Con un casco la derechista Gloria Álvarez se presentó en la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Azcapotzalco para santificar el libre mercado y hablar contra la izquierda.
Miércoles 10 de octubre de 2018
La conferencia de la guatemalteca, que ha sido repudiada en múltiples escuelas, giró en torno santificar el libre mercado capitalista, señalando que los grandes males sociales en América Latina descansan en la falta de extrema liberalización del comercio y el libre mercado. La conferencista llevaba un casco militar para “cubrirse de los que querían boicotear” y sacó hacia el final un cartel que decía “les faltan huevos para debatir”.
En la conferencia aseguró que es la falta de liberalismo lo que mantiene atrasados a países como México y Venezuela. También asegura que lo que ha existido en estos países son los monopolios económicos y no capitalismo. Se volcó contra Brasil señalando el caso Odebrecht, donde acusó al expresidente Luis Ignacio "Lula" da Silva de ser el pilar principal de corrupción, lo cual viene a demostrar, según ella, que el estado de bienestar encumbra la corrupción, la pobreza y una sociedad insegura que no se puede valer por sí misma dando por hecho de que estos regímenes son pobres porque son socialistas, corruptos y autoritarios.
Habla al mismo nivel de Argentina, Brasil, Venezuela y Cuba; es decir, mete en la misma bolsa a regímenes nacionalistas burgueses, populistas y socialistas deformados sin hacer un mínimo análisis sobre sus diferencias. Llegó hasta el absurdo de asegurar que el PRI y el PRD son socialistas y populistas e incluso dijo que son parte de la internacional socialista por pertenecer a la fallecida “internacional socialdemócrata” (sic).
Desde el principio de su conferencia expresó que está en contra de los regímenes totalitarios, tanto de derecha (sin mencionar nunca a las sangrientas dictaduras capitalistas como la de Pinochet, Videla o Fujimori) como de izquierda, pero que los regímenes socialistas en particular, como la ex-URSS, China y Cuba, han sido “los mayores genocidas del mundo”. Aseguró que la ultra derecha que representa su corriente política, “libertarios o liberales radicales”, defienden las libertades y no sólo en la libertad del mercado. Por lo tanto, es lo mejor a lo que la humanidad puede aspirar.
“Todo el poder para los empresarios”
Desde su postura política, el Estado tiene que ser desmantelado, siendo sus únicas funciones la seguridad y la justicia, es decir, únicamente cuidar la propiedad capitalista. Esta concepción del libertarismo capitalista es una concepción elitista, aristocrática y de raíz conservadora. Parte del supuesto de que los individuos racionales se organizan para conseguir sus intereses particulares.
Así, el individuo sería el culpable de sus propias condiciones de existencia mientras les lava la cara a los grandes bancos monopolistas (los que hundieron en la crisis a países como Grecia o España), a los cuales considera como agentes del progreso, la modernización y la democracia. Sin embargo, esta concepción esconde el hecho de que el neoliberalismo salió vencedor; su propuesta económica esencialmente es mantener dicho orden.
El neoliberalismo representó en el mundo el desmantelamiento del estado de bienestar en los países capitalistas y la caída de los estados obreros deformados del bloque del "socialismo realmente existente". Dicho proceso, camuflado bajo un manto democratizante, trajo consigo grandes privatizaciones de empresas paraestatales, hundiendo comunidades enteras en el paro crónico (como los mineros en Inglaterra).
Asimismo, para sustentarse, debió no sólo hacer recortes en el gasto público, sino incrementar el aparato represor. Basta con ver el presupuesto en materia de seguridad de países como EE.UU., México, Argentina, España, etc., para darnos cuenta de que aquello que pregona Gloria Álvarez, de que el estado sólo se encargue de la "seguridad y justicia" (de los empresarios, habría que añadir) ya se está implementando en la mayor parte del mundo.
Su discurso se funda sobre estos juicios de valor. Por lo tanto, todo aquel que cuestione dicho modelo político-económico, clasista y elitista, es presentado como totalitario y conservador. Hace una distinción esencialista y peligrosa entre el mundo civilizado (el capitalismo y el libre mercado) y los enemigos de la civilización (el socialismo y la izquierda).
¡Avienten los HUEVOS que no tienen para debatir! Agradezco a todas las personas que se hicieron presentes para un lleno total hoy en la UAM donde a pesar que se hicieron presentes los “boicoteadores” una vez más demostraron que para dar la cara son unos cobardes. #Libertad pic.twitter.com/KvhDaM6swL
— Gloria Álvarez (@GloriaAlvarez85) 10 de octubre de 2018
Cabe mencionar que, en todo momento, Gloria Álvarez se condujo de una manera vulgar y grosera contra los estudiantes que la cuestionaban o que la increpaban antes de la ponencia; una retórica propia de una discusión en el barrio que de una ponencia académica. Primero sacó el letrero que decía que quienes la quieren correr es porque “no tiene huevos” de discutir políticamente, para después denostar a todas aquellas personas que votaron por AMLO, tildándolos de “borregos encabronados”.
Su ponencia esconde el hecho de que el país que ella considera como uno de los países más genocidas, la ex-URSS, pudo hacer realidad derechos como la despenalización del aborto y de la homosexualidad, derechos democráticos más adelantados que en cualquier democracia liberal de la década de 1920 (o en muchos países de la actualidad) y producto de la revolución de 1917.
Cabe también cuestionar cómo es que este personaje ampliamente repudiado en redes sociales, y a quien ningún académico serio la toma como una intelectual confiable, pudo ingresar a la UAM. En redes sociales algunos han señalado el hecho de que ni siquiera en las universidades privadas de México la han querido recibir por la manera poco honesta de argumentar.
Desde la Agrupación Juvenil Anticapitalista llamamos a rechazar a que se permita el ingreso de esta clase de personajes a las instituciones de educación. La línea de los libertarios (como cualquiera que ingrese al Twitter de Álvarez puede corroborar) se basa en falsedades de conceptos sociológicos, económicos, históricos y de un largo etcétera en las ciencias sociales, buscando absolutizar y satanizar sistemas políticos mezclando épocas, causas, procesos. No debemos permitir que estas ideologías basadas en la mentira y la distorsión de consensos ingresen a las aulas.