Habitantes y pescadores denunciaron la presencia de petróleo en playas de Salina Cruz hasta Huatulco, afectando a playas vírgenes, manglares y sitios de anidación de tortuga golfina. Además, se anunció un segundo derrame en playa Ensenada La Ventosa.
Jueves 17 de noviembre de 2022
A partir del 19 de octubre habitantes y pescadores denunciaron la presencia de petróleo en las playas de Punta Conejo, Brasil, Salinas del Marqués y Azul, generada por la Monoboya 2 de Pemex.
Our @WILDCOAST team documenting #oaxacaoilspill impacts at Playa Chipehua, Oaxaca caused by @Pemex - a terrible tragedy. pic.twitter.com/ycGJnYILeG
— Serge Dedina (@sergededina) October 25, 2022
Las afectaciones han sido diversas, se suspendió la pesca y extracción de ostión y moluscos. Asimismo, en redes sociales circulan las fotos y vídeos de animales cubiertos en combustible, especialmente de pájaros bobo, además de observarse los cúmulos de petróleo en las playas. Este contaminante también ha generado un alto impacto en playas vírgenes, manglares y en nidos de la tortuga golfina.
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Además, en recientes días hubo una segunda denuncia por la presencia de una mancha negra y residuos de hidrocarburo en la playa Ensenada la Ventosa. Sin embargo, habitantes y pescadores señalan que hasta el momento ni Pemex ni la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) se han pronunciado al respecto.
¿Los derrames de petróleo se pueden evitar?
Los derrames petroleros son de gran preocupación debido a las afectaciones de alto impacto que generan en los ecosistemas y a la población. De acuerdo con reportes de transparencia, en México en tan sólo cinco años se han registrado al menos 2 mil derrames, esto en comparación con Delta del Níger -zona más contaminada del mundo según la ONU- que en los últimos 50 años han acontecido 6 mil derrames que han ocasionado daño en manglares de la zona, es decir, que México cuenta con una tercera parte de derrames ocurridos en menor tiempo que en Delta del Níger.
ALERT-BREAKING- @Pemex oil spill in Salina Cruz, MX impacting Punta Conejo, a world class surf spot and mangrove ecosystem. No response from Pemex and spill is moving northward. #oaxacaoilspill @wsl @surfline pic.twitter.com/XZxymag3Yl
— Serge Dedina (@sergededina) October 24, 2022
Un histórico acontecimiento fue el derrame del 20 de abril de 2010 en el Golfo de México, que hasta la fecha los daños han sido irreversibles, pues además de la muerte de 11 trabajadores algunas especies como delfines, tortugas lora y aves continúan enfermos y con dificultades. Se estima que billones de animales han muerto por dicho derrame.
Recientemente el actual gobierno impulsó una reforma energética, que, aunque pone en cuestión algunos aspectos de la reforma impulsada por Peña Nieto en 2013, esto no significa que haya soberanía energética o que se haya terminado con la participación del capital extranjero, pues la dependencia comercial, especialmente con Estados Unidos seguirá manteniéndose.
Por ejemplo, el gas natural es el combustible más consumido en México; de acuerdo con la Secretaría de Energía la importación de éste ha incrementado 30 veces en el periodo de 1998 a 2021, el cual proviene principalmente de Estados Unidos. Asimismo, los derrames petroleros se encuentran relacionados con la falta de mantenimiento e inversión, con base en el Congreso de la Unión el presupuesto destinado en 2022 para la infraestructura de las plantas petroleras redujo un 46% respecto a 2018, lo cual, incrementa el riesgo para la población, trabajadores y el medio ambiente, debido a que las plantas e infraestructura requieren de mantenimiento continuo dado que muchos superan su vida útil.
La cuestión de protección del medio ambiente no se reduce al ámbito individual o a medidas que solo maquillan la destrucción del ambiente o a impulsar un “capitalismo verde”. La respuesta se encuentra en impulsar medidas drásticas y urgentes que no dependen del gobierno y de los empresarios, sino que estén en manos de las comunidades y de los sectores de la clase trabajadora, apuntando a que sean estos quienes controlen los medios de producción para que esta no responda al hambre de ganancias de unos cuantos, sino de las grandes mayorías y que a la par, apunten a una relación armoniosa con el ambiente.
A través de la nacionalización de los sectores privatizados de la industria energética y con el desarrollo de un plan cuya transición sea a fuentes renovables y atienda las necesidades sociales será como el medio ambiente y la población se mantendrán salvaguardados.