A pocos días del 8 de marzo, enfrentamos más violencia, feminicidios y precarización, así como los intentos de cooptación y desmovilización del gobierno y la derecha.
Martes 7 de marzo de 2023
Este 2023 inició con un escenario político cruzado por la carrera electoral y por la polarización política. Destape de candidatos y campañas entre las que destacan la de Alejandra del Moral por el PRI y la de Delfina Gómez en el Estado de México, ambas poniendo en juego la carta de ser mujeres para justificar las políticas de sus partidos. Y por supuesto la de Claudia Sheinbaum, favorita de López Obrador para sucederlo en el 2024 y que tiene detrás a las mujeres de la 4T, 9 gobernadoras y distintas funcionarias de secretarías clave.
En estos dos meses, los feminicidios se han mantenido al alza poblando las notas rojas de toda la prensa. Como plantea Joss Espinosa en esta nota, el 2022 rompió récord con 3754 homicidios dolosos de mujeres en México, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Solo un 33% de estos fue investigado como feminicidio y los casos reflejan un claro aumento de odio contra las mujeres, niñas y jóvenes que sufren muertes con lujo de violencia.
En la Ciudad de México, “ciudad de derechos” gobernada por Sheinbaum, el feminicidio en el 2022 incrementó 7.35% a pesar del despligue policial, de las fiscalías especializadas y las unidades de atención a la violencia impulsadas por el Morena y el PAN. También, a pesar de las declaraciones de Ingrid Gómez titular de la Secretaría de las Mujeres que asegura que la capital es la segunda entidad con más disminución en feminicidios tras la implementación de la Alerta de Violencia de Género.
Cabe recordar que con Peña Nieto la cifra de feminicidios era de 7 al día en todo el país, con lo cual estamos incluso en un salto sustancial respecto a los gobiernos antineoliberales y antoobreros anteriores, bajo estos cuatro años del gobierno de López Obrador y su Cuarta Trasformación.
Por si fuera poco, además de entre los 10 y 11 feminicidios diarios, las cifras de impunidad se mantienen en un 95% para los casos clasificados como tales y las denunciantes y familiares de víctimas continúan señalando la revitimización por parte de funcionarios y la obstaculización de la justicia y los procesos de investigación de los Ministerios Públicos.
Militarización y feminicidios, dos caras de la misma política dictada por el imperialismo
Organizaciones de mujeres, investigadoras, organismos de derechos humanos, familiares de víctimas y activistas hemos insistido en la relación entre el aumento del feminicidio y la militarización del país. El despliegue del ejército en las calles bajo la supuesta guerra contra el narco impulsada por el gobierno panista de Felipe Calderón, extendió nacionalmente el fenómeno, afectado en enorme medida a las mujeres trabajadoras del campo y la ciudad así como a las migrantes, convirtiendo al Edomex, entidad de alta composición obrera como Ciudad Juárez, en la segunda entidad con más feminicidios y aumentando el riesgo para las mujeres migrantes en los estados del norte del país. La militarización del país para “combatir al narcotráfico” solo logró más ejecuciones extrajudiciales, un aumento del 10% en las desapariciones desde el 2018, y el incremento del juvenicidio y el femincidio como constantes de este gobierno. La Guardia Nacional (GN), la Secretaría de Marina y de la Defensa Nacional encabezan las listas de violaciones a derechos humanos.
Qué podemos esperar de un gobierno que además de seguir los dictados imperialistas, como la continuidad y profundización de la militarización, busca a toda costa continuar administrando los negocios de los grandes capitalistas. Así lo demuestran las políticas del gobierno de la 4T y hasta las amistosas fotos de López Obrador con sus magnates consentidos como Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, con Germán Larrea -segundo en la lista de los más ricos del país tras Slim- dueño de Grupo México que es concesionario de un tramo del Tren Maya, Salinas Pliego dueño de Grupo Salinas que posee Banco y TV Azteca así como Elektra, Alberto Bailleres dueño de Palacio de Palacio de Hierro y GNP Seguros, o Arámburu-Zavala antigua dueña de Grupo Modelo y mujer más rica de México.
De aquí que la inversión multimillonaria de 4.9 billones de pesos para los programas sociales sumada a los 408, 209 millones de pesos para la Secretaría del Bienestar (pensiones, sembando vida, personas con discapacidad) contemplados por el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Nación del 2023 haya sido insuficiente para evitar el crecimiento de la pobreza en un 12% a nivel nacional según el Consejo de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) a pesar de haber auxiliado a millones de familias, mujeres, campesinos y jóvenes.
