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Red Internacional
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DESPIDOS EN LA PRIMERA LÍNEA. Defender los puestos de trabajo es pelear contra el hambre y la pobreza, ¡Ningún trabajador sobra!

Despidos, suspensiones, trabajo precario, una de las caras que nos deja una pandemia que no solo cobró la vida de millones de personas a nivel mundial, sino que también dejó en la pobreza a millones de familias a costa de mantener las ganancias y riquezas de unos pocos.

Jueves 19 de noviembre de 2020

Las filas de desempleo en Chile supera el 12%, producto de la la crisis sanitaria y económica tras la llegada del coronavirus, empresas cerraron, bajaron la dotación de personal con la maldita ley de protección al empleo, sumando a los millones de desocupados cientos de suspendidos, quedando sin seguro de cesantía y sin salario, donde nada les asegura recuperar su puesto de trabajo una vez acabe el tiempo de la suspensión.

Frente a la pandemia y la necesidad de dar abasto con las atención de la población, se contrataron miles de trabajadores de la salud a lo largo del país, personal que se encontraba sin empleo y tuvo la oportunidad de entrar a modo de contingencia, con contratos honorarios y precarizados, sin mencionar las pésimas condiciones laborales, donde la falta de insumos y elementos de protección era pan de cada día, generando descontento y movilizaciones, como en el Hospital Barros Luco en Santiago, o la huelga de las trabajadoras subcontratadas del aseo en el Hospital Regional de Antofagasta.

A ya casi 10 meses de iniciada la pandemia, se acerca el fin de todos estos contratos, los que tenían una duración aproximada hasta diciembre, el personal que estaba en su casa como trabajador crónico, deberá volver a trabajar, quienes los reemplazaron y estaban de apoyo, se sumarán a las filas de la cesantía. Personal fundamental para el mejor funcionamiento de la salud pública y quienes sostuvieron la pandemia quedarían en la calle.

¿Por qué es necesario defender los puestos de trabajo?

La lucha por la defensa de los puestos de trabajo va en contra de las miserias que nos imponen los empresarios, implica cuestionar a quienes son dueños de todo, sus millonarias ganancias y las condiciones de vida que nos imponen, despedir nunca es necesario, solo hasta que sus vidas de lujo peligran, no sobran las y los trabajadores, sobra la explotacion, la sobrecarga laboral, las enfermedades, la flexibilización y las extensas jornadas, la cesantia solo afecta a las y los trabajadores con sus familias.

El sistema de salud pública está en crisis, la atención a las y los usuarios no es la adecuada por que falta personal, no dan abasto para toda la población, por eso es más que necesario que todas y todos quienes entraron por la contingencia y sostuvieron el funcionamiento de la salud conserven su puesto de trabajo, para trabajar lo necesario y vivir mejor, que todas y todos pasen a planta, que se termine el subcontrato que solo precariza y divide a quienes hoy son parte de la primera línea, como decían las trabajadoras del aseo del hospital de Antofagasta “sin aseo no hay salud”, “sin trabajadores no hay salud”.

Hoy se vienen movilizando las y los trabajadores de la salud, no solo por sus demandas, como el bono covid y el reconocimiento, sino también por el miserable aumento en el presupuesto del 2021 que dio el gobierno a la salud pública, $162 pesos por paciente, una burla, mientras a la policía le compran millonarios carros y armamento para reprimirnos.

La pandemia aún no termina, y cobro la vida de miles, incluso trabajadores de la primera línea, por ello, hagamos una exigencia a los sindicatos y los gremios de la salud como la FENATS, FENTESS, FENPRUSS, CONFUSAM, e incluso la misma CUT que nada ha dicho ni movilizado contra los despidos y fue parte silenciosa de permitir que pasaran el proyecto de "protección al empleo". Esta lucha no es individual, es de todas y todos los trabajadores, que esta movilización se organice desde las bases con asambleas, por un paro nacional unificado, que haga temblar al gobierno como el del 12 de noviembre del 2019, basta de simples estados de alerta, vamos por mejorar la salud de todas y todos, por no permitir ningún despido a la primera línea y por su prohibición.

Que esta lucha unifique a todas y todos los trabajadores de la salud, tanto subcontratados suplencias y honorarios, por que ningún trabajador sobra, ¡vamos por un paro nacional unificado que haga temblar al gobierno!,
¡por una salud digna para todas y todos!


Gidget Guardiola

Trabajadora de la APS, Agrupación de mujeres y diversidad sexual "Pan y Rosas"

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