Un juzgado federal admitió la demanda de amparo presentada por Aldo Santos y dispuso que las autoridades de la Escuela Normal Superior de México suspendan la arbitraria expulsión del normalista, por considerar que esta medida puede haber violado sus derechos humanos.
Sábado 19 de septiembre de 2015
El viernes 18 de septiembre, le fue notificada por un juzgado federal al estudiante de la Escuela Normal Superior de México (ENSM), Aldo Santos -colaborador de La Izquierda Diario y militante del Movimiento de los Trabajadores Socialistas-, la admisión de la demanda de amparo que interpuso contra la decisión del director de esta escuela, el Dr. Gonzalo López Rueda, de expulsarlo utilizando como pretexto una evaluación irregular y amañada.
En consecuencia, la justicia federal decretó la “suspensión provisional” del acto reclamado, lo que quiere decir que Aldo deberá ser reincorporado con plenos derechos como alumno de la ENSM en tanto no se resuelva el juicio en definitiva. Así sea provisional, esta sentencia pone en evidencia que existen elementos para considerar que López Rueda actuó en su contra ilegal y arbitrariamente.
Una expulsión política
La expulsión de Aldo Santos ha sido denunciada en La Izquierda Diario como una medida de represión política que busca disciplinar al movimiento normalista en el D.F., del cual este estudiante es referente, para impedir que se organice y movilice junto al magisterio combativo que a lo largo y ancho del país se opone a la reforma educativa; por la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos por las fuerzas represivas del Estado; contra el vaciamiento -tendiente a la desaparición- de las normales; así como contra de la reaccionaria reforma a las normales que la SEP quiere imponer el año entrante.
Las autoridades de la ENSM y de la Dirección General de Educación Normal y Actualización del Magisterio (DGENAM), que estuvieron al tanto de la medida, son las mismas que en el D.F. mantienen desde hace años a las normales en el abandono y ahora quieren asegurarse que se imponga en ellas sin resistencia la pseudo “reforma educativa” que afectará a sus estudiantes, docentes, trabajadores y a la educación pública en general.
Mientras Peña Nieto busca mostrarse “accesible” reuniéndose con los padres de los 43, el gobierno federal y sus aliados continúan golpeando a los normalistas y maestros que defienden la educación pública, como mostró la brutal represión del pasado 15 de septiembre contra las estudiantes de la Normal Rural “Benito Juárez” de Panotla, Tlaxcala y los procesos penales iniciados contra maestros de la sección 9a del Distrito Federal y las órdenes de aprehensión giradas contra dirigentes de la sección 22 de la CNTE en Oaxaca.
Por la unidad de normalistas y maestros contra la represión
El proceso legal de Aldo Santos ha estado acompañado por una gran campaña nacional e internacional contra su expulsión, impulsada desde La Izquierda Diario y el MTS, que ha conseguido centenares de firmas solidarias de normalistas, maestros, universitarios, artistas, obreros, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos.
Esta campaña seguirá hasta lograr la reincorporación definitiva de Aldo Santos como alumno de la ENSM. La admisión del amparo fortalece la denuncia del carácter represor de quienes dirigen las normales y atentan contra ellas. Es necesario luchar por echar a esta casta burocrática y corrupta e imponer en las normales una dirección tripartita de trabajadores, maestros y con mayoría estudiantil, para poder defenderlas frente a la embestida del gobierno federal.
La coordinación del movimiento normalista a nivel nacional y su vinculación con el magisterio en lucha es una tarea pendiente para poder enfrentar en mejores condiciones la represión y los planes del gobierno. Hay que impulsar asambleas en todas las normales para organizar la participación de su comunidad en las actividades por la presentación con vida de los 43, a un año de su desaparición, así como en el paro nacional del 12 de octubre convocado por la Segunda Convención Nacional Magisterial y la CNTE.
