La colonia Colmena, en donde se realizó el evento, se encuentra entre la lista de colonias más peligrosas de la ciudad, dato que no es ajeno a las autoridades y aun así les dieron hora de salida a las 10 pm.
Miércoles 8 de junio de 2022
El miércoles 1ero de junio me enteré de una noticia que me heló el corazón. Mariana Grande, integrante del programa “Los Jóvenes Unen al Barrio”, perteneciente al Instituto de la Juventud (INJUVE), había desaparecido después de cubrir un evento en la alcaldía Iztapalapa. Evento con claros fines proselitistas al que asistieron Claudia Sheinbaum y Martí Batres. De inmediato imaginé lo peor, pues en México, el país del feminicidio, en donde se registran cerca de 14 feminicidios al día, no saber el paradero de una mujer por más de un día es indicador de que no volverá a casa.
Aquellos que laboramos en los programas sociales sabemos que la seguridad nunca es prioridad para nuestros jefes. Si bien los programas cuentan con un “protocolo de seguridad”, este es meramente un adorno, pero de nada sirve cuando las condiciones en las que laboramos son sumamente precarias. Trabajar en zonas de alto riesgo debería implicar contar con un horario que garantizara un regreso seguro a nuestros hogares. Los funcionarios que asistieron a este evento no salieron a las 10 pm, ni tuvieron que averiguar la manera de llegar al metro más cercano para poder volver a sus hogares; lxs compañerxs que asistieron sí.
Los montos de la beca de “Los Jóvenes Unen al Barrio” van desde los $4 500 hasta los $6 000. Esa es la cantidad de dinero por la que los trabajadores arriesgan su vida todos los días, cumpliendo jornadas sin horarios establecidos, en las zonas de mayor riesgo de la ciudad, pues los programas sociales están focalizados a estas áreas. Pero lo hacemos porque no hay otra clase de trabajos disponibles. La mayoría de los egresados de las universidades públicas nos enfrentamos a la difícil situación de encontrar empleo. La creación de este tipo de programas se anunció como una manera de ofrecer trabajo a este sector de la juventud, pero que en realidad se trata de outsourcing disfrazado. Es ahora el propio gobierno quien sub contrata de esta manera a miles y miles de trabajadores que pueden cumplir todas las funciones necesarias para llevar adelante la agenda política de la 4T, pero sin que tengan el mínimo reconocimiento laboral. La tendencia es a que el Estado contrate cada vez menos trabajadores reconocidos como tales, mientras aumenta el número de “becarios” a su disposición.
Esta vez tuvimos suerte
Afortunadamente Mariana fue localizada sana y salva y hoy está de vuelta en su hogar. Pero ¿hasta cuándo tenemos que esperar para que una compañera definitivamente no vuelva a casa? A mi mente viene el caso de las trabajadoras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que en pleno inicio de la pandemia tuvieron que salir a las calles a realizar los censos y sufrieron abusos y violencia de todo tipo.
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La indolencia que muestran las autoridades frente a nuestra vida es aberrante. Nada les interesa más que llegar a sus metas y números, incluso si eso implica exponer nuestras vidas.
No conforme con exponer de esta manera a sus trabajadores, Beatriz Olivares, Directora General del INJUVE, subió un video a sus redes sociales en donde dedica más de 7 min a agradecer a todas las instancias gubernamentales posibles por la aparición con vida de la compañera. Pero es bien sabido que en estos casos las autoridades no mueven ni un solo dedo para que las mujeres vuelvan a casa. No, no fueron las autoridades de la 4T las que hicieron volver a Mariana, fue la denuncia de sus compañerxs, tanto de su programa como de otros, la exigencia de su aparición con vida, lo que ejerció presión, junto con responsabilizar al INJUVE por las nulas garantías laborales que ofrecen a sus trabajadores.
Mariana hoy está en casa, pero mañana cualquier otra compañera puede faltar nuevamente. Mientras no se nos otorguen plenos derechos laborales y no se garantice nuestra seguridad, esta constante amenaza seguirá presente para todas las trabajadoras del Estado. Es necesario tomar estas demandas en nuestras manos y organizarnos. Te invitamos a sumarte al Encuentro Nacional de Trabajadoras y Trabajadores el 25 de junio.
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