Trabajadores y trabajadoras de la salud de todas las áreas deben enfrentar los ajustes y la precarización de la salud en tiempos de coronavirus. Las y los acompañantes terapéuticos, dependientes de la Dirección de Discapacidad de la provincia denuncian las condiciones en las que trabajan y los despidos en el sector.
Viernes 24 de abril de 2020 00:00
¿Quién cuida a los que nos cuidan?. La pregunta se repite una y otra vez desde que empezó la crisis del coronavirus. La emergencia sanitaria ha profundizado las condiciones laborales en Argentina, la mayoría de los trabajos se realizan en condiciones precaria o informal. Trabajadores y trabajadoras de la salud que enfrentan la pandemia, poniéndole el cuerpo a su profesión, pero maltratados por los gobiernos que, por la precarización a los que los y las someten, no solo los exponen al contagio de Covid 19 por la falta de insumos, sino que también los persigue y despide.
"Les trabajadores que estaban con niños en escuela, al no abrir las escuelas, los dejaron sin trabajo en plena cuarentena sin ninguna clase de compensación. La mayoría no puede ni cobrar el IFE porque nos pagan a través de subsidios asi que no son compatibles", relata uno de ellos. Este es el drama de cientos de trabajadores y trabajadoras que se quedaron sin trabajo en plena cuarentena, pero también de cientos de personas con discapacidad que se vieron privadas de sus acompañantes terapéuticos en una situación de aislamiento social.
E, trabajador precarizado de la Dirección de Discapacidad de la provincia de Mendoza cuenta que quienes siguen trabajando también la pasan mal: "a los que siguimos trabajando, nos hacen ir sin darnos elementos de seguridad sanitaria como barbijos, guantes o alcohol en gel". El, como la mayoría de los acompañantes terapéuticos, son jóvenes estudiantes que actúan como auxiliares de la salud de personas con distintas discapacidades o padecimientos.
Te puede interesar: [Video] Precarizan la salud: jóvenes acompañantes terapéuticos se plantan
Te puede interesar: [Video] Precarizan la salud: jóvenes acompañantes terapéuticos se plantan
"Trabajo para la Dirección de Discapacidad desde principios de año, pero me dieron el alta un mes después recién", relata sobre su experiencia E. Consultado sobre el trabajo que realiza, explica que "el método de trabajo es simple, se nos otorga un un caso o paciente y se pactan las horas y días de trabajo. El método de pago es a través de un subsidio, por lo tanto no tenemos aportes ni obra social. Cobramos como máximo $ 9.000 mensuales, y a mes atrasado, por lo tanto generalmente nos deben dos meses. De esa manera discapacidad puede despedir trabajadores en plena cuarentena".
"Trabajamos para la Dirección de Discapacidad, pero ahora desconocen la relación laboral", denuncia. Esta situación es la que tuvo que vivir Mariela, quien cuenta que "justo me habían dicho que me iban a asignar un caso en edad escolar, pero como empezó la cuarentena me despidieron y encima me decían que no era la culpa de nadie que cierren las escuelas".
"Siempre estuve predispuesta a prestar mi servicio. Se me dio la baja en forma verbal, y yo en ese momento grabé la conversación donde la Lic Jara se molesta mucho porque le pedí que me dieran la baja por escrito y consulté a cuantos trabajadores estaban despidiendo. Luego me sacan del grupo de WhatsApp", relata Mariela sobre su experiencia.
También podes leer: Trabajadores de la salud denuncian la falta de insumos en los hospitales de Mendoza
También podes leer: Trabajadores de la salud denuncian la falta de insumos en los hospitales de Mendoza
Mariela cuenta además que "trabaje desde mayo del 2019 con un paciente internado en el Hospital Central, donde cumplía horario de entrada y salida. Este paciente fue trasladado al Hospital Lagomaggiore donde es aislado por un virus intrahospitalario, donde me vi expuesta a contagio". La precarización también es la falta de elementos de seguridad e higiene para preservar la salud de los trabajadores y trabajadoras: "No llevábamos uniformes ni se nos proveía de protección ".
La crisis sanitaria del coronavirus puso al desnudo el resultado de años de ajuste y desinversión en la salud pública. El Estado provincial, en plena pandemia deja sin trabajo ni cobertura de salud a decenas de acompañantes terapéuticos y desamparados a sus pacientes, mientras que tampoco provee de elementos de seguridad a quienes siguen trabajando. Para garantizar la salud de los y las pacientes, y la estabilidad laboral y el salario de los y las trabajadoras de la salud, es necesario terminar con la precarización laboral, el pase a planta de todos los contratados, monotributistas y todas las formas de contrato basura y un salario de emergencia igual a la canasta básica.
También te puede interesar: Acompañantes terapéuticos: ¿cómo llegamos a esta emergencia sanitaria?