La destrucción de empleo en el sector petrolero, por despidos y jubilaciones compulsivas, abarcó 3.579 puestos de trabajo en todo el país desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri.
Martes 9 de agosto de 2016
Artículo publicado originalmente en El Extremo Sur
La destrucción de empleo en el sector petrolero, por despidos y jubilaciones compulsivas, abarcó 3.579 puestos de trabajo en todo el país desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri. Implica 447 empleos perdidos por mes o su equivalente de 15 despidos diarios, que afectaron esencialmente a las cuencas de la Patagonia.
Desde la asunción de Mauricio Macri se destruyeron 128.294 empleos en el país, considerando todas las ramas de actividad –fueron 96 mil solamente en abril y mayo de este año–.
En el rubro petrolero, la expulsión de trabajadores se viene produciendo desde antes de las elecciones presidenciales, aunque el proceso agudizó a partir de los meses de noviembre y diciembre del año pasado.
En mayo de este año se perdieron 441 puestos petroleros en las cuencas argentinas. Esa tendencia se viene generando con guarismos negativos desde el mes de abril del 2015.
El peor de todos los meses registrados hasta la actualidad fue abril de 2016, con 891 despidos en la industria petrolera nacional.
La tendencia generada por el ajuste de las operadoras y contratistas a partir de la crisis desatada por la baja del barril internacional de crudo, arrancó en abril de 2015 con un total de 70 despidos. De ahí en más comenzó un proceso de expulsión de trabajadores petroleros, entre los que se combinaron los despedidos “por goteo”, y los que fueron intimados a jubilarse de manera compulsiva -no representan la mayoría de las cesantías-.
En los últimos 14 meses se destruyeron 4.258 empleos petroleros en todas las cuencas productivas de la Argentina, especialmente en las patagónicas.
Fenómeno creciente
La secuencia de despidos iniciada en abril del año pasado siguió con 201 despidos en mayo, 271 en junio, 31 en julio, 147 en septiembre, 153 en octubre, 506 en noviembre, 529 diciembre, 429 en enero, 175 en febrero, 456 en marzo, 891 en abril y 442 en mayo. Solamente en agosto de 2015 se incorporaron 42 petroleros en todo el país. Entre abril de 2015 y mayo de 2016 se destruyeron 4.258 empleos en el sector petrolero.
Dentro del cimbronazo general de los despidos petroleros se observa una profundización desde noviembre del año pasado, cuando tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales, las cesantías aumentaron de 150 a 500 por mes; y tras la asunción del macrismo el promedio de despidos mensuales trepó a 447 y totalizó más 3.500 nuevos desempleados.
Si se toma como punto de partida el mes de abril del año pasado y se analiza hasta mayo de este año, los despidos diarios ascendieron a una media de 10 por día. Si el tramo se circunscribe a los meses de gobierno macrista, el promedio trepa un 50%, llegando a 15 despidos diarios en las cuencas petroleras argentinas.
Mineros: 1.575 despidos
Los datos publicados por el Ministerio de Trabajo de la Nación y el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial sistematizan la situación de la rama de la actividad Minas y Canteras que engloba a los trabajadores petroleros y mineros, pudiéndose deducir lo sucedido entre los obreros petroleros y los mineros.
En el caso de los mineros, los despidos desde abril del año pasado ascendieron a 1.575 en todos los yacimientos mineros del país, mostrando también una tendencia alcista desde noviembre del año pasado aunque con volúmenes menores que entre los petroleros.
A pesar que los despidos dejaron a más de 4.200 obreros petroleros fuera del mercado, con una expulsión cercana al 7% del total empleado, el sector empresario insiste en seguir reduciendo las plantillas de personal aplicando un fuerte ajuste entre las cuencas argentinas. El plan para quienes no sean despedidos es aumentar la exigencia de productividad, a través de una profunda flexibilización en la industria.
