En su conferencia de este viernes, el mandatario declaró estar pendiente de confirmar su presencia en la Cumbre de las Américas dependiendo de si excluyen o no a Cuba y Venezuela.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Viernes 27 de mayo de 2022
Desde Sinaloa, López Obrador dio su conferencia de prensa matutina acompañado del gobernador Rubén Rocha, del Morena, y del secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
En la entidad se destaca que la extorsión, trata y robo en transporte van al alza, aunque bajó el secuestro, homicidio doloso y robo a casa habitación. Por su parte, Rocha declaró que está "prácticamente resuelto" el caso del periodista Luis Enrique Ramírez, asesinado en Culiacán a inicios de mes.
Mazatlán, Ahome y Culiacán serían los municipios con mayor incidencia delictica, a lo que el secretario Sandoval declaró que aumentará la militarización en la entidad al ingresar 21 compañías de la Guardia Nacional en Sinaloa.
Asimismo, el gobierno estatal y federal declararon un aumento de sueldo con el Plan de Salud para el Bienestar. El sector médico ganaría 14 mil pesos mensuales, los cuales no garantizan realmente una subsistencia si contemplamos que, aunque la canasta básica por ahora, es de alrededor de 11 mil pesos, la inflación provocada por la Guerra en Ucrania y la carestía de la vida pueden pulverizar los salarios y los pequeños avances (y concesiones) que los trabajadores obtengan del gobierno.
Sobre el conflicto en el este de Europa, López Obrador declaró que "no fuimos capaces los dirigentes de dialogar y evitar la guerra [...] se cometió un grave error que causa mucho dolor y sufrimiento al pueblo". Pero en realidad dicho conflicto no podía resolverse a través del diálogo, ya que se enfrentan una oligarquía ucraniana nacionalista vinculada a occidente y la UE y una oligarquía apoyada por sus socios rusos y Putin, como lo explican nuestros compañeros Juan Chingo, Philippe Alcoy y Pierre Reip.
Es que, detrás de la retórica de AMLO de "dialogar" se encuentra una postura que pretende eliminar los conflictos entre las clases y fracciones de las clases. También eso se refleja en su posición sobre la próxima Cumbre de las Américas.
México y Argentina rechazan exclusión en Cumbre de las Américas
La Cumbre de las Américas de este año se llevará a cabo del 6 al 10 de junio en la ciudad de Los Ángeles. Como su nombre lo indica, es un evento organizado por Estados Unidos que pretende reunir a los mandatarios del continente.
En ese sentido, tanto México como Argentina han declarado que rechazan la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela del evento. El presidente argentino, Alberto Fernández, el día de ayer, jueves 26, durante ña III° Reunión Regional de Ministras y Ministros de Educación de América Latina y el Caribe, declaró:
En nuestro continente tenemos un país que lleva 6 décadas bloqueado económicamente y sobrevive como puede; deberíamos estar muy avergonzados de que eso ocurra”, dijo el presidente durante su discurso. En el mismo sentido, agregó que “tenemos un país que está bloqueado hace 5 años por una disputa política y en plena pandemia lo bloquearon, cuando la solidaridad era más necesaria que nunca.
Durante la conferencia matutina de este viernes, López Obrador reconoció haberse comunicado con su homólogo argentino. "Ya no es tiempo de excluir a nadie, es tiempo de la hermandad, del diálogo y la reconciliación", declaró en la mañanera de este viernes. "Ya basta de actuar de manera elitista y sectaria, hay que actuar con responsabilidad y no tener secuestrados a los pueblos. ¿Qué culpa tienen los hermanos cubanos que haya un pleito político-ideológico y por eso se les aplique un bloqueo y se les asfixie? ¿Dónde está el humanismo?".
Pero es ilusorio pedirle humanismo a un país imperialista que no ha dudado en armar, financiar y sostener regímenes dictatoriales, violadores de derechos humanos y de cometer crímenes de guerra con tal de mantener a sus multinacionales operando en los territorios que le convienen.
De igual forma, las declaraciones de Fernández y López Obrador resultan de un doble discurso en el que, si bien por un lado muestran apoyo a gobiernos opositores a Estados Unidos, por el otro avalan las políticas del imperialismo. En el caso de Fernández, apoyó la moción de exlcusión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, mientras que López Obrador usa a la Guardia Nacional como patrulla fronteriza contra los migrantes que buscan ingresar a Estados Unidos.
Aunque por el momento el presidente planteó que está a la espera de la invitación para evaluar su asistencia o no al evento, señaló que él busca "la integración de toda América". Bastante irónico que acto seguido admitiera que el embajador estadounidense, Ken Salazar, asistiera a Palacio Nacional porque hay muchas empresas estadounidenses interesadas en invertir en México.
La integración de América es imposible si no se hace a través de una decidida política anti-imperialista que hermane a los trabajadores del continente, incluyendo a la poderosa y multiétnica clase obrera estadounidense, cuyos miembros están luchando por la sindicalización y hermanando luchas de trabajadores contra el racismo, la homofobia y los ataques al movimiento de mujeres.
Una política anti-imperialista debe también oponerse a los regímenes de los países como Brasil, encabezados por políticos de derecha aliados de los conservadores más rancios de Estados Unidos que pretenden atacar el aborto, pero también de gobiernos como el de López Obrador que califica a los demócratas —los mismos demócratas que reprimieron varias manifestaciones del movimiento #BlackLivesMatter en 2020 y que por décadas no quisieron legalizar el aborto— y en particular al presidente Biden como "gente buena, no tiene endurecido el corazón, pero estoy consciente de que hay presiones de grupos de intereses creados y amenazas y chantajes como siempre".
Todo esto, por supuesto, no debe significar respaldar políticamente a los regímenes represores de los países que están siendo excluidos por Estados Unidos. Se les excluye por "no ser democracias", como si el imperialismo estadounidense tuviera la última palabra en lo que define o no a un país democrático; pero defender su participación no quiere decir ignorar el uso de la fuerza contra las disidencias en sus poblaciones.
En el caso de Nicaragua, las mujeres salieron el pasado 8 de marzo a protestar contra la represión del gobierno de Ortega que mantiene encarcelados a presos políticos, incluso exsandinistas. En Venezuela, el gobierno de Maduro ha anunciado privatizaciones a la par de que mantuvo por varios años encarcelado al trabajador Rodney Álvarez. Finalmente, Cuba acaba de aprobar un código penal mucho más represor para perseguir a la izquierda crítica de su régimen.
Por ello, sin depositar confianza en los gobiernos que se apoyan en una u otra ala del imperialismo estadounidense ni con aquellos que reprimen a las mujeres, trabajadores y jóvenes que salen a protestar por sus derechos, desde este diario enfatizamos que la unidad de los trabajadores a través de las fronteras es la única forma de integrar al continente y no mediante sujeciones diplomáticas y económicas como buscan políticos como López Obrador.