Los meses que van de gobierno de la derecha y de los grandes empresarios, han traído consigo un selectivo número de ataques hacia los trabajadores y también a los estudiantes. Despidos en diferentes fábricas, un esclavizante estatuto laboral juvenil, el nuevo CAE, mayor poder a los directores para cancelar matrícula a los estudiantes bajo el pretexto de “enfrentar la violencia”, la reforma tributaria a medida de los empresarios, le negación al derecho al aborto, entre otros. La pregunta que se abre entonces es ¿cómo debemos enfrentar a Piñera?

Akemi Matsubara Egresada Derecho Universidad de Antofagasta

Karla Peralta Díaz Médica en Antofagasta, Pan y Rosas
Miércoles 12 de septiembre de 2018
Vamos por un aborto libre, legal, seguro y gratuito y separación efectiva de la Iglesia con el Estado
Hace algunas semanas el Frente Amplio, en conjunto con partidos de la ex Nueva Mayoría, como el Partido Comunista (PC), presentaron en el parlamento un proyecto de despenalización del aborto hasta las 14 semanas, pero que deja por fuera la demanda de las calles por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito.
De aprobarse este proyecto, que en el marco de la punitiva legislación chilena sería un gran avance, sigue siendo insuficiente para las miles de mujeres que ponen en riesgo su salud al exponerse a abortos clandestinos, ya que, la despenalización del aborto no asegura la legalidad de éste y por lo tanto no responsabiliza al Estado de otorgar este derecho en los servicios públicos de salud de manera gratuita y segura, y con esto, ¿no dejamos abiertas las puertas al negocio de la salud, sumando un ítem más para que las clínicas privadas hagan un reciban ganancias con el legítimo derecho al aborto?.
Lo que realmente necesitamos no es un proyecto que se realice y se debata en la cocina parlamentaria, por el contrario, debe ser la expresión de asambleas de las coordinadoras del movimiento de mujeres, de las asambleas estudiantiles y en los lugares de trabajo, porque somos nosotras, las estudiantes y trabajadoras las que tenemos que decidir qué proyecto de ley de aborto queremos, para que responda realmente a nuestros intereses sobrepasando la medida de lo posible.
Acabemos con la santa alianza de la Iglesia y el Estado
Ahora bien, no solo el gobierno se encuentra en una mala racha de aprobación, sino que también las instituciones que en otro tiempo fueran pilares sólidos del Estado, hoy tiemblan y se agrietan cada vez más, como son carabineros y la Iglesia.
Ésta última, que ha sido opositora histórica a los derechos de las mujeres y la diversidad sexual, y que hoy se empantana en su propia crisis debido a las centenas de denuncias por abusos sexuales a menores, mientras de la mano con la derecha de Piñera, intentan sostener un discurso "provida" en contra del aborto legal, pero que con esta crisis se cae a pedazos, mostrando la profundidad de la doble moral que intentan imponer.
La Iglesia no sólo se inmiscuye en cuanto a nuestros derechos sexuales y reproductivos y en contra de la diversidad sexual, sino que, también se relaciona profundamente con la educación y en una alianza profunda con el Estado que aún hoy, continúa inyectando millonarias sumas de recursos para subsidiar a la Iglesia Católica financiando sus instituciones de educación desde donde levantan e imponen su moral conservadora, negando el derecho a una educación laica y no heteronormativa, así como también, el acceso a la educación sexual.
Por esto es que desde Pan y Rosas vemos inescindible la lucha por el aborto legal como por una educación laica y no sexista ni heteronormativa, que de paso a una educación sexual efectiva y libre de la moral conservadora en las escuelas, liceos y universidades para poder decidir sobre nuestra sexualidad, así como también el libre acceso a anticonceptivos para no tener que abortar. Entonces, ¿no debe ir de la mano la lucha por la disolución definitiva de la santa alianza entre la Iglesia y el Estado?
¡Este 28 de septiembre debemos ser miles en las calles en todo el país!
Precarización de la vida y educación en crisis: ¿cuál es el rol de la juventud?
Uno de los elementos centrales que debe ser parte de las batallas del movimiento estudiantil, es la profunda crisis en la que se encuentra la educación pública, que ha tenido algunos ejemplos que salieron a flote como fue con la crisis de la Iberoamericana y de la Arcis.
Hoy, tenemos nuevos ejemplos del abandono intencional en que se encuentra la educación superior pública, como la compleja situación que viven estudiantes y trabajadores de la UMCE (ex Pedagógico), con posibles despidos de docentes, aumento de carga laboral para los docentes a planta y aumento de matrículas junto con un congelamiento de los proyectos de infraestructura, y también podemos evidenciarlo en el cierre de carreras vespertinas en la UPLA. Todo esto ocurre dentro del marco en que la beca gratuidad de Bachelet no respondió a la demanda de educación 100% gratuita, manteniendo el endeudamiento de miles de estudiantes, el nuevo CAE de Piñera.
