Los trabajadores del sanatorio La Trinidad denuncian en redes que trabajan sin los elementos de seguridad y que algunos compañeros fueron contagiados por el virus en la última semana.
Sábado 18 de abril de 2020 17:15
En el municipio de San Isidro, a pocas cuadras del hipódromo en uno de los barrios más adinerados de la localidad, se encuentran las dos sedes del sanatorio La Trinidad. El slogan de esta clínica que atiende exclusivamente a afiliados de Galeno, dice que su meta es “alcanzar la excelencia médica”.
Esta frase quedó muy alejada de la realidad al conocerse lo que están experimentando sus trabajadores, en los últimos días quedó a la vista la negligencia de las autoridades de este sanatorio. Durante la semana pasada en la sede Fleming tuvieron que realizar una medida de fuerza para que les entregaran los barbijos, tan importantes para poder cuidar de su salud mientras siguen cumpliendo con su tarea.
La última semana también, a través de denuncias en las redes y medios locales, los trabajadores de la sede de Thames reclamaron que por la falta de insumos necesarios y testeos varios de sus compañeros se encuentran infectados por el virus. Indicaron que “varios de los casos confirmados se descubrieron mientras los trabajadores cubrían las guardias y atendían pacientes”, dejando en claro que a las direcciones de esta institución solo le importa seguir generando ganancias a costa de la salud de sus empleados.
La otra cara de los lujos de San Isidro
El municipio de San Isidro, donde se encuentran algunas de las clínicas privadas más costosas de zona norte y siendo uno de los distritos más ricos de la provincia, inclusive con mayor presupuesto que la Matanza en materia de salud, cuenta únicamente con 13 camas de internación cada 10.000 habitantes.
Gustavo Posse, el intendente del municipio, ocupa este cargo nada más y nada menos que desde 1999 sucediendo a su padre, de manera casi feudal. Si bien anunció que donaría parte de su dieta a la cooperadora del Hospital Central, la vida de este político nada se asemeja a la realidad que viven miles de trabajadores de la salud en esta localidad ni del sistema de salud en su conjunto.
En el día viernes se dió a conocer a través de una denuncia que realizó la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina que nuestro país tiene la tasa más alta de personal de salud infectado por COVID-19, esto es debido a que no cuentan con los materiales de seguridad básicos necesarios para protegerse, como barbijos o mamelucos descartables. La desinversión en el sistema de salud a nivel nacional ligado a la falta de testeos masivos, y particularmente a los trabajadores quienes están en primera línea tiene como consecuencia la propagación del virus dentro de los propios centros de salud.
¿Quiénes cuidan a los que nos cuidan?
No es la primera vez que los trabajadores de la salud de San Isidro deben levantar la voz, los trabajadores del Hospital Materno Infantil han expuesto también que han sufrido ceses y amenazas de despidos por reclamar los materiales básicos de higiene para poder trabajar en condiciones.
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En los medios de comunicación los llaman héroes, pero a los trabajadores de la salud los deja totalmente desprotegidos, nuestra salud no puede estar a merced de la especulación de quienes buscan únicamente el lucro con nuestras vidas. Se necesita de manera urgente la unificación del sistema de salud público y privado donde quienes ponen el cuerpo frente a esta pandemia en la primera línea sean los que lo controlen y tomen las decisiones frente a esta crisis sanitaria.