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Red Internacional
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Derechos Humanos. Derechos humanos, las deudas pendientes

El informe de Amnistía Internacional 2014-2015, señala alguno de los graves problemas de derechos humanos que se viven en Chile.

Natalia Cruces Santiago de Chile

Jueves 12 de marzo de 2015

Entre otras cosas señala:

  •   Casos de violencia policial que son juzgados por tribunales militares
  •   Casos de violaciones a los derechos humanos que son juzgados por tribunales militares
  •   Leves condenas en caso de violación a los derechos humanos como el asesinato de Manuel Gutiérrez Reinoso, estudiante de 16 años asesinado en agosto del año 2011 y del caso del periodista Víctor Salas Araneda, quién perdió la visión de su ojo derecho cuando fue atacado por fuerzas especiales, el responsable solo fue condenado a 300 días en libertad.
  •   También se destaca en el Informe la muerte de Iván Vásquez, su familia acusa que lo mataron a golpes, si bien un agente fue acusado a un tribunal militar, más tarde se retiraron los cargos.
  •   Respecto de violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar, los datos indican que existen 1022 causas abiertas, entre ellas 72 relacionadas con tortura, por otro lado 279 personas han sido condenadas por estos delitos y 75 están presos.
  •   También se insiste en la denuncia al uso excesivo de la fuerza y detenciones arbitrarias en la zona mapuche, incluyendo el uso de la fuerza contra menores de edad. También se señala motivos políticos en los juicios contra presos mapuche.
  •   También se destaca el uso de la Ley Antiterrorista, cuestionada por organismos internacionales y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
  •   En cuanto a los derechos sexuales y reproductivos se critica la visión del aborto tipificado como delito en todos los casos. Se rescata la aprobación del Unión Civil.

    La realidad en nuestro país es que cotidianamente se violan los derechos humanos, políticos y sociales, la criminalización a la pobreza, la persecución al pueblo mapuche, la represión cotidiana a las luchas sociales –ya sea estudiantiles, obreras, populares, etc.- la amplia impunidad que aún existe para los violadores a los derechos humanos, entre otras cosas.