Además, se nos criminaliza por protestar y exigir nuestros derechos, cosa que se cristaliza en el proyecto de la Ministra de Educación, Cubillos, que pretende entregar mayor poder a los directores para cancelar matrículas a los estudiantes que se movilicen. Ante esto, no podemos retroceder y debemos recuperar nuestro rol más combativo, tal como los secundarios de Quinteros y Puchuncaví, que se tomaron sus liceos contra la contaminación, porque no están dispuestos a estudiar en condiciones deplorables, precarias, que incluso afecta sus vidas.
Pero no solo en educación pretende golpearnos este gobierno de Piñera, también levanta la amenaza de profundización de la precariedad laboral para miles de jóvenes con el nefasto proyecto de estatuto laboral juvenil, que limita enormemente la posibilidad de trabajo para un gran número de estudiantes que deben trabajar para poder acceder a la encarecida educación superior. Una más de la caretas que se caen a pedazos del gobierno, que apegado a su tradición de doble moral, con este mismo estatuto quita derechos maternales a las mujeres jóvenes que trabajan desde el mismo podio desde donde se niegan al derecho al aborto legal. Es por eso que debemos ir por echar abajo este proyecto del esclavo juvenil.
En sintonía con el gobierno empresarial, el “casi vitalicio” Rector de la Unversidad de Antofagasta (UA), Luis Loyola, en el marco de la celebración de los 100 años de la Facultad de Ingeniería premió con bombo y platillo al grupo AMSA, en manos de Jean Paul Luksic, cuyos bolsillos están ocupados por altas ganancias del FCAB, el mismo lugar donde despidieron a casi una veintena de trabajadores dejando a sus familias en las calles, y los mismos que son responsables del monopolio de contaminación que hay en la región. Un merecido premio entonces, por dejar a familias en la calle y atentar a diario con la salud de la población, ¿es esto un orgullo para la UA? Un premio que solo refleja por una parte la alianza que existe entre el sector empresarial privado y la universidad pública y estatal a través de sus autoridades, y cómo además esto sirve como limpieza de imagen para un muy criticado Luksic, en la región.
La fuerza de la juventud, debe alzarse y ser nuevamente una oposición de carne y hueso al gobierno de Piñera, en las calles como tradicionalmente lo ha sido y desde donde ha sido un factor clave para remecer los cimientos de un Estado altamente represivo, que administrado por partidos del régimen ha negado de manera sostenida los derechos mínimos como a educación, salud, vivienda, trabajo.
La pelea contra la crisis de la educación pública solo es posible si exigimos un plan de financiamiento integral a las instituciones estatales, sostenido por el re direccionamiento del gasto fiscal, que hoy se va a universidades privadas o derechamente a los bancos, y por el impuesto progresivo a las grandes fortunas, como a través de la nacionalización del cobre bajo gestión de sus trabajadores. Para asegurar de esta forma una educación 100% gratuita en las universidades públicas del estado y terminar con la precarización e inestabilidad laboral de las y los trabajadores de la educación.
Nuestra educación y vidas, valen más que sus ganancias
La precarización de la vida, la crisis educativa y la negación del derecho al aborto legal tiene responsables claros, y son estos enemigos en común para estudiantes trabajadores y mujeres, como el gobierno de Piñera, los grandes empresarios como Luksic, Angelini, Matte, Saieh, Paulmann, Ponce Lerou y la Iglesia a quienes tenemos que hacer frente.
Un ejemplo de cómo luchar contra el gobierno de la derecha y resistir sus distintos ataques es la batalla de los despedidos del ferrocarril, quienes han elevado su conciencia a no sólo involucrarse en la lucha por sus puestos de trabajo, sino que, han forjado una unidad obrero estudiantil en Antofagasta. Así, van codo a codo con las compañeras exigiendo aborto legal, libre, seguro y gratuito, se hacen parte de las luchas estudiantiles y han sido motor de una articulación más profunda de los distintos sectores de trabajadores en lucha.
Si queremos doblar la mano a estos enemigos comunes, nuestra oposición debe estar en las calles y para esto, los organismos amplios de organización como la CUT y CONFECh deben ponerse a la cabeza de organizar un plan nacional y unificado de movilización que sea discutido y votado en asambleas de base de trabajadores y estudiantes.
Donde ésta última debe llevar hasta el final el apoyo a la lucha del ferrocarril y el fondo de resistencia votado en la última plenaria de Iquique, como un puntapié inicial de romper con las paredes de la universidad y tomar en nuestras manos más que sólo demandas estudiantiles, sino que, demandas del conjunto de la clase trabajadora.
Así mismo, es hacia este plan, que deben poner al servicio su tribuna los parlamentarios del Frente Amplio, así como también los lugares de dirección sindical y estudiantil en donde se encuentran, como el Colegio de Profesores y la CONFECH, fortaleciendo la lucha en las calles, lejos de la cómoda discusión entre sillones parlamentarios y de gobierno que no termina de dar solución a las demandas de los diferentes sectores sociales.

Nancy Lanzarini
Profesora de Lenguaje y Comunicación.