En la emisión del 20 de junio del presente año (2024) de Punto Universitario en Radio UAS, conducido por el conocido locutor Wilfrido Ibarra Escobar, fueron lanzadas ofensas que sobrepasaron los habituales parámetros de violencia y vulgaridad del programa: con una evidente retórica machista y desde la cultura de la violación, Wilfrido se refirió a trabajadores del diario local El Noroeste diciendo que era una vergüenza que “se bajen los calzones y dejen que el gobernador les penetre su quehacer editorial”.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 20 de junio de 2024
Esto se da en el marco de los procesos legales que miembros de la casta dorada que controla a la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) están enfrentando desde hace 8 meses por presuntos desvíos de recursos que ascienden a más de 700 millones de pesos.
En este contexto, la cabina de Radio UAS funge como otro ariete más de ofensivas políticas que autoridades universitarias lanzan en contra de periodistas, así como de docentes, trabajadores y estudiantes democráticos de esta institución educativa del noroeste del país.
Además de estos ataques machistas, es común escuchar la voz de Ibarra refiriéndose a trabajadores de la comunicación como “mediocres, arrastrados y vendidos”, debido a que han hecho periodismo de investigación en torno a la situación de corrupción y antidemocracia que prevalece en esta universidad gracias al control que en ella ejerce desde hace casi 20 años el magnate, político y cacique universitario Héctor Melesio Cuén Ojeda, a quien el locutor defiende férreamente casi a diario.
Y es que, desde la narrativa artificiosa de quienes defienden el orden antidemocrático en la UAS, toda aquella persona interna o externa a la universidad que haga alguna referencia a la innegable existencia del cacicazgo cuenista, es un enviado del gobierno del Estado encabezado por el morenista Rubén Rocha Moya.
No obstante, durante la última etapa de la historia de esta centenaria institución, la democratización de la UAS es una lucha que distintos grupos y organizaciones han emprendido al menos desde que en agosto de 2006 Melesio Cuén consiguió imponer a espaldas de estudiantes, docentes y trabajadores una reforma a la Ley Orgánica que impidió que las autoridades continuaran siendo electas a través del voto nominal y universal de la comunidad universitaria.
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Tras ello este personaje logró configurar un modelo de elección de autoridades donde una Comisión Permanente de Postulación le hace llegar una terna al Consejo Universitario para que, dependiendo el caso, este nombre al rector y directores de las unidades académicas. A su vez, el rector nombra de forma arbitraria a los vicerrectores de las Unidades Regionales norte, centro-norte, centro y sur, y dichos funcionarios asignan los nombramientos correspondientes a sus áreas.
Como puede inferirse fácilmente, hace 18 años esta medida fue diseñada y aplicada para crear un complejo mecanismo normativo y político que le permitiera a Cuén controlar totalmente la asignación y funcionamiento de los puestos clave en la UAS. Así fue como su hijo, Héctor Melesio Cuén Díaz, en 2021 fue nombrado titular de la dirección de bienes e inventarios, desde donde presuntamente operó compras multimillonarias sin licitar a empresas fantasma ligadas a su familia y allegados.
El rector que le otorgó al Jr. ese nombramiento fue Jesús Madueña Molina, otro de los vinculados a proceso por presuntos hechos de corrupción y abuso de autoridad. Precisamente, derivado de esto, a mediados de octubre de 2023 Madueña fue removido del cargo como medida cautelar que determinó un juez. Sin embargo, durante los ocho meses que ya no es rector Madueña no ha dejado de gozar del sueldo mensual correspondiente al puesto, el cual es de $162 mil 666 pesos.
Quien ordena que se le siga pagando es el encargado del despacho de rectoría Robespierre Lizárraga Otero, otro miembro de la casta cuenista, quien además es exdiputado local del PAS y que por sustituir al exrector actualmente cobra cerca de $120 mil pesos al mes. O sea, la UAS, a nivel fáctico, le está pagando a dos rectores simultáneamente.
El colmo del cinismo y de lo absurdo es que Madueña Molina asegura que los procesos en contra de él y del Jr. son simple y llanamente una persecución política porque la UAS es “la segunda universidad pública más importante del país en indicadores de calidad” (sic).
Como dato importante, Radio UAS es un medio que en 2023 recibió un presupuesto público de $37,243,589.87 (treinta y siete millones doscientos cuarenta y tres mil quinientos ochenta y nueve pesos 87/100 MN) y que se ha convertido en la radiodifusora personal del cuenismo, es decir, un instrumento multimillonario que termina siendo utilizado para ejercer violencia misógina y machista al servicio de los intereses personalísimos de Melesio Cuén, tal como Wilfrido Ibarra lo hizo en la emisión en cuestión.
La persistente corrupción y la violencia machista del cuenismo: dos asuntos de larga data
La corrupción cuenista en la UAS no es algo nuevo. Data de hace dos décadas. Sobre ella han investigado periodistas democráticos de medios locales y nacionales desde mucho antes de la llegada del morenista Rubén Rocha Moya a la gubernatura de Sinaloa, quien, por cierto, llegó de la mano de una alianza con el instituto político personal que Melesio Cuén creó en agosto del 2012 haciendo uso clientelar de la UAS; nos referimos al tristemente célebre Partido Sinaloense.
Otra cosa que no es reciente son los ataques machistas por parte de medios al servicio del cacique. En 2018 la trabajadora de la comunicación Gabriela Soto, también del medio El Noroeste, fue blanco de fuertes agresiones de este tipo y amenazas por WhatsApp. La Red Rompe el Miedo refirió en su momento que los medios digitales desde los cuales se realizaron los ataques a Gabriela y a otros periodistas fueron Proyecto 3, Gremio News y Mujeres por Sinaloa. Cabe mencionar, desde las tres plataformas se sigue agrediendo impunemente a opositores al cuenismo.
Según Animal Político uno de los responsables de esos tres sitios web de “noticias” es Álvaro Aragón Ayala, a quien a su vez testimonios anónimos que La Izquierda Diario ha recabado señalan de presuntamente ser uno de los autores intelectuales de estas campañas de agresión misóginas y machistas que llevan años implementándose.
Desde La Izquierda Diario nos solidarizamos con las y los trabajadores de la comunicación de El Noroeste y exigimos un alto a los ataques machistas y misóginos que el cacicazgo de Héctor Melesio Cuén Ojeda en voz de Wilfrido Ibarra Escobar y en medios de comunicación operados por Álvaro Aragón Ayala llevan a cabo, y exigimos una disculpa pública del locutor por las agresiones que llevó a cabo.
Asimismo, nos unimos a las consignas que el Movimiento Democrático Universitario y el Movimiento Democrático Estudiantil enarbolan, las cuales dicen ¡Fuera el PAS de la UAS!, ¡Fuera la familia Cuén Díaz de la UAS!, ¡Plenos derechos laborales para trabajadorxs académicxs y administrativxs de la UAS!, ¡Respeto irrestricto a los derechos humanos y educativos de estudiantes UAS!, ¡Democracia real para la UAS ya!