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Red Internacional
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Metalúrgicos. Despido, asamblea y reincorporación en Siderca

El lunes 1º de diciembre nuevamente Siderca Campana (Techint) quiso usar su impunidad patronal echando a una trabajadora contratada, considerándola material descartable. Sus compañeros reaccionaron, hicieron asamblea y hoy Florencia sigue trabajando en la fábrica.

Lunes 22 de diciembre de 2014 08:56

Florencia es una joven trabajadora que ya hace tres años viene siendo contratada, como muchos de los casi 400 contratados que hay en Siderca Campana, con la modalidad de contrato plazo fijo, mes a mes, es decir con una inestabilidad absoluta.

En esta oportunidad la patronal quedó en el intento de echarla, porque los trabajadores del sector Fábrica de Cuplas respondieron inmediatamente. Se rompió lo que estaba naturalizado y se logró hacer ingresar a la compañera a la fábrica, los molinetes no impidieron que la pelea por su reincorporación sea con ella dentro la planta. Además se le exigió a la los miembros de la Comisión Interna (UOM) que intervengan.

En el sector los compañeros fueron organizando la asamblea. “Colmamos el comedor”, contaba entusiasmado un trabajador. “No faltó nadie”, decía otro. A las 16,30 comenzó la asamblea, parte de la Comisión Interna estaba presente ante la mirada de muchos trabajadores que la interpelaron. Ya había habido reuniones con Relaciones Laborales y Recursos Humanos.

Los trabajadores pusieron sobre la mesa y dejaron en claro que a Florencia la tienen que reincorporar ya. Se avanzó y el quite de colaboración ya estaba en marcha. Otra moción sonó con firmeza en la asamblea: “Si a la compañera no la reincorporan ya paramos el sector”. Los trabajadores votaron a mano alzada, la Interna quería bajar los ánimos de los trabajadores, cosa que no logró. Las cosas no quedaron ahí ya que se abrió la necesidad de enfrentar el abuso de la empresa con los contratos y se le exigió que se dé la pelea por la efectivización de todo el personal contratado.

La reincorporación de Florencia es una muestra de que se le puede parar la mano a empresas como Siderca. El fraude laboral debe terminar, los jóvenes no son material descartable. Esta vez los metalúrgicos de Siderca dijeron “tocan a una, nos tocan a todos”.