Vemos como el coronavirus se extiende en el mundo, la crisis económica, social y sanitaria se profundiza. La familia de Daniel, el fallecido número 20 de COVID-19 en el argentina fue contagiado por su jefe que volvía del exterior. Crónica de una familia con caso positivo de COVID-19. ¿Qué medidas son urgentes?
Sábado 25 de abril de 2020 15:24
Pasó un mes de la cuarentena obligatoria hoy ya son casi 3500 los infectados en argentina y 166 los fallecidos. El 29 de abril se cumple un mes de que se conoció el fallecimiento de Daniel de 58 años en Florencio Varela, fue el primer caso de coronavirus en el distrito y el fallecido número 20 de COVID-19. Padre de 5 hijas, abuelo de 4 nietos, esposo y compañero de vida de más de 40 años de su esposa Yolanda. Daniel se contagió el 9 de Marzo en su trabajo, una empresa química donde contrajo el virus que traía su jefe de ventas de 72 años que volvió de España y fue directo del aeropuerto al trabajo.
De ahí en adelante la situación para esta familia varelense fue empeorando. Desde que tuvo su primer contacto con su jefe de ventas el señor Enrique Fernández, ya para el 11 de marzo Daniel comenzó con los síntomas de fiebre, además contaba con el agravante de sufrir de EPOC leve, él era un paciente de riesgo. Al mismo tiempo que comenzaron los primeros síntomas, también aparecen las primeras irregularidades con el servicio salud privado y con el servicio de atención *148.
En la Clinica Ranelagh apenas se le presenta la situación de Daniel, le diagnostican gripe fuerte sabiendo el cuadro completo, luego al ver que los síntomas siguieron continuando y agravando su salud, al 13 de marzo vuelve a la clínica y se le diagnosticó bronquitis, nuevamente lo mandan a su casa, frente a esta situación Daniel decide voluntariamente aislarse de su familia en una de las habitaciones de la casa donde conviven tres de sus hijas, sus suegros y su esposa. Al otro dia, el sábado 14 de marzo se le informa a la familia que el empresario Fernández dio positivo en el testeo de coronavirus y ese mismo día daniel realiza consulta con el medico nuevamente y otra vez lo mandan a su casa negándole la atención.
Frente a la insistencia recién el Lunes 16 le realizan el hisopado que tiene su resultado el miércoles 25 de Marzo. Si, una semana después. En la espera del resultado, el miércoles 18 Daniel cae internado en la Clinica Ranelagh empeorando todos los días su cuadro, llegando al lunes 23 de marzo dependiendo directamente del respirador y dos días después llega el resultado del hisopado, con la confirmación de que tenía coronavirus.
En los días previos a la internación, las llamadas al *148 por parte de Yolanda fueron incansables, sus hijas aisladas de él y viendo como la fiebre se eleva con cada minuto, el sistema de emergencia *148 negaba la atención diciendo que no tenía los síntomas suficientes para requerir a la atención médica y de prevención.
Finalmente el 29 de marzo Daniel fallece después de que su cuadro empeore con respirador al máximo y con diálisis ya que se le estaban afectando los riñones. Toda la familia nos preguntamos ¿si se hubiese atendido a tiempo y bien, sería parte de los 959 recuperados de COVI-19? ¿Si su jefe hubiese cumplido la cuarentena obligatoria? Muchas son las preguntas que nos abrimos hoy, pero veamos el punto más importante.
No queremos más casos así, necesitamos medidas urgentes
Ante esta pandemia siguen siendo los trabajadores, los que están más expuestos y si algo está claro, es que nadie se merece este final, las medidas tienen que cambiar. ¿Cuantos ejemplos como a Daniel que tardaron 11 días en darle un diagnóstico? (casi el mismo tiempo en que una vez el virus en el cuerpo se desarrolla por completo).
Uno de los principales pasos a seguir es la realización de los testeos masivos para efectivamente aislar y proceder al estudio de cada contacto de los individuos infectados de manera rápida par diagnosticar y avanzar en su tratamiento, los países de la región no lo están llevando adelante cuestión que incluye al Gobierno argentino.
La crisis del sistema de salud en argentina además es cada vez más visible. Si a los datos nos remitimos, el 40% de la población se atiende en hospitales públicos. Pero solo un 29% de los mismos establecimientos tienen recursos tales como Unidades de Cuidados Intensivos, respiratorios, entre otros, que puedan dar una respuesta al desarrollo de la enfermedad. Mientras tanto las prepagas y clínicas privadas siguen haciendo de la salud un negocio, es urgente que se centralice y unifique el conjunto del sistema de salud y sumar los recursos de la salud privada para que se pueda garantizar un acceso realmente universal al sistema de salud.
Desde la izquierda venimos exigiendo que aquellas empresas que se nieguen a poner todos sus edificios, aparatología y recursos al servicio del combate a la pandemia sin cobrar un centavo, deberán ser expropiados y funcionarán bajo la gestión directa de sus profesionales y el resto de los trabajadores de la salud, no podemos permitir que esto continúe. Es necesario que se avance en la centralización del sistema de salud, ya vimos como el ministro de salud Ginés González García retrocedió ante el primer arrebato de los empresarios de la salud que no quieren centralizar el sistema de salud porque les interesa mantener y resguardar sus ganancias. Por Daniel y todo el pueblo trabajador y pobre, debemos dejar en claro que nuestras vidas valen.