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Red Internacional
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Chile Vamos. Derecha ante las primarias: entre la definición de candidatos y las expectativas de la población

La derecha comienza a mostrar sus cartas para estas próximas elecciones, posicionándose desde una u otra parte como competidores pero viéndose al mismo tiempo, empujados a mantener unidad de Chile Vamos con cierta independencia de los resultados de las primarias por una situación nacional con la mayoría de la población a favor de la reducción de la jornada laboral. ¿Para qué tenemos que prepararnos?

Martes 8 de octubre de 2019

En medio de una situación nacional cruzada por la discusión sobre la reducción de la jornada laboral, la precariedad laboral y la flexibilidad; la derecha de Chile Vamos se verá obligada por una parte a competir en las elecciones, pero por otra se ven empujados a mantener unidad para enfrentar una situación en la que el pueblo trabajador y la juventud precarizada está discutiendo y aprobando la reducción de la jornada laboral, es decir, tienen mayores expectativas.

Son tres las principales discusiones hasta el momento de cara a las primarias: 1) Se comienza a discutir quienes entrarán a competir en las primarias dentro de Chile Vamos, hasta el momento discutiendo principalmente el puesto a gobernador o gobernadora de la Región Metropolitana. 2) ¿Entrará a las primarias de la derecha José Antonio Kast? Al respecto estos políticos de los empresarios se pronuncian más bien en contra, y a favor de “ampliar los márgenes de la centro derecha”, en palabras de la portavoz del gobierno de Piñera, Cecilia Pérez. 3) La renuncia de sus autoridades que quieran presentar a elecciones, que pueden hacerlo hasta el 25 de octubre y que hasta el momento se sabe que son al menos 9 intendentes que dejarán sus cargos. Pérez aseguró que están preparando los reemplazos liderados por el Ministro del Interior, Andrés Chadwick, responsable político del asesinato a Camilo Catrillanca y la militarización del Wallmapu durante el gobierno.

Los próximos reemplazos serán una aguja en dirección al proyecto del gobierno de aquí hasta al menos las elecciones, y no es menor que la decisión sobre quiénes serán los reemplazos, esté liderado por Chadwick, quien además tiene profundos lazos con su primo, el presidente Sebastián Piñera. El hecho de no dar muchas luces de que Kast pueda entrar a competir a primarias, es también un termómetro de las apuestas que hacen los capitalistas, que en este momento parece ser elegir a Chile Vamos como su apuesta más viable para el momento, pero eso no quiere decir que Kast no esté al acecho.

Estos han sido algunos de los movimientos que ha realizado la derecha hasta el momento, y lo que venga echará más luces sobre las apuestas del gran empresariado chileno y sus políticos de Chile Vamos. Pero el que mantengan aspiraciones a la unidad como coalición, además de demostrar la conciencia de clase que tienen, muestra lo poco fortalecidos que se encuentran para lo que prevén para el próximo periodo, con una clase trabajadora que aumenta sus expectativas por una parte, y por los ataques que los empresarios necesitan seguir pasando, como la reciente alza del pasaje de metro a $830.

Tarde o temprano, la expectativa choca con la realidad. Ellos, los capitalistas y sus políticos a sueldo, quieren que nos resignemos a aceptar la precariedad de los trabajos, la salud, la educación y la vivienda; quieren seguir engrosando sus bolsillos a costa de nuestras vidas y de la depredación del medio ambiente, de nuestro futuro. No queremos resignarnos a vivir una vida de miseria para que los dueños de este país, tanto nacionales como imperialistas, se enriquezcan cada vez más.

Para ello es necesario que organicemos coordinadoras en universidades, liceos y en los trabajos para desplegar un enorme movimiento por la reducción de la jornada laboral sin precarización, flexibilización, y sin reducción del salario. La derecha ya está preparando sus cartas, el pueblo trabajador y la juventud precarizada deben preparar la respuesta para el momento en que nuestras expectativas choquen con la realidad no sean los empresarios los que salgan ganando, y este choque de expectativas no parece estar muy lejos.

El 23 se votará en la Cámara de Diputados, de pasar ese proceso tiene que llegar al Senado, donde ya se hace poco probable que lo pasen, no al menos sin pasar la flexibilidad y con ello la precariedad acentuada del trabajo. Pero incluso si llega a ser aprobado el proyecto en el Senado aún Piñera puede recurrir al Tribunal Constitucional o hacer uso del veto presidencial. Por tanto, para efectivamente reducir las jornadas de trabajo y mejorar nuestras condiciones de vida, tenemos que pasar a organizar las fuerzas que lo conquisten, y que a ésta tarea se avoquen las Federaciones Estudiantiles, los sindicatos y las centrales sindicales, o nos harán pagar a nosotres.