En una situación estructural de pobreza y de precarización del trabajo y la vida derivada de la subordinación y el saqueo imperialista y de privilegiar los negocios de los capitalistas, solo con medidas que ataquen las grandes fortunas de los empresarios imponiendo impuestos progresivos y garantizando condiciones de trabajo dignas como una jornada de seis horas, cinco días a la semana con un salario que cubra la canasta básica y aumente según la inflación, de la mano del reparto de trabajo existente entre todas las manos disponibles para atacar la desocupación y el desempleo podríamos atacar de raíz el problema de la pobreza y la precarización laboral.
Independencia política del movimiento de mujeres para arrancar en las calles una vida sin violencia y enfrentar los planes de los empresarios, el gobierno y la derecha
Está por verse si este 8M expresa la masividad de años anteriores, logrando superar la política del gobierno y los intentos de la derecha por recomponerse, que han profundizado la cooptación sobre el movimiento. No es menor que la apuesta del gobierno de AMLO y su 4T es mantener la pasividad del movimiento obrero, popular y de mujeres como ya logró a base de represión selectiva y cooptación de referentes feministas con el objetivo de mantener su hegemonía.
Esto lo podemos ver con medidas disuasivas como la militarización “preventiva” de la CDMX, o en escenas de represión abierta como el asesinato a manos de la GN de Beatriz, normalista de Panotla y las ejecuciones de jóvenes en Nuevo Laredo, etc. Así como en la integración al gobierno y las instituciones de referentes feministas y femeninas como Sayuri Hernández en las fiscalías especializadas, con la ahora senadora por el Morena Susana Prieto Terrazas reconocida abogada de obreros de las maquilas fronterizas, y referentes de distintas luchas como Néstora Salgado que dejó la Policía Comunitaria CRAC-PC de Guerrero para volverse senadora oficialista, o Manuel Velázquez -conocido como Omar García 44- el sobreviviente de la masacre de estudiantes de Ayotzinapa en el 2014.
Frente a la represión y cooptación del gobierno pero también frente a la derecha neoliberal, cínica y demagógica, es indispensable una posición independiente del régimen político, de todos los partidos del Congreso y la desconfianza de las instituciones del Estado capitalista. Nada podemos esperar de ellas ni de quienes prefieren preservar las ganancias empresariales sobre la vida de millones. En esta carrera electoral, el gobierno y AMLO con su discurso de polarización quiere convencernos de que solo hay dos opciones: estar con los “progres” del oficialismo o con la derecha conservadora. Nada más falso. Esta dicotomía está puesta al servicio de desviar todo el descontento hacia el apoyo electoral para el Morena en el 2024 instalando la idea de que a la izquierda del Morena “está solo la pared”, invisibilizando a la izquierda independiente. Pretende ocultar que es posible luchar por una verdadera alternativa junto a las y los trabajadores, jóvenes y sectores populares.
Esta estrategia discursiva la acompaña de declaraciones que buscan presentar al Morena más a izquierda de lo que en realidad está, como un supuesto progresismo antineoliberal que se reivindica feminista, obrero y popular -tal como dicen sus jornadas de formación política en el marco del 8M- mientras gobierna al servicio de los ricos.
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Desde la agrupación de mujeres y disidencias Pan y Rosas consideramos que hace falta construir una alternativa independiente del gobierno, la derecha y los empresarios que no vea nuestros derechos y demandas como moneda de cambio por votos. Ni la derecha ni el gobierno representan los intereses de millones de mujeres, trabajadores, migrantes y campesinos que vivimos diariamente la violencia, la explotación y la precariedad laboral. Tampoco aceptaremos ser base de maniobra de los partidos de derecha que hoy hablan de “defender la democracia” pero en realidad defienden a los patrones y han mantenido al ejército a las calles desde el 2006.
Este 8M tiene que ser distinto. Debe estar encabezado por las trabajadoras en lucha contra los despidos y la precarización y convertirse en una jornada de lucha. Las tendencias progresivas del movimiento de mujeres, la combatividad y rabia de miles hartas de la violencia debe traducirse en organización independiente contra los planes del gobierno, la derecha y los empresarios que más temprano que tarde buscarán arrebatarnos todo lo que hemos conquistado con la lucha o por concesiones del gobierno.
