Piñera cada vez más se acostumbra a gobernar vía vetos presidenciales y decretos ley; es que el gobierno tiene que echar mano a sus herramientas legales autoritarias cada vez más seguido desde el 18 de octubre y ahora con la pandemia, busca deshacerse via decretazos de todos los limites para imponer fuerza
Martes 12 de mayo de 2020
El gobierno de Piñera viene de enfrentar una de las rebeliones populares más grandes de la historia del país, solo se mantuvo en el poder debido a los salvatajes que los partidos de “oposición” le brindaron tanto por acción como por omisión.
Eso fue un factor para destrabar temporalmente el conflicto sin que el gobierno pudiese derrotar al movimiento de masas y sin que este pudiese derrotar al gobierno, solo el cambio de coyuntura que trajo el inicio de la pandemia logró apaciguar las olas de protesta que con distintas intensidades se volvían a reiniciar en todo el territorio.
Teniendo en mente todo el plan de hacer recaer la crisis sanitaria y económica sobre el pueblo trabajador, no se demoraron en restablecer el estado de sitio y de ahí el toque de queda, con incluso "comandos boinas negras" patrullando las calles, necesitaban demostrar musculatura aprovechando el momento.
La noticia Piñera aprovechó de darla difusamente el pasado viernes luego de una reunión con un grupo de alcaldes, en el marco del anuncio de la entrega de recursos extras para los municipios y de la “necesidad de ampliar las facultades de los funcionarios municipales”. Claro, en ese discurso no planteo que tenía en mente de que la guardia municipal pudiese actuar como una verdadera “policía municipal”, (como se la ha llamado en diferentes medios), incluso pudiendo hacer controles de identidad, actuar conjuntamente con la policía y el ejército y que además sería una decisión que tomaría sin consultar al parlamento, es decir era una medida por decreto.
En esa línea el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, señaló que el decreto operaría en el marco del estado de catástrofe y que sería una medida vigente por 90 días, según Galli el decreto apunta a “hacer aplicable algo que está en la ley de excepción constitucional que le permite al Jefe de la Defensa dar instrucciones a los funcionarios públicos y municipales para que le colaboren con las funciones que le toca cumplir al jefe de la Defensa”.
Te puede interesar: La vuelta del represor Ubilla: organizaciones Mapuche en contra de su regreso a La Moneda
Te puede interesar: La vuelta del represor Ubilla: organizaciones Mapuche en contra de su regreso a La Moneda
¿Y la "oposición"?
Los senadores de la ex Concertación Felipe Harboe (PPD) y José Miguel Insulza (PS) recurrieron a Contraloría para impugnar este decreto, bajo el argumento de que “el Presidente de la República no puede entregar, por decreto, facultades que son propias, según la Constitución, y de rango legal que corresponden al Parlamento”. Además la definen como una medida injusta, ya que “solo podrán ejercerlas aquellos municipios ricos que tengan financiamiento para poder contratar guardias municipales, dejando a la gran mayoría de los municipios pobres que no tienen potestades para ello”.
Es decir, a estos senadores de “oposición” no les interesa oponerse terminantemente a esta medida por fortalecer el perfil represivo del Estado, sino más bien reclaman por que no se le consultó antes y por que debido a la diferencia de los presupuestos municipales la no podría llevarse de igual manera en todas las comunas. Sin sorprender ya que sabemos de dónde viene, no deja de ser un reclamo miserable y condescendiente con el rumbo cada vez más autoritario que busca impregnar Piñera en el aparato Estatal, como medida preventiva ante nuevos episodios de cuestionamiento social masivo.
Sin duda una de las expresiones de pérdida de poder político de un gobierno es el intento de aumentar y fortalecer los aparatos represivos y de control, lo cual se ha demostrado sacando al ejército a la calle, pero además con medidas como el intento de acuerdo entre el SENAME y la ANI, o ahora este decreto que busca darle atribuciones de policía pero dirigidas por el ejército a los guardias municipales, justificándose en su necesidad debido al estado de catástrofe, pero que sin duda es una forma de buscar robustecer y pertrechar sus dispositivos de control, cuando ya no pueda ni hacer volver a los policías jubilados o graduar antes de tiempo a las policías de investigaciones y necesite mayor contingente represivo para intentar contener la bronca obrera y popular que saben, aunque les de terror reconocerlo, es muy probable tengan que volver a enfrentar.