Nueva denuncia contra el Servicio de Salud de Antofagasta (SSA) fue recibida por la Contraloría Regional, una “inflación” en el costo de ambulancias deja planteada la incertidumbre hacia dónde van los fondos destinados a salud.
Domingo 6 de octubre de 2019
La salud pública viene atravesando una crisis que se ha expresado principalmente en las falencias de los centros asistenciales y hospitalarios, la constante falta de insumos y personal, largas listas de espera por una atención ambulatoria y operaciones, colapsos en los hospitales teniendo como resultado muchas veces la muerte de pacientes esperando en salas de espera, esto combinado con las paupérrimas condiciones laborales a las que tienen que enfrentarse las y los trabajadores de la salud, subcontrato y contratos inestables más las extensas jornadas terminan por agotar al personal, afectando esta crisis no solo a los pacientes sino también a las y los trabajadores.
El gobierno de turno, junto con los empresarios se encargaron de mantener el modelo de salud de mercado que nos dejó la dictadura, permitiendo la entrada de empresas externas para la administración y funcionamiento del hospital, entregando fondos públicos a dichas empresas para que mantengan el funcionamiento de los hospitales. Este es uno de los grandes nudos de la salud pública, fondos que deberían destinarse a la construcción de más hospitales y al fortalecimiento de una salud gratuita para todas y todos, terminan en los bolsillos de un puñado de empresarios.
Esta semana se dio a conocer las abultadas sumas de dinero que invirtió el Servicio de Salud de Antofagasta en el arriendo de tres ambulancias, destinadas para el Hospital de Antofagasta y Calama, siendo $180.000.000 los desembolsados por el gobierno para esta adquisición. El contrato fue llevado a cabo entre el SSA y la empresa Medial Services y aprobado por el jefe de recursos fijos del servicio y el director del servicio,
dejando en evidencia un abultado“sobreprecio”, el cual la contraloría acusa que el monto por ambulancia es mucho menor por medio año, bordeando los $10 millones.
El servicio de salud de Antofagasta no es la primera vez que se ve envuelto en un caso que tenga que ver con malas prácticas y privilegios dentro de la institución, el primero fue la cuestionada elección de personal en altos cargos, donde familiares de personal parte del gobierno estaban apitutados en dichos cargos, al descubierto los privilegios que buscan mantener a toda costa esta casta empresarial.
La fuga de estos dineros es expresión de los intereses de los grandes empresarios que ponen por delante de la salud de la población, lo que necesitamos es una salud de calidad, gratuita y de libre acceso para todos y todas, por ello el Estado debe hacerse cargo financiandola y poniendo fin a la fuga de dineros a los privados junto con la privatización de los servicios, la solución no la encontraremos confiando en el gobierno quien ha sido el principal responsable de consolidar el modelo que nos dejó la dictadura, tomemos en nuestras manos la administración y funcionamiento de los centros hospitalarios, para que sean las y los trabajadores de la salud y los usuarios quienes controlan y llevan adelante el funcionamiento de la salud pública por fuera de toda lógica mercantil.
Gidget Guardiola
Trabajadora de la APS, Agrupación de mujeres y diversidad sexual "Pan y Rosas", Agrupación de trabajadores de la salud "Abran Paso"