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Red Internacional
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Rancagua. Unimarc Rancagua: trabajadores denuncian extensión horaria arbitraria y falta de seguridad sanitaria

Compartimos desde La Izquierda Diario la denuncia de trabajadores de Unimarc Rancagua, por los abusos que se están cometiendo de parte de los dueños, así como las deficientes medidas de higiene y seguridad en el local

Sábado 11 de abril de 2020

Como trabajadores del supermercado Unimarc en Rancagua, denunciamos la precaria situación en la cual nos encontramos trabajando al interior del recinto, siendo obligados a trabajar hasta el contagio de Covid-19, junto a una serie de irregularidades como las modificaciones nuestros horarios de trabajo en al menos 3 ocasiones entre lo que va de la pandemia: entre marzo-abril.

Dos aspectos son críticos, en primer lugar, se encuentra la excesiva falta de personal, produciendo en los trabajadores que quedamos el estar obligados a una sobrecarga de labores, polifuncionalidad, además de otras labores que no están contempladas en el contrato de trabajo.

Frente a esta situación, la empresa ha optado por subir las horas de los trabajadores part-time, además del cambio arbitrario de los horarios de trabajo para todos sus colaboradores, tanto internos como externos, provocando una serie de problemas hacia quienes se sostienen manteniendo dos trabajos en distintos horarios, pues los sueldos que entrega Unimarc, en el mejor de los casos (45 hrs.) no superan el sueldo mínimo.

La promesa de un bono Covid-19 para quienes aceptaran el aumento de horas de trabajo -que en realidad es una gift card con una inmensidad de requisitos- pareciera ser una burla, 55 mil pesos mientras el supermercado tiene millonarias ganancias diarias, una burla para nosotros que cobramos sueldos paupérrimos arriesgando nuestras vidas y la de nuestro entorno mediante la exposición generada en el trabajo.

En segundo lugar, se encuentran las condiciones de seguridad e higiene para la prevención del Covid-19, frente a esto, exponemos que las y los trabajadores contamos para todo el turno de trabajo con tan solo una mascarilla y un par de guantes, siendo advertidos que llegará un momento donde ya no se nos suministrará tales implementos, por lo cual, la prevención corre por cuenta propia.

De igual forma comenzó el gobierno a aplicar este medida, multando a los trabajadores, mientras a las empresas les dan créditos millonarios para sobrellevar la crisis. Así mismo, están las aglomeraciones -no permitidas por el Ministerio de Salud- que se producen en el casino y en los camarines, además de la nula sanitización para la entrada del próximo turno, así como en el supermercado en general, por lo cual en algunas secciones los propios trabajadores han optado por llevarlo a cabo, sanitizando los focos de más probable contagio.

Como se puede vislumbrar, la salud y prevención del virus corre por nosotros mismos, la empresa no está realmente interesada en protegernos del contagio, sino más bien de seguir recibiendo diariamente millonarias cifras. Más vergonzoso aún, es que la empresa no cuente con ningún protocolo frente al inminente contagio por parte de un trabajador, además del juicio al que esta expuesto el trabajador en tener que demostrar que fue contagiado en el supermercado, pues de manera contraria, la empresa no correrá con los gastos de licencia por contagio de COVID-19.

Así las cosas, nos exponen al contagio y después no nos pagarán licencias laborales, pues sabemos que la probabilidad de demostrar un contagio al interior del supermercado es casi nula, ya que ninguna medida de seguridad facilita que solo ingresen personas no contagiadas. Demandamos una real política de prevención frente al virus, la real sanitización de los espacios, medidas irrisorias, pues la empresa cuenta con medios de sobra para asegurar la salud de sus trabajadores.

Sabemos que nos somos los únicos trabajadores en esta situación, somos cientos quienes pasamos por los mismos problemas, es por esto que hacemos un llamado a la solidaridad y unión de los mismos, pues nos une el mismo sindicato en toda la región, pero si este no está a la altura de lo que demandan los trabajadores en cada local, la alternativa debe surgir de nuestros mismos espacios, siendo nosotros los sujetos y sujetas políticas capaces de dar una salida, levantando sindicatos combativos que se se proponga defender nuestros intereses, y donde la crisis, no la paguen nuestros bolsillos ni nuestras vidas.