Desde el colectivo de inmigrantes de No Hay Tiempo Que Perder de Barcelona, queremos manifestar nuestro total rechazo y oposición a la política y campaña de represión y criminalización que desde el ayuntamiento de Barcelona se ejerce sobre los manteros. Un colectivo que trabaja la venta ambulante en las calles del centro de la ciudad como su único recurso para poder subsistir.
Miércoles 27 de abril de 2016
Esta política de persecución subió de nivel el pasado martes, cuando la Guardia Urbana de Barcelona en Comú en un operativo conjunto con los Mossos d’Esquadra, se propusieron saturar de presencia policial los lugares de trabajo de nuestros compañeros manteros. Esta medida, que no había sido ni siquiera llevada adelante por ayuntamientos de CiU o el PSC, fue defendida cínicamente desde el ayuntamiento definiendo a los manteros como delincuentes.
Esta medida tan solo logra que nuestros compañeros no puedan llevar comida a sus mesas, a la vez que los criminaliza. Pero en ningún caso supone una solución a su situación, más bien un empeoramiento. Los compañeros manteros no son delincuentes y no se merecen este trato.
Ningún problema administrativo puede estar por delante de su derecho a trabajar, alimentarse y luchar por un lugar digno donde vivir. Las medidas represivas utilizadas, típicas de la derecha, lo único que hacen es esconder su basura, las situaciones de paro, precariedad, racismo, explotación, etc., bajo la alfombra.
Mientras sobre los trabajadores inmigrantes cargan las porras policiales, las detenciones y las torturas, los verdaderos ladrones cuentan con toda la ayuda del ayuntamiento. Se abrió la puerta para los explotadores del MWC, se engañó a los compañeros de Movistar que lucharon más de tres meses firmando más acuerdos con Telefónica o se ataca el derecho a huelga de los compañeros de metro.
No se puede pretender ser una alternativa a la tan odiada casta y luego llevar adelante una política represiva que deje a la de la casta pequeña, cuando se decía que los intereses de la gente deberían ir por delante.
¡Basta de criminalizar y perseguir a los manteros!
