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Red Internacional
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BURGOS DEBATE. De policías y curas, a propósito de la ruptura de Podemos con Imagina Burgos

La abstención de tres concejalas en la votación para pedir la equiparación de los sueldos de la policía estatal con la de las comunidades ha desembocado en la ruptura. La división tuvo lugar en el pleno del viernes 9 de marzo, en el que los tres concejales restantes del grupo municipal, todos de Podemos, votaron a favor.

David Medina @David_jacobino

Viernes 23 de marzo de 2018

En la misma noche del viernes el consejo de Coordinación de Podemos Castilla y León comunicaba a Imagina Burgos (IB) que retiraba a sus representantes de los órganos directivos y deliberativos de IB, a lo que IB reacciono acordando que los concejales asociados a Podemos se abstendrían de hablar en nombre de IB mientras no se resolviese la situación.

Los cruces de declaraciones entre Podemos e IB no se han hecho esperar. La formación morada acusa a las tres concejalas (Antea Izquierdo del Colectivo Anticapitalista de Burgos, Sara Hojas de Izquierda Unida y Eva de Ara) de saltarse los acuerdos mientras que IB afirma que la votación interna fue "forzada y manipulada". Ahora el debate parece centrado en si concejales de Podemos devolverán o no las actas y cuánto hay de real en que esto sea una excusa de Podemos para ir con marca propia a las elecciones municipales. Como vemos desde IB, la crítica no es tanto una cuestión de principios, sino formal, sobre cómo se llevó a cabo la votación interna.

En su momento ya planteamos nuestra postura respecto al programa de Imagina Burgos y señalábamos que en su programa la policía tenía un punto propio en el que se abogaba por fortalecer sus estructuras y competencias represivas. Desde ese programa es perfectamente coherente defender su equiparación salarial ya que se les enfoca como “trabajadores” que ayudan a la sociedad y, desde ese punto de vista, ¿por qué no apoyar sus “derechos laborales”?

Para nosotros los y las marxistas, los trabajadores somos todos aquellos que, en una sociedad basada en la explotación del trabajo asalariado y la propiedad privada de los medios de producción, nos vemos obligados a vender nuestra fuerza de trabajo, la cual es utilizada por los capitalistas para la producción de bienes o servicios a cambio de un salario. Somos pues el engranaje fundamental del sistema de producción capitalista.

Los miembros de las fuerzas represivas, por el contrario, no son parte de la producción capitalista, sino los garantes de que el sistema de explotación en el que se sustenta pueda seguir reproduciéndose. Engels definió el Estado burgués como “destacamentos especiales de hombres armados”, cuyos pilares fundamentales son las cárceles, la Policía, el Ejército y el resto de instituciones represivas. Estas instituciones son las garantes de la propiedad privada frente a la masa de desposeídos que genera el capitalismo, carente de medios de subsistencia más que su capacidad de trabajar. Su función social por tanto no es otra que proteger los intereses de las clases explotadoras frente a las clases explotadas.

Desde la CRT afirmamos claramente que la policía no son trabajadores, sino un instrumento del estado burgués para reprimir a la clase trabajadora. Desde este punto de vista, es para nosotros una cuestión de principios oponerse a esa medida de equiparación salarial, que no es otra cosa que un pago para que los efectivos policiales sean leales represores al servicio del Régimen y, en buena medida, un premio a su “trabajo” realizado en Catalunya->https://www.izquierdadiario.es/Referendum-represion-y-resistencia-en-Cataluna].

Valga esta sucinta explicación, no sólo como fundamento de una cuestión de principios para todo aquel que se considere militante de izquierdas o defensor de la clase trabajadora, sino porque esta ruptura se da tras la reciente actuación de la policía en Burgos el 8M, por no hablar de la represión vivida en la lucha de Gamonal, de la cual Raúl Salinero, secretario político de Podemos en Burgos y hasta ahora portavoz de IB, condenó la parte “violenta” de la manifestación. Tampoco se puede obviar lo que ha ocurrido en Madrid, cuyo “ayuntamiento del cambio” ha estado a la “vanguardia” de la persecución a los “manteros”, pero aun así es uno de los referentes de IB.

Al tiempo que Podemos rompe con IB por estas razones tan "principistas", está organizando una charla por el quinto aniversario del Papa, con un profesor de esa Facultad de Teología que organizó una charla contra la "ideología de género" con ponentes como el Fiscal de Menores del Estado. Mientras la “izquierda papal” burgalesa defiende a Bergoglio como un liberador y un papa progresista, desde Izquierda Diario venimos analizando como la cabeza visible de una estructura reaccionaria como es la Iglesia trata de convencer de que algo ha cambiado para que nada cambie.

La experiencia de Imagina Burgos no puede analizarse en forma aislada de las experiencias de los llamados “ayuntamientos del cambio” y su impotencia para enfrentarse a un estado cada vez más represivo y a los poderes fácticos del capitalismo español ante los cuales la única “alternativa” que proponen es retroceder.

A cuatro años de la fundación de Podemos, aunque hoy busque maquillarse con un renovado discurso de “lucha”, la izquierda neorreformista (en la que se incluye a Izquierda Unida) persiste en una estrategia gradualista que sólo puede ahondar en la impotencia y la desilusión.

En un momento de auge en la reactivación de las luchas con la huelga general de mujeres del 8M, las manifestaciones de pensionistas, la lucha contra la precariedad o nuevas gestas obreras como la huelga de Amazon en San Fernando de Henares, las direcciones burocráticas de los sindicatos mayoritarios (aliadas naturales de Podemos e IU) están siendo superadas en sus intentos de contener las movilizaciones.

En este escenario, es necesario desarrollar esta superación, para recuperar los sindicatos de las manos de sus direcciones burocráticas y también construir una alternativa a las burocracias políticas neorreformistas, tanto en Burgos como en el resto del Estado Español. Porque bajo su dirección ya se ha demostrado que es imposible enfrentar al Estado y los capitalistas.

Ante el fracaso estratégico del neorreformismo, desde la CRT creemos que hoy se torna urgente dar la pelea por un programa que unifique las demandas de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud, para organizar las luchas defensivas de nuestra clase que nos permitan pasar a la ofensiva contra la burguesía y su Régimen decadente. Por ello proponemos iniciar un dialogo y experiencias conjuntas en la lucha de clases con los sectores y activistas que quieran avanzar en el sentido de la construcción de esa alternativa.