Así lo definió jueza Marta Cirulli. A pesar de que la empresa tiene una deuda sideral con el Estado nacional hace veinte años, el ex presidente había dicho este domingo que la causa implicaba “una persecución en su contra”.
Lunes 5 de julio de 2021 16:23
Foto: Télam
Este lunes por la tarde el Poder Judicial declaró la quiebra del Correo Argentino. La decisión la tomó la jueza en lo comercial Marta Cirulli. En el texto de la misma se lee: “Hágase saber la quiebra decretada, a cuyo fin ofíciese a la Inspección General de Justicia, y al Banco Central de la República Argentina. Requiérasele asimismo a este último, que comunique el estado de falencia a todas las instituciones de crédito del país, las que deberán trabar embargo sobre todas las sumas de dinero y otros valores que se encuentren depositados a la orden de la fallida, y procedan a transferirlos al Banco de la Ciudad de Buenos Aires, a la cuenta de autos y a la orden de la suscripta”.
Durante el fin de semana, el ex presidente había publicado una carta en sus redes sociales, en la que se refirió a la causa como una persecución desatada contra él y sus hijos. Allí decía que “ese acto lo ejecutan a través de la Justicia, manipulada por el procurador del Tesoro, Carlos Zannini. De eso se trata el caso del Correo Argentino SA.” Y entre sus principales argumentos sostenía que en el marco de la manipulación, se había rechazado la propuesta de cobrar el 100% de lo adeudado.
El falló señaló que existían “dudas razonables sobre la capacidad de pago” del Correo para cumplir con su propuesta de devolverle el 100% de lo adeudado a sus acreedores que había presentado semanas atrás. “La conducta desplegada por la deudora [por el Correo Argentino SA] a lo largo del dilatado trámite concursal no auspicia -desde la perspectiva del acreedor- la necesaria confianza en el cumplimiento fiel de lo prometido, tanto más frente a la falta de concreción definitiva que ha caracterizado sus sucesivos ofrecimientos”, indicó el escrito de 44 fojas.
El último intento de los Macri por evitar la quiebra fue el viernes pasado, cuando la Cámara de Apelaciones del fuero Comercial rechazó que el expediente se enviara a la Justicia porteña. Dos días después de ese fallo el ex presidente publicó la carta en sus redes sociales, donde denunció persecución en su contra. Se espera que el grupo de los Macri recurra a la Cámara de Apelaciones y a la Corte Suprema, donde buscarán otro destino para el proceso.
En el fallo, la jueza indicó que la oferta realizada por la concursada (Correo Argentino S.A) representaba el 100 por ciento de la deuda sólo a los ojos de la propia empresa, pero que no se correspondía con el valor actual de la misma. Esa oferta realizada en marzo de este año era de 1.011 millones de pesos en concepto de deuda total por el canon impago desde 1997 y sus intereses derivados. Pero esta cifra según la fiscal de la causa, Gabriela Boquín, es cinco veces menor al monto de la deuda total, la cual se calcula en alrededor de los 6.000 millones de pesos.
La concesión de Correo Argentino por parte del grupo Macri se dio a partir de 1997 bajo el Gobierno de Carlos Menem. La explotación de la estructura de correo que más extensa del país, en el marco del plan económico privatizador del menemismo, fue entregada a la familia Macri a cambio del pago de un canon semestral al Estado. En 2001 se inició un concurso de acreedores por la falta de pago de este canon, el cual según se denunció que había sido abonado una sola vez. En 2003, bajo el gobierno de Néstor Kirchner, éste rescindió la licitación denunciando esa falta de pago. Desde el inicio del concurso de acreedores las distintas propuestas hechas por el grupo deudor fueron rechazadas por insuficientes y “abusivas”, según los dictámenes de Boquín.
Durante el gobierno de Mauricio Macri entre 2015 y 2019, la causa subió en nivel de escándalo ya que bajo su mando, el Estado aceptó una oferta del Grupo Macri para pagar la deuda en 15 cuotas. Ese acuerdo finalmente no prosperó porque la fiscal, Gabriela Boquín, determinó que era “ruinoso” para las arcas del Estado.
Según señaló la jueza Cirulli en su fallo, la ley 24.522 de Concursos y Quiebras establece en su artículo 48 inciso 8 que "cuando en esta etapa no se obtuviera acuerdo preventivo, por tercero o por el deudor, o el acuerdo no fuese judicialmente homologado, el juez declarará la quiebra sin más trámite". Con la declaración de la quiebra, Cirulli extendió las funciones de quienes ya se desempeñaban como síndicos durante el concurso, en tanto que la interventora deberá presentar su informe final de gestión, como paso previo para iniciar la etapa de liquidación de activos para pagar las deudas de la empresa.
Al declarar la quiebra del Correo Argentino SA, sin embargo, la Justicia no ordenó extender el quebranto al holding controlante, el Grupo Socma, lo cual será una parte central de la disputa que intentará llevar adelante el grupo Macri. Algo hasta el momento bastante favorable al empresario y ex presidente ya que la empresa que tiene decretado el embargo hasta el momento, Correo Argentino, es una empresa inactiva y prácticamente en ruinas.
La victimización del ex presidente como persecución está floja de papeles. Durante las dos décadas pasadas desde que se inició el concurso de acreedores, desde el holding de los Macri no se realizó ninguna propuesta de pago seria y mientras fue gobierno intentó condonarse sus propia deuda. La familia Macri pasó de tener 7 a 47 empresas durante la última dictadura cívico-militar, un enriquecimiento brutal a costa del genocidio que no fue excepcional de esa familia sino algo común a muchos empresarios del país.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario