IMPUNIDAD. Declara por primera vez una víctima de torturas del franquismo en un juzgado español

Declara por primera vez una víctima de torturas del franquismo en un juzgado español
Julio Pacheco Yepes prestó testimonio en Madrid sobre las torturas policiales durante el franquismo.

El pasado viernes, Julio Pacheco Yepes prestó testimonio ante la justicia española sobre las torturas que sufrió en 1975 tras ser detenido por la policía secreta franquista. La declaración ha durado casi dos horas y ha contado también con el testimonio de la esposa de Pacheco, Rosa García. Es la primera vez que algo así ocurría. Por eso, cuando Julio terminó de declarar, lo celebró con un centenar de manifestantes que lo esperaban a las puertas del juzgado.

Hemos “empezado a romper el muro de impunidad del régimen franquista”, aseguró Pacheco.

Las organizaciones de lucha contra los crímenes del franquismo lo consideran un paso muy importante, porque, hasta ahora, más de cien querellas han sido descartadas apoyándose en la ley de amnistía de 1977 que protege a las fuerzas represivas del Estado de sus crímenes. La jueza Ana María Iguacel admitió en mayo la querella “por un supuesto delito de crímenes de lesa humanidad y torturas” durante el franquismo. Desde la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina contra crímenes del franquismo (Cequa) explicaban este viernes que es la “primera vez” que una querella contra crímenes cometidos durante el franquismo tiene curso en España.

“Desde CEAQUA, Amnistía Internacional, Iridia y Sira, queremos destacar que esta es la primera vez que un Juzgado español toma declaración a una víctima de torturas durante el franquismo, en un contexto de crímenes contra la humanidad, siendo este hecho tan importante como excepcional”, aseguraban en un comunicado.

“Debemos recordar que más de cien querellas en las que se denunciaban crímenes contra la humanidad, crímenes franquistas, han sido archivadas, algunas de ellas con posterioridad a que se promulgara la vigente Ley de Memoria Democrática”, explican las organizaciones.

Te puede interesar: El movimiento obrero y la lucha por la amnistía

Julio Pacheco Yepes fue detenido en 1975 por la Brigada Político-Social, apenas unos meses antes de la muerte de Franco, cuando tenía 19 años debido a su militancia antifranquista en el movimiento estudiantil y su militancia en el Partido Comunista. Pacheco denuncia haber sufrido torturas durante varios días en la Dirección General de Seguridad en Madrid, para posteriormente ser encarcelado y acusado de terrorismo. Álvaro Valdemoro, José Luis Montero Muñoz, José María González Reglero y José Manuel Villarejo son algunos de los agentes que torturaron al por entonces joven estudiante que recién hubiera podido denunciar en la justicia 50 años más tarde lo sucedido.

Joaquín Lara, abogado de Pacheco, ha asegurado a la prensa que durante el testimonio de Pacheco este “ha identificado sin duda” al excomisario Villarejo “como uno de los policías que participó en las torturas”. Y que feu él quien “le propinó golpes y puñetazos por todo el cuerpo”.

Las víctimas del franquismo denuncian que cualquier posibilidad de castigar los crímenes del franquismo ha sido bloqueada por la ley de Amnistía del 77. Y eso ha seguido siendo así a pesar de la sanción de la ley de Memoria Democrática.

“El Estado español actualmente, aun teniendo en cuenta el avance y la dinámica que en este ámbito puede generar la admisión a trámite de la querella que en su día presentó Julio Pacheco, mantiene un marco de impunidad general que sigue impidiendo la investigación judicial de los crímenes franquistas”, aseguran en el comunicado conjunto de CeAQUA, IRIDIA, Centro Sira, Amnistía Internacional.

Además, la administración estatal impone una gran cantidad de obstáculos para que las víctimas recopilen documentación necesaria para probar una denuncia. La información se encuentra dividida en distintos registros policiales y tienen que sortear una gran cantidad de trámites y barreras, que se suman al hecho de que las víctimas pueden recordar caras y voces, pero en muchos casos desconocen los nombres de sus torturadores. Desde las asociaciones de víctimas y de activistas contra los crímenes del franquismo, como la Comuna de Presxs denuncian estas dificultades que se imponen a las víctimas como una forma más de proteger a los agentes policiales.

En el caso de Villarejo, este habría sido identificado por sus propias declaraciones. Y debido a lo mediático que se ha vuelto este personaje en los últimos años, muchas querellas han podido avanzar, como la de Pacheco. Sin embargo, entre su declaración, y la posibilidad te juzgar los crímenes del franquismo, todavía hay un abismo.

La apertura de todos los archivos policiales y de la represión estatal, es una medida elemental para garantizar el castigo a los responsables de la represión. Sin embargo, ni desde la derecha ni desde el gobierno progresista están dispuestos a hacer públicos estos archivos y secretos de la represión estatal. A su vez, tanto PSOE como Unidas Podemos, acordaron en varias ocasiones ratificar la Ley de Amnistía de 1977, que impide juzgar los crímenes del franquismo.

La lucha por verdad, justicia y castigo a los represores, solo la podremos imponer mediante la movilización. Esta lucha contra la impunidad y la represión de ayer, tiene continuidad hoy en la lucha por la amnistía total para todos los procesados por luchar en todo el Estado español. La derogación de la ley mordaza, y terminar con las infiltraciones policiales a las organizaciones sociales y políticas de izquierda son otras reivindicaciones imprescindibles.