Hoy. Despidos de estatales ¿Cómo pelear este primer round contra el gobierno de Milei?

El plan motosierra que Javier Milei agitó durante la campaña electoral ya tomó formas definidas. Su éxito o fracaso dependerá de muchos factores, y sobre todo de la capacidad de resistencia y de organización que le podamos oponer desde los sectores que estamos siendo atacados por el plan económico, el DNU y “Ley Ómnibus” del gobierno de Javier Milei.

La pelea que se abre entre los trabajadores y trabajadoras del Estado (nacional, de las provincias y municipios) tenemos que ubicarla entonces cómo un primer round de una lucha de más largo aliento que nos incluye como parte del todo. El ajuste implica despidos, como se empezaron a confirmar está semana, y un ataque general al conjunto de nuestras condiciones de vida por la vía de la inflación, tarifazos y recesión que tendrá impacto más general sobre el empleo. Como una avanzada del golpe que se propone dar el Gobierno, los puestos laborales en el Estado implican un ataque directo, con el objetivo de dejar miles de Familias en la calle. A Milei, su gobierno y los empresarios les decimos: Familias en la calle nunca más.

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Familias en la calle nunca más, para nosotros significa el compromiso de pelear a fondo contra los despidos que han iniciado en el sector público. Estos se comenzaron a confirmar el viernes 29 de diciembre e incluye a trabajadores de dependencias de Estado Nacional como la Secretaria de Trabajo (ex Ministerio) del Ministerio de Capital Humano, donde ya llegaron notificaciones y diversas dependencias del Gobierno de la Ciudad donde sin ninguna anticipación las y los trabajadores se “desayunaron” con los avisos respectivos. Esto sucedió en el IVC (Instituto de la Vivienda de Ciudad), en varias áreas de Desarrollo Humano y Hábitat y por distintas dependencias de toda la Ciudad. En otras dependencias circulan listados confeccionados a partir de las definiciones del Decreto que definió el recorte del sector público, con dependencias que incluyen centenares de trabajadores o anuncios de fuertes recortes cómo en sectores sensibles cómo en la línea 144 contra la violencia machista. Mientras escribimos está nota seguimos recibiendo comunicaciones con despidos que llegan en distintos sectores.

Si de por sí es inhumano el despido de trabajadores con años de antigüedad como monotributistas con contratos que son un fraude laboral, mucho más es la saña en despedir a días de las fiestas de fin de año por mail o llamadas de teléfono.

En el Estado Nacional los trabajadores venían organizándose desde el momento de la asunción del nuevo gobierno de Milei que los amenazó desde el primer momento. Así fue que en varias dependencias se comenzó a organizar la resistencia en asambleas generales, por sector, con un estado deliberativo en todas las oficinas y armando grupos de whatsapp organizando en especial a los miles de contratados que son los que están en la mira en esta primera etapa. Esta organización previa incluyó asambleas y acciones en Ministerio de Justicia; de Mujeres, Géneros y Diversidad, Trabajo, Economía, INDEC, Desarrollo Social, AFIP, entre muchos otros. Con esta preparación previa, varias dependencias encaran la fecha del 2 de enero a no dejar a los despedidos en la calle intentando que sean parte de las asambleas dentro de los ministerios.

Comités o comisiones anti-despidos

Es imprescindible que los propios compañeros despedidos se transformen en un centro de la pelea contra los despidos. Son los mismos afectados quienes pueden convencer mejor de la necesidad de ganar apoyos entre los mismos compañeros y en otros sectores de la sociedad. Que sean los verdaderos sujetos de la pelea en comisiones anti-despidos o comisines de lucha contra los despidos que los integre junto a trabajadores no despedidos y delegados/as que quieran ser parte activa de la pelea.

Estos espacios, que surgirán en cada lugar con despidos, pueden confluir y coordinar con los que vayan surgiendo en otras dependencias para ir ganando fuerza en la lucha común, para que tengan protagonismo, voz propia, se den fuerza e, impulsando un fondo de lucha, no sean quebrados por hambre hasta lograr su reincorporación. Y confluir con todos los estatales en el torrente de lucha que incluye a trabajadores, compañeres que se suman a las asambleas barriales y cacerolazos, movimientos sociales, de artistas, de mujeres y de estudiantes que apuntan hacia el Paro General del 24 de enero. Estos sectores son nuestros aliados.

