Son datos del INDEC. De la mano del plan de ajuste del FMI, implementado por el macrismo con el apoyo del peronismo, se profundiza la recesión.
Viernes 23 de noviembre de 2018 16:40
El Indec registró en septiembre la sexta caída consecutiva del indicador de actividad económica (EMAE), con una baja interanual de 5,8 %. La caída fue mayor a la esperada por algunas agencias, que pronosticaban un retroceso de 4,2 % interanual (agencia Reuters)
A su vez, respecto de agosto el Estimador Mensual de Actividad Económica se contrajo un 1,9 %.
Los datos acumulados para los primeros 10 meses del año muestran un descenso de 1,5 % en la actividad económica respecto al mismo período del 2017. El indicador continuará su descenso en los meses siguientes ya que se espera un último trimestre del año profundamente recesivo.
Entre los factores importantes de la recesión se destaca una fuerte caída del consumo, a medida que se deteriora el poder de compra del salario frente a la inflación, y aumenta la desocupación. De hecho, en los datos del Indec las mayores bajas fueron las de comercio minorista y mayorista por 12,8 % y la de la industria manufacturera por 10,8 % respecto del año pasado.
Formalmente, los dos trimestres consecutivos de actividad a la baja indican que la economía entró en una recesión técnica. La fuerte caída de septiembre no fue más aguda porque uno de los sectores, el agropecuario, mostró un incremento de 2,2 % debido al comienzo de las labores de la cosecha fina.
El gobierno pronosticó que en 2018 la economía cerrará el año con una recesión de 2,4 %, y en 2019 sería una caída de 0,5 %. No obstante, los ritmos actuales de descenso de la actividad indican que la recesión sería mucho más fuerte, impulsada por las propias políticas oficiales de ajuste monetario (altas tasas de interés del Banco Central y emisión monetaria nula) y ajuste fiscal (el brutal recorte del gasto en el Presupuesto para pagar intereses de deuda).
A una semana de la reunión del G 20 en la que el gobierno se juega a mostrar una Argentina "sin turbulencias" ni conflictos, los datos de la economía desmienten el relato.
Te puede interesar: La sonrisa de Lagarde
Te puede interesar: La sonrisa de Lagarde