La Iglesia católica inició conversaciones con el gobierno nacional para renunciar a una parte del financiamiento que recibe del Estado, que se estima que representa apenas el 7% de sus ingresos.
Sol Bajar @Sol_Bajar
Jueves 23 de agosto de 2018 10:56
Luego del amplio rechazo que generó su intromisión en el debate sobre aborto, la Conferencia Episcopal hizo un anuncio demagógico y anticipó que iniciará tratativas para renunciar a una parte del financiamiento que recibe por parte del Estado. De este modo, se preparan para devolverle el favor al gobierno nacional y a la oposición peronista, que pidieron no confrontar con la Iglesia y garantizaron que no se aprobara la ley de interrupción voluntaria de los embarazos.
Según informó al Congreso el jefe de Gabinete Marcos Peña, los obispos habrán recibido, al finalizar el año, más de 130 millones de pesos del presupuesto nacional, en concepto de "sueldos". Sin embargo, el financiamiento de esta institución no se reduce sólo al pago de las dietas de los representantes del clero.
Así lo evidenciaron los diputados del Frente de Izquierda Nicolás del Caño y Nathalia González Seligra, que exigieron con un proyecto de ley la derogación de una decena de decretos que impuso la dictadura cívico militar y que todavía están vigentes.
Como denunciaron los diputados de la izquierda, la Iglesia también goza de otros ingresos directos en concepto -entre otros- de subsidios, pasajes y jubilaciones, además de contar con numerosos aportes indirectos, como lo son el beneficio de exenciones impositivas y de cesiones de propiedades inmuebles, que denunciaron recientemente Myriam Bregman y Patricio del Corro en la legislatura porteña, y que tampoco están en debate para la jerarquía eclesial.
Demagogia
Según informó el periodista Sergio Rubin, la Conferencia Episcopal Argentina anunció que el renunciamiento a los "salarios" de los obispos, se realizaría “de manera gradual” y dependiendo de la entrada en vigencia "de un nuevo sistema de sostenimiento del culto católico", que consta en un proyecto de ley girado por el Poder Ejecutivo a la cámara de Diputados. Ese proyecto, que ingresó de la mano del actual Secretario de Culto Santiago de Estrada, a quien se conoce con el apodo de "el Obispo" por sus vínculos con la Iglesia, aún espera tratamiento en la Comisión que preside la macrista Liberman. Aunque hubo varios intentos para promover su tratamiento, el amplio rechazo que generó la intromisión de la Iglesia en el debate del aborto, impidió que éste prospere.
Las recientes declaraciones demagógicas de la Conferencia Episcopal develan el intento de desactivar el amplio movimiento que exige la separación de la Iglesia del Estado, desde que el Senado rechazara la legalización del aborto por las presiones ejercidas por la Iglesia.