A nosotras no nos representan las mujeres de la derecha empresarial como Alejandra del Moral que compite por el PRI o Lily Téllez que es una fuerte aliada de la Iglesia. Tampoco Delfina Gómez del Morena -acusada de corrupción y de atacar las condiciones laborales del magisterio en su paso por al frente de la Secretaría de Educación Pública- , Luisa María Alcalde que habla maravillas de la Reforma Laboral que ataca el derecho a huelga y profundiza la injerencia del Estado en los sindicatos, ni la propia Claudia Sheinbaum, famosa por su mano dura contra las movilizaciones de mujeres y trabajadores en la CDMX y por extender la precarización para trabajadores estatales siguiendo los pasos de López Obrador.
Su feminismo, el de las figuras femeninas del oficialismo de la 4T y la oposición conservadora, es el del techo de cristal, un feminismo liberal que plantea que unas pocas mujeres en puestos de poder podrían “hacer la diferencia” sin cambiar las condiciones estructurales que mantienen a millones en el sótano de la explotación capitalista.
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Nuestro feminismo, el feminismo de las socialistas de Pan y Rosas que nos organizamos en 14 países de América y Europa, levanta una perspectiva anticapitalista, antiimperialista, antipatriarcal y antiracista que busca cambiar revolucionariamente esta sociedad, acabar con este sistema de explotación y luchar por sociedad sin clases sociales y sin opresión, el comunismo.
Nuestro feminismo socialista está codo a codo con las trabajadoras que luchan en el sector estatal como las huelguistas del SUTNOTIMEX, de programas sociales y PILARES, las del sector educativo que se han movilizado e impulsado huelgas como en el SITUAM, el SUTIEMS, el COLBACH, la UACM y en universidades estatales como en la de Veracruz, Chiapas, Michoacán, Hidalgo, etc. También con las docentes universitarias que pelean por trabajo digno como las de la UNAM, trabajadoras de la salud, de los servicios y todas las que enfrentan al principal enemigo de estas luchas, las burocracias sindicales enemigas de la autoorganización y la democracia obrera, que aprovechan el espacio de pasividad construido sobre la confianza y aspiraciones en el gobierno y evitan que estas luchas se desarrollen y coordinen para triunfar, negándose a movilizar toda la fuerza obrera en jornadas de lucha como este 8M.
Perú y Francia marcan el camino para enfrentar a los gobiernos capitalistas
Por eso saludamos la jornada de huelga general en Francia que enfrenta en las calles y organizada desde abajo, de manera democrática para enfrentar la política de las burocracias sindicales, la lucha contra las reformas al sistema de pensiones del gobierno de Macrón, movilizaciones en las que participan compañeras de Du Pain et des Roses Francia.
Por eso impulsamos espacios de coordinación y de reagrupamiento de vanguardia y como la Asamblea de Trabajadorxs en Lucha y campañas por la desmilitarización del país vinculada a la denuncia del feminicidio, y contra la precarización y los despidos, donde acordamos un bloque unitario, independiente y combativo de organizaciones y sindicatos en lucha este 8M.
Solo desde una perspectiva de independencia política de nuestras organizaciones como clase trabajadora y del movimiento de mujeres, que pelee por la unidad con los sectores en lucha y sectores avanzados de la clase trabajadora en la perspectiva de fortalecer la lucha por nuestras demandas y poner a las organizaciones obreras y sindicales al servicio de éstas podremos arrancar trabajo digno, la desmilitarización del país y un plan de emergencia que enfrente el feminicidio y las condiciones estructurales que lo general.
En esta pelea es fundamental la alianza con nuestros compañeros de clase, millones de trabajadores hartos de la violencia que enfrentan sus compañeras, hijas, hermanas, amigas y hartos de la explotación y los bajos salarios que también son violencia.
Por eso saludamos el ejemplo de las mujeres, campesinos y trabajadores en Perú que enfrenta la represión del gobierno golpista y asesino de Dina Boluarte, una mujer que no duda en usar la mano dura para hacer retroceder la movilización de millones hartos de la pobreza y la expoliación imperialista, donde Pan y Rosas Perú pelea por la libertad de las y los presos políticos, por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana impuesta por la Huelga General Política y por un gobierno de organizaciones en lucha.
Nos vemos este 8 de Marzo. Marcha y súmate a la agrupación internacional de mujeres y disidencias Pan y Rosas en México, Costa Rica, Venezuela, Perú, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay, Argentina, Catalunya, España, Italia, Francia, Alemania y Estados Unidos.
