El comunicador social, que se hizo conocido siendo mano derecha de la ex alcaldesa Karen Rojo, hoy es la principal carta del conglomerado que agrupa a los partidos de la ex Concertación.
Miércoles 3 de noviembre de 2021
Sebastián Videla, conocido también como “Ciudadano Videla”, es candidato por el Partido Liberal, partido que apoyó la primera elección de Sebastián Piñera, postulando al cargo de diputado por la lista “Nuevo Pacto Social”, en donde comparte candidatura con viejos personeros de la política tradicional, como son Arturo Molina, de la DC, y Jaime Araya, quien postula por un cupo del PPD.
Videla es la apuesta más competitiva del conglomerado debido a que en la anterior elección postuló a alcalde por Antofagasta, concentrando más de 17 mil votos y ubicándose en el segundo lugar de la votación.
Sin embargo, el candidato se ha rehusado a participar en cualquier tipo de debate. Asimismo, al revisar sus redes sociales, a pesar de estar lleno de videos y fotografías, no pareciera tener contenido del programa que impulsará el candidato en caso de llegar al parlamento.
No tener programa en nuestra región significa no resolver los problemas estructurales que produce el saqueo empresarial y los efectos que implica ser una región de sacrificio. ¿Qué piensa Videla de las principales problemáticas de la región?
De todos modos, el aspecto de mayor contradicción es la relación de Videla con la política. Sebastián Videla se hizo conocido por ser, junto al empresario del comercio sexual Sebastián Quinzán, la mano derecha de la ex alcaldesa Karen Rojo, en una abierta relación con la derecha, especialmente con la UDI.
Luego de su participación como asistente del gobierno comunal de Rojo, se dedicó a ser comunicador social, acuñando el mote de “Ciudadano Videla”, desde donde promueve denuncias ciudadanas y asistencialismo en sus redes y en televisión.
Posteriormente, tras su participación en las elecciones a alcalde, sorprendió a gran parte del mundo político tras pasarse de bando hacia la ex Concertación, postulando por un cupo en la lista del “Nuevo Pacto Social”, un conglomerado plagado, tal como la derecha, de casos de corrupción y financiamiento ilegal de la política. Al fin y al cabo, terminó uniéndose a los partidos de los 30 años.
Todo un ser camaleónico que, bajo el mote de la “independencia”, aspira a conquistar los votos que le permitan acceder al cargo de diputado sin un programa o propuestas claras. ¿Dónde estará su compromiso el día de mañana?
La mera independencia no basta, lo que importa es la independencia respecto de los intereses de los empresarios y de sus políticos, los cuales, como es ampliamente sabido, no tienen vergüenza en recibir dineros de las empresas del saqueo como SQM, controlada por el ex yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou.
La región no necesita de camaleones que se pintan de independientes, pero que cambian de piel según su conveniencia. Es por eso que desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios impulsamos la campaña por llevar una voz de los trabajadores al congreso levantando candidaturas de trabajadores, jóvenes y mujeres, sin ninguna relación ni subordinación a los partidos tradicionales o a los empresarios.