Terminado este festival que se movilizó por todo Barrio Pueyrredón atravesando escuelas, plazas, ferias, salas y galpones; desde La Izquierda Diario conversamos con Julieta Lirussi, Mariana Ayen y Malena Pantano, gestoras de este gran evento de cultura circense y popular.
Jueves 3 de agosto de 2023 12:08
¿Qué sucedió durante esta semana en barrio Pueyrredón?
G: -El festival arrancó con un desfile por las vías de la Bulnes. Donde un grupo de malabaristas, acróbatas de piso, personajes y dúos recorrió la feria repartiendo volantes, invitando al festival, conversando con lxs vecinxs y con les niñes. Anticipando un poco de lo que estaba por suceder en el barrio. Fue mucha la sorpresa de la gente al ver que el circo se acercaba a su espacio de trabajo, que es el de muchas de las familias que viven en Pueyrredón. Siendo lxs niñxs lxs primrxs en acercarse.
G: -El segundo día hubo función de sala de "El mundo no se detuvo" por la Compañía Puntos Suspensivos. Después de un conversatorio que reunió a trabajadores de la cultura, llamado irónicamente "Por amor al arte: circo y precarización laboral".
Durante la semana sucedieron dos funciones de la Cía. Circo Relámpago. La primera a sala llena en Merlina Trinchera. Y la segunda en la escuela primaria J.J. de Urquiza, que se encuentra a dos cuadras de la sala. Con la participación de los dos turnos, mañana y tarde.
¿Cómo están habiendo terminado el evento?
G: -Estamos muy contentas con todo lo que logró ser este festival. Sentimos realmente que las ideas con las que proyectamos "Desde La Trinchera" se volvieron concretas en esta semana y eso nos llena un montón. Llegamos a un público que antes no había tenido acceso a espectáculos circenses, ni a formación en estas prácticas. Un público que es parte de un sector marginado por las políticas de exclusión y criminalización del estado. Y que fue por primera vez a ver una función de circo o a tomar una clase de teatro, parkour, portes acrobáticos o juegos teatrales.
Esto significa mucho para nosotras porque entendemos que el accionar de los gobiernos no sólo tiene consecuencias económicas, sino que impone un gran techo social sobre el derecho a soñar sobre esta vida y a sentirse capaz de concretar lo que se sueña.
G: -Con el circo sucede algo mágico, la espectacularidad genera deseos, abre imaginarios posibles, tiene el poder de hacer que muchas personas se hagan una misma pregunta, al mismo tiempo y sin conocerse: "y si yo también puedo estar ahí?". En un vuelo, en un monociclo, paradx sobre los hombros de otra persona, convocando a compartir la alegría como trinchera.
Sentimos que esto sucedió en nuestro barrio, y no quisimos dejar que nadie se quede con la duda: todxs podemos hacer circo. Y para eso es necesario que existan espacios de formación con docentes que compartan las prácticas circenses y gestionen el cuidado para aprender de forma segura.
En este festival lxs artistas que viajaron desde Buenos Aires y Rosario son también estudiantes de dos de las tres carreras de circo que existen en el país, la U.N.S.A.M. y la E.M.A.U. Ellxs junto a Renata Piacente, docente de teatro, quién viajó desde Punilla, brindaron talleres para personas con y sin experiencia previa. Ver a niñxs, adolescentes y adultxs mayores compartiendo talles contradice la perspectiva tradicional de las prácticas acrobáticas, que repite que solo hay algunos cuerpos (hegemónicos) capaces en estas disciplinas. Lo que sucedió en estos talleres demuestra que la diversidad de cuerpos y de extracción social no limita, sino que enriquece el aprendizaje en un sentido integral.
Es evidente que para quienes habitan el Barrio Pueyrredón este festival fue muy importante, pero ¿qué recepción tuvo para lxs hacedores de la cultura circense?
G: -Somos conscientes de que en Córdoba la cultura independiente existe a contracorriente de las políticas del estado. Quién da total libertad al negocio inmobiliario que amenaza la existencia de los espacios culturales. Mientras desregula y precariza el trabajo cultural.
Este accionar es una política de desgaste porque nos obliga a poner nuestra energía en seguir existiendo y no en ampliar nuestras prácticas, nuestro territorio de trabajo, nuestra organización colectiva y el acceso a la cultura. Que es justamente lo que a los gobiernos no les conviene para concretar sus planes de ajuste.
Entendemos que esto explica que nos sea más fácil generar un nuevo público barrial, que convocar al público circense, que ya existe, a acercarse a la periferia de la ciudad para apoyar un evento de estas características.
Este festival no hubiese sido posible sin el apoyo de todas las personas, espacios, compañías y agrupaciones que fueron parte de esto. Y nos sentimos realmente agradecidas. Pero también queremos interpelar a nuestrxs colegas a hacerse eco de esta política y a sumar para que siga creciendo este y nuevos espacios destinados a sectores vulneradxs en sus derechos. A apostar a la organización colectiva con el fin de liberar el acceso a la cultura, a pelear por el reconocimiento de nuestro trabajo y el financiamiento estatal que nos corresponde.
¿Dónde nace y cómo continúa este festival?
G: -Esta es la tercera edición, que comenzó como una política de la sala Merlina Trinchera, para abrir sus puertas al territorio del cuál es parte. Hoy en día quienes gestionamos "Desde La Trinchera", no somos parte del equipo de gestión de la sala. Pero construimos con este espacio, que es una referencia en el barrio. Y con todos los demás, que fueron sede de este festival. Es muy emocionante ver cómo se amplían los vínculos que vamos generando en Pueyrredón, con lxs vecines, con las infancias, con las escuelas, con quienes trabajan en el dispensario, en el polideportivo, en el comedor y las ferias.
Queremos que este festival siga creciendo y eso significa para nosotras que sea cada vez más propio de todas estas personas, y que sea sustentable en el sentido económico. Que artistas, talleristas, diseñadores y gestoras no tengamos que trabajar precariamente.
En esta edición tuvimos el trabajo extra de autofinanciarnos por no conseguir aún, ningún apoyo economico por parte de las distintas instituciones estatales. Pero no dejamos de apostar a que sea el estado, en su rol de garante de derecho al acceso al arte y la cultura, quien financie este festival.
Estamos proyectando que la próxima edición sea en Abril. Y mientras tanto, seguir avivando esta llama, hacer funciones en las escuelas e invitar a los talleres de la sala, como el taller gratuito de circo para niñxs. Sabemos que las construcciones profundas no se hacen solo con eventos anuales, y queremos que lo que empezó continúe creciendo hasta el próximo festival. Invitamos a todxs a ser parte de esto.