El diputado nacional del PTS en el FITU estuvo este fin de semana recorriendo barriadas populares de La Matanza, José C. Paz y Moreno. Allí conversó con vecinas y vecinos sobre la situación económica y social que se está atravesando y las propuesta de la izquierda para terminar con el trabajo precario y que la crisis la paguen las grandes corporaciones.
Lunes 8 de agosto de 2022 09:14
Foto InfoTep
En la noche del domingo Nicolás del Caño estuvo en los estudios de Crónica HD conversando con Tomás Méndez. Lo hizo luego de visitar durante el fin de semana las barriadas populares de la zona Oeste del Gran Buenos Aires.
Le preguntaron a Del Caño por qué piensa “que la gente está enojada con la política tradicional y se va para el lado de Milei”, en referencia al diputado liberfacho y líder del agrupamiento de ultraderecha La Libertad Avanza. Él respondió demostrando que no es tan así como se dice.
“Mirá, hoy (por el domingo) estuve en González Catán, en la feria de Villa Scasso, ayer estuve en José C. Paz, el viernes en Moreno, recorriendo, escuchando y dialogando con la gente. Noto mucha bronca y también hay mucho apoyo a la izquierda, en lugares donde obtuvimos el 10 % de los votos en la última elección”.
Sobre qué habla con las y los habitantes de las barriadas populosas del conurbano bonaerense, Del Caño dice que “la gente no llega a fin de mes, no tienen para comer, les dan de comer a sus hijos lo que pueden y los padres no comen. Esa situación de pobreza es una realidad. La bronca es por la inflación y la gente que votó al Gobierno tiene mucha decepción porque las promesas que se habían hecho en el 2019 eran otras, que iban a estar primero los jubilados y no los bancos”.
También le consultaron al diputado de la izquierda qué piensa de la “auditoría que se viene a los planes sociales” para quitárselos “a quienes no dan contraprestación”. Él lanzó una definición contundente: “Se están poniendo la gorra con los más pobres”.
En ese sentido, explicó que se trata de personas que cobran $ 22.000 cuando la canasta básica familiar se ubica por encima de los $ 100.000. “Nosotros acompañamos los reclamos que hacen muchas organizaciones sociales respecto a que se universalicen los planes, porque son solamente un millón de personas que reciben un subsidio de $ 22.000. Esa gente no vive de los planes. Hoy la línea de indigencia en Argentina está en los $ 50.000 de ingreso”.
Entonces se preguntó “¿por qué no discutimos qué hacer con los grandes grupos empresarios? ¿Por qué no ponemos el monopolio estatal del comercio exterior y lo controla el pueblo trabajador? Los puertos privados que tienen se llevan de todo, hacen lo que quieren, aumenta el precio de la soja o cualquier producto en el extranjero y ellos, como venden en dólares, te trasladan los precios al mercado interno”.
En esa línea de pensamiento, Del Caño agregó: “¿Por qué no van a auditar a las 700 empresas que el propio Massa dijo que hacían montones de maniobras? Y hay muchas más. Todos esos grandes empresarios hacen maniobras de todo tipo, son los que saquean el Banco Central con las maniobras de adelanto de importaciones. U$S 28.000 millones tuvo de superávit comercial la Argentina entre 2020 y 2021. Cuando le preguntamos con Myriam Bregman y Alejandro Vilca a Martín Guzmán qué pasó con ese dinero dijo ‘bueno, en realidad’... y no respondió. En realidad se lo llevaron en pagos de la deuda, de la fuga de capitales que hacen los grandes empresarios, en adelantos de importaciones, en créditos”.
“Tenemos más pobreza que en 2017 con un empleo más o menos similar”, dijo el diputado. “Hay un 12 % más de pobreza, ¿qué es lo que explica esto? Los bajísimos salarios que hay. Por eso muchos sectores de trabajadores, que hacen jornadas extensas de trabajo están saliendo a luchar”, afirmó.
Por eso cuestión que se le estén “contando las costillas a los sectores populares que menos tienen. ¿Quién puede vivir con un plan de $ 22.000? Trabajar cuatro horas por día por $ 22.000 es directamente legalizar la precarización del empleo, la esclavitud”.
“Nosotros tenemos una propuesta para generar empleo genuino: reducir la jornada de trabajo a seis horas, repartiendo las horas de trabajo, sin reducción salarial, entre quienes no tienen empleo y quienes trabajan 12, 13 o 14 horas por día. Si empezás a aplicar esta medida en las 12.000 mayores empresas del país se podrían generar un millón. No es que la gente no quiere trabajar, sino que no hay empleo genuino y los salarios son bajísimos”, sintetizó Del Caño.
El diputado dijo por último que “la situación es desesperante para millones en la Argentina y la propuesta nuestra, justamente, es una salida favorable a las grandes mayorías. Que todos los recursos del país no se los sigan llevando cuatro o cinco grandes empresarios sino que estén organizados de manera racional en función de las necesidades sociales. Cuando planteamos la reducción de la jornada de trabajo es, justamente, porque la tecnología se desarrolló, se multiplicó la productividad, pero cada vez aumenta más la desigualdad. En vez de beneficiar al conjunto del pueblo trabajador, unos pocos son cada vez más ricos y las mayorías trabajadoras están cada vez peor”.