Sólo se realizaron peritajes en 953 escuelas para analizar si tienen daños. Así se expresa la desidia gubernamental.
Sábado 30 de septiembre de 2017
Foto: Escuela Ricardo Flores Magón, Acambay
Este viernes 29 de septiembre de 2017, un total de 5,278 escuelas (públicas y privadas) regresaron a clases en el Estado de México, con 262 públicas y 691 privadas “revisadas”, en medio de los necios esfuerzos del gobierno federal y la SEP por imponer la normalidad a los estudiantes de educación básica, los maestros y los padres.
De hecho Aurelio Nuño, titular de la secretaría de Educación Pública, había anunciado el regreso a clases el lunes 25 de septiembre pero a causa de la ola de críticas por redes sociales rectificó el día, ya que eso implicaba un enrome riesgo para los niños algo detectado por los padres.
El pasado domingo 24 de septiembre Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, y Nuño dieron una conferencia de prensa cambiando la decisión. De hecho, el Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles señaló que la SEP incurría en una gran irresponsabilidad por permitir el retorno a las actividades escolares en semejantes condiciones, ya que sólo se contaba con peritajes preliminares. Una de las grandes presiones ha sido la organización de padres y vecinos de delegaciones como Xochimilco e Iztapalapa.
Pero como se puede ver a través de esta información, las decisiones giraron completamente en torno a la capital del país, dejando de lado la situación de las escuelas y los poblados del Estado de México, uno de los bastiones históricos del PRI, y de donde es originario Enrique Peña Nieto.
En realidad de los peritajes presentados en esta entidad federativa se sabe muy poco, reflejando la urgencia del gobierno por volver a la normalidad, y con el fin de detener la organización independiente que se ha estado forjando en los estados afectados por terremotos.
También se ve la urgencia del gobierno por seguir aplicando la Reforma Educativa, pretendiendo obligar a los profesores a “reponer el tiempo perdido” en periodo vacacional, como si ellos fueran los responsables del desastre y no las malas condiciones de las escuelas (falta de mantenimiento y de infraestructuras adecuadas) o las pocas medidas de seguridad. Además de que la Secretaria de Educación muestra sus intenciones de que los empresarios inviertan en arreglar las escuelas, echando a andar así la privatización de la educación.
