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POLÍTICA Y NEGOCIOS. Denuncia contra OCA y Moyano: ¿la sangre llega al río?

El organismo que investiga el lavado de dinero presentó una denuncia en el fuero penal económico tras un informe de la Unidad de Investigación Financiera. La empresa postal en el centro del entuerto y un enfrentamiento mudo con final abierto.

Fernando Rosso

Fernando Rosso @RossoFer

Sábado 13 de enero de 2018 00:00

“El gremio de Camioneros convocó a un paro de actividades con movilización para el próximo lunes y amenazó con bloqueos a los medios de comunicación” afirmaba la crónica periodística y explicaba que la medida se llevaría a cabo “en repudio a la investigación iniciada en Suiza por lavado de dinero contra el titular del sindicato y de la CGT, Hugo Moyano”.

Corría el mes de junio del año 2011 y esa fue la contundente respuesta que dio la conducción del gremio a un pedido de informe de dos fiscales suizos por lavado de dinero realizado presuntamente por Moyano y su familia.

Dos días después, el jefe de los camioneros levantó la huelga que nunca fue, mientras la causa –floja de papeles– se cajoneaba, en parte gracias a la intermediación de Cancillería. La acusación era una “clásica” contra Moyano: relaciones poco claras con una empresa de su rubro, Covelia S.A., que había blanqueado dinero en el país helvético.

Exhorto recargado

El mediodía de este viernes caliente, el sindicalista más poderoso de la Argentina del último cuarto de siglo, recibió lo que algunos calificaron como la acusación más fuerte de toda su historia.

La PROCELAC, el organismo del Ministerio Público Fiscal encargado de investigar delitos de lavado, presentó una estridente denuncia contra Hugo Moyano, su hijo Pablo, el sindicato de Camioneros y un grupo de empresas vinculados al dirigente sindical.

La denuncia se presentó ante la Cámara del fuero penal económico y los presuntos delitos son una evasión impositiva masiva y lavado de dinero a través de una compleja red de empresas, cuentas y depósitos que datan desde el año 2008.

La presentación de la PROCELAC proviene de un informe de inteligencia elaborado por la Unidad de Información Financiera (UIF) comandada por Mariano Federici, con evidente respaldo del gobierno de Mauricio Macri.

La empresa postal OCA, el correo privado más importante del país -con siete mil afiliados al gremio de camioneros-, es la principal firma implicada. Pero la acusación también incluye al Grupo Rhuo -que controla OCA- y el Grupo Damasco, el Club Atlético, Social y Deportivo Camioneros, la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, la Mutual del sindicato y alguien que no podía faltar en todo este lío: el excéntrico empresario Patricio Farcuh, presidente de OCA y miembro de los directorios de varias de estas empresas.

Según la investigación de la UIF, hubo transferencia de fondos, giros sospechosos y movimientos extraños entre las empresas de Farcuh y Moyano.

Guía Laboral Empresa de Servicios Eventuales SRL; Pertenecer SRL, especializada en servicios de limpieza o el Grupo Damasco S.A, declarada como de “servicios inmobiliarios”; todas compañías vinculadas a Farcuh, giraron cheques sin fondos o dejaron de pagar aportes patronales mientras sus balances mostraban crecimientos exponenciales. También, en el caso del Grupo Damasco, realizó “donaciones” millonarias a la mutual y al club del sindicato.

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Al lado de esta denuncia, el famoso “exhorto” suizo de 2011 queda como una travesura menor de dos inconscientes fiscales en busca de fama en el país del fin del mundo.

Cambiados

Pero junto a Cambiemos, al que el "Negro" ayudó generosamente a llegar al Gobierno, también cambió aquel beligerante Moyano que salió a enfrentarse discursivamente con todos y todas, incluida la fallecida Ernestina de Noble, dueña de Clarín, a quien exigió que permita que sus hijastros se realicen la prueba de ADN para saber si eran hijos de desaparecidos.

No pasaron ni 48 horas desde el corte de cinta para la inauguración de la Clínica Antártida, propiedad de la obra social camionera, evento al que asistieron los cambiemitas Jorge Triaca y Diego Santilli, y se conoció la megadenuncia con evidente empuje gubernamental. ¿Una presión in extremis del “vandorismo” amarillo para hacer hocicar a Moyano o una guerra que tiende a los extremos?

Desde el lado del Gobierno, la denuncia es inseparable de la “oportuna” campaña contra las “mafias” sindicales con el objetivo estratégico de desprestigiar, junto con algunos de los más impresentables dirigentes, a toda forma de organización obrera, para avanzar en la hoy estancada reforma laboral.

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Mientras el Gobierno mantuvo el respirador artificial de OCA, mandatando al Enacom para que extienda a plazo la licencia para seguir operando (pese a una deuda millonaria que tiene con la AFIP), Moyano mandó a su ala más belicosa (Pablo) a cuarteles de invierno. Luego de las “incendiarias” declaraciones sobre la nueva “Banelco”, los Moyano brillaron por su ausencia en las movilizaciones y la crisis política producida por el atraco a los jubilados con la mal llamada reforma previsional.

Fuera del amparo del Estado, desde la ruptura con la expresidenta Cristina Fernández, Moyano menguó una gran parte de su poder y las vidriosas relaciones con las empresas con las que mantiene alianzas íntimas, fortalecieron el polo de la integración y casi anularon el de la “resistencia”.

Sin embargo, además del estratégico sindicato de camioneros (que transporta el 95% de las toneladas que se trasladan en el país), con cerca de 200 mil afiliados, también controla el transporte de caudales y la neurálgica recolección de residuos, además de la logística en muchos grandes centros de distribución y depósito de mercaderías.

Hasta la noche del viernes, no hubo respuesta de Moyano a la denuncia, que se suma a la investigación por malversación de fondos y relación con la barra de Independiente a partir de las declaraciones del encarcelado Pablo “Bebote” Álvarez, que involucró a Pablo Moyano. Habrá que ver si todavía lo siguen apodando "Bobote", como lo habían rebautizado "cariñosamente".

La disputa estructural, más allá de las rencillas de camarillas que defienden sus privilegios, está dada por el intento del Gobierno de avanzar sobre los derechos históricos del movimiento obrero, en el marco de una relación de fuerzas que, con todas las deformaciones aberrantes, Moyano expresó durante todos estos años.

Los próximos días dictaminarán si la denuncia es puro humo cambiemita para alimentar la rabia de sus fervientes seguidores o si, como afirmó el inefable Luis Barrionuevo, el macrismo quiere pisar “la cola del león”. También se develará si el moyanismo y Moyano quieren volver a ocupar su rol histórico de contención del movimiento obrero o si la mutación que manifestó en el último tiempo alcanzó el punto caramelo más deseado por el macrismo: convertirse en un todavía poderoso pero inofensivo león herbívoro.


Fernando Rosso

Periodista. Editor y columnista político en La Izquierda Diario. Colabora en revistas y publicaciones nacionales con artículos sobre la realidad política y social. Conduce el programa radial “El Círculo Rojo” que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs. por Radio Con Vos 89.9.

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