Al 7,1% de desempleo, también se le suman las cifras negativas en ocupación de la Minería, Actividades Financieras y de Seguros, y la industria manufacturera.
E.E. Vergara Valparaíso, Chile
Jueves 1ro de septiembre de 2016
El día de hoy, nuevas noticias golpean a los miles de trabajadores y trabajadoras del país. Según los resultados entregados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desempleo entre los meses de Mayo-Julio, es del 7,1%, la cifra más alta desde el año 2011. La cifra se eleva 0,2% más que el trimestre pasado, correspondiente a Abril-Junio.
Algunos otros datos interesantes entregados por el INE, son el aumento de la tasa anual de ocupados (1,2%), el alza de la fuerza de trabajo (1,8%), y la desocupación de un (10,6%).
Fuertes golpes en la economía
El crecimiento en la tasa anual de ocupados se ubicó en los sectores del comercio (3,9%), Alojamiento y Servicio de Comidas (10,5%) y Agricultura y Pesca (3,8%).
Por otra parte descensos importantes se dieron en la minería (-18,5%), Actividades Financieras y de Seguros (-10,4%) y la Industria Manufacturera (-2,6%)
Descargos en la espalda de los trabajadores y trabajadoras
Sin duda la economía a nivel internacional viene embistiendo fuertemente a distintas naciones, donde Latinoamérica y particularmente Chile, viene sufriendo las consecuencias de la desaceleración China, que se expresa en la caída del cobre y la crisis de los denominados commodities.
Sin embargo no es el bolsillo de los grandes empresarios los que se vacían cada día, frente a las consecuencias de la crisis capitalista, sino el bolsillo de los trabajadores. Miles y miles de trabajadores y trabajadoras del cobre a los que hoy las empresas, y el estado como su garante, bajan salarios, recortan derechos y comienzan los despidos.
Junto con esto los accidentes laborales comienzan a aparecer y arrojando consecuencias fatales, como el caso de las mineras de El Abra y Chuquicamata, que hoy tiene a tres trabajadores muertos.
Es así como la cifra del 7,1% en relación al desempleo no es más que la expresión de los grandes empresarios que buscan resguardar sus intereses, bajo el amparo del gobierno que bajo su discurso de la productividad, se escuda en la excusa de los “putos pesos”, mientras gerentes y altos cargos de la minería ganan millones, a diferencia de los miles de trabajadores precarizados y subcontratados del cobre.