Con doblete de Deyverson y otro gol de Paulinho, se impusieron los dirigidos por Milito ante un equipo de Gallardo que dejó muchas dudas en lo futbolístico. La vuelta, el martes 29 en el Monumental.
Augusto Dorado @AugustoDorado
Miércoles 23 de octubre 00:15
Las caras de la desazón riverplatense: Villagra, Colidio y -atrás- Pezzella, concientes del flojo partido del equipo. Todavía quedan 90 minutos. Foto: Marcelo Carroll para diario Olé.
Todavía no encuentra la llave del rendimiento futbolístico este River de la segunda mitad de 2024, a pesar del retorno de su gran DT al banco y de estar peleando en semifinales de Copa Libertadores, ese trofeo del que sabe ser protagonista en las últimas décadas el club de Núñez. En esta ida en el estadio Arena MRV de Minas Geráis apenas tuvo algo de tiempo de “medirse” con su rival hasta los 22 minutos del primer tiempo, cuando llegó el gol del número 9, que estaba inspiradísimo: en las tribunas seguramente pensaron que empezaba “la Deyversón”. Con un pelotazo largo que bajó magistralmente Hulk, el delantero dominó y gambeteó a un Armani que poco tenía para hacer. Un golazo que empezaba a denotar la superioridad que lograría imponer el local en este partido.
Desde ese momento, el equipo de Gabriel Milito llevó las riendas del encuentro: por momentos tuvo posesión, en algunos tramos entregó la pelota para cederle la iniciativa a un River muy desconectado que no encontraba la manera de asediar el área de Éverson, salvo en intentos aislados de un Borja luchador y un Colidio sacrificado y voluntarioso. Poco para hacerle frente a un equipo que manejaba el ritmo.
A los 25 minutos del segundo tiempo llegó un cachetazo: primero, un pase filtrado de Arana que el 9 platinado cacheteó de primera para colocarla besando la red junto al palo izquierdo de Armani; apenas 4 minutos después, de un lateral que encontró a la línea defensiva de River totalmente dormida, Deyverson cortinó, inventó un pase gol hacia atrás para un Paulinho que definió con categoría y sin ninguna piedad para un 3-0 que es un golpe duro para River.
Aunque Gallardo había intentado refrescar las credenciales ofensivas de River antes de esa ráfaga haciendo ingresar a Meza, Villagra y Lanzini (el que mejor entró y que aportó un toquecito de explosión), no pudo cambiar la tónica: siguió siendo un equipo con poca imaginación, que apenas pudo mostrarse algo más dinámico con algunos pelotazos largos. Pero con el 3-0 ya no mostró más señales de fútbol. El ingreso de Bareiro por Borja y Solari por Colidio quedó apenas para la estadística.
Deyverson es un actor de Hollywood, pero también un futbolista que en estos partidos se agranda. pic.twitter.com/MqhJozgRly
— VarskySports (@VarskySports) October 23, 2024
Es difícil, muy cuesta arriba. Pero todavía le quedan 90 minutos a River en un Monumental seguramente colmado por 80 mil almas que en su gran mayoría empujarán con su aliento al club de la banda roja a alcanzar una hazaña. Nunca hay que dar por derrotado de antemano a nadie y menos a un River lastimado conducido por el Muñeco Gallardo. El segundo episodio de esta historia se desarrollará el martes próximo, 29 de octubre a las 21.30 hs. Mientras, Botafogo y Peñarol pelearán por el otro lugar en la final soñada por toda América.