocupar el escaño de Venezuela es si 24 de los 34 estados miembros votan a favor de suspender a Venezuela como estado miembro”. El gobierno de Maduro inició el 27 abril de 2017 un trámite de dos años para abandonar la organización y ha dicho recientemente que mantiene ese plan.
Algunos países habían pedido a Estados Unidos que la resolución propuesta se realizara luego del 27 de abril, pero se anticiparon en la resolución del Consejo Permanente de la OEA seguramente para mostrar fuerza, en momentos en que se vive un impasse político tras semanas de tentativas golpistas y agresión imperialista sin “resolución” al momento.
La derecha no ha conseguido su objetivo de derrocar a Maduro al no poder quebrar a las Fuerzas Armadas, pilar fundamental del régimen. Maduro se ha mantenido justamente, no por un apoyo de las masas, sino porque los militares cerraron filas y no se observaron resquebrajamientos ni en los altos mandos ni en la oficialidad media en los cuarteles.
Como hemos explicado, la actual situación no implica que la variante golpista esté fuera del escenario político, más bien se mantienen tal como lo vimos en la reciente resolución de la OEA que toda la derecha internacional y el propio imperialismo festeja. Mientras tanto, de acuerdo a la resolución aprobada, ya a partir de este miércoles, el representante del golpismo venezolano presentará sus cartas credenciales a Almagro.
Aunque mientras los tiempos se prolongan discusiones y negociaciones por abajo también siguen su curso, tal como lo hizo saber el Grupo de Contacto que busca una salida negociada a la crisis, a la par que el imperialismo continúe con su agresión imperialista vía medidas hacia el estrangulamiento económico con más sanciones como las ya anunciadas que terminan recayendo sobre el pueblo, aumentando las calamidades ya existentes. Rechazar la ofensiva imperialista así como estas acciones llevadas a cabo en la OEA no implica en modo alguno avalar ni apoyar al gobierno de Maduro.
Ante esta nueva avanzada injerencista es necesaria la más amplia movilización de los trabajadores y la juventud de todo el mundo, y especialmente en los países imperialistas que están comprometidos con la ofensiva en Venezuela, así como en toda Latinoamérica, contra esta intentona golpista y la injerencia imperialista, con independencia del gobierno de Maduro, por una salida política de los trabajadores para Venezuela y para la unidad socialista de América Latina y el Caribe.
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