2 de enero, acciones contra los despidos

Los primeros segundos de este primer round contra el ataque de Milei los tenemos planteado este 2 de enero en los ingresos a nuestros organismos.

Tanto en el Ministerio de Trabajo como en Economía y Desarrollo Social se votó preparar el ingreso colectivo masivo a esos organismos junto a los compañeros despedidos, para acompañar a los compañeros despedidos y convocar ese mismo día asambleas unificada de afiliados y no afiliados, junto los gremios que se propongan ser parte. En el caso del Ministerio de Trabajo la propia asamblea de trabajadores impulsada por la junta interna de ATE trabajo votó convocar para ese día a la delegación de UPCN del organismo.

Desde la Agrupación Marrón propusimos en estas instancias poder contar con el apoyo, además de las estructuras de los sindicatos y sus dirigentes, de otros sectores: del movimiento de mujeres, de los cacerolazos, de sectores afectados de trabajadores por el plan Milei-Caputo, sectores solidarios, cuestión en la que no hubo acuerdo en el Ministerio de Trabajo. En Desarrollo Social, donde hay un proceso asambleario autoconvocado, también se votó un ingreso colectivo junto a los despedidos, así como en Economía, CNEA e Indec, que votó una medida similar.

Los sindicatos al frente para unir las batallas, no para dividirlas

Los sindicatos que intervienen en el sector público habían encendido las alarmas ante los anuncios e incluso confirmando previsiones de cuál sería el sector de trabajadores afectados. ATE Nacional llegó a plantear para el Estado nacional que el sector atacado incluiría a unos 7000 trabajadores, un número similar circuló respecto del plan de achique de Jorge Macri para los estatales de la Ciudad de Buenos Aires.

Es un grito de guerra por parte del gobierno de Milei hacia los trabajadores y también hacia sus organizaciones, los sindicatos que intervienen en el sector público. Por eso todo debate de cómo resistir a estos ataques debe incluir la política que llevan adelante las conducciones de los gremios.

En el caso de la dirección de UPCN, esta recibió al nuevo gobierno con declaraciones más o menos amigables apostando a la idea de “darle tiempo”. Presionado por el descontento general, se han sumado a la convocatoria de la CGT del paro del 24 de noviembre. Sin embargo, en paralelo llegan muchos comentarios de trabajadores que ven a UPCN pasando por sus oficinas informando sobre los despidos a compañeros/as, actuando como correa de transmisión de los listados que plantean las autoridades y apostando a “levantar” caso por caso el despido, apostando fuerte a la pasividad y el individualismo. Claramente una lucha en conjunto contra los despidos no se lleva bien con un clima de pasividad en los lugares de trabajo y aun menos con un sálvese quien pueda.

En el caso de la conducción de SUTECBA en Ciudad de Buenos Aires, el sindicato ampliamente mayoritario, al momento ha sacado una comunicación planteando que el gremio solicitará una revisión a nivel de su instancia paritaria, sin llamado concreto a los trabajadores afectados ni al conjunto de los trabajadores del sector, ni a organizarse, menos a pelear y a igual que su par de la CGT, UPCN, repitiendo el “quedate en el molde y vemos si te hacemos zafar”.

De parte de ATE, hasta el momento el plan incluyó plenarios de delegados y dos conferencias de prensa, estas últimas en coordinación de las llamadas “dos ATE”, es decir los sectores que responden la Verde y Blanca de Daniel Catalano o a la Verde de Rodolfo Aguiar. A pesar de los anuncios y amenazas permanentes de un ajuste brutal por parte de un Gobierno que llegaron a caracterizar como "fascista" la preparación para este momento fue más que insuficiente. La política planteada hasta el momento no incluye ninguna perspectiva de coordinación, ni unidad de los sectores afectados. Podríamos sintetizar esta orientación como de negociación por lugar o que cada Junta Interna haga lo que pueda, un sindicato desmembrado que pierda la capacidad de actuar como gremio. De hecho, no se conocen hasta ahora lugares donde dirija la conducción del gremio tanto a nivel nacional como a nivel de la Ciudad que preparen el 2 de enero con medidas colectivas que busquen involucrar al conjunto de los trabajadores.

Plenario o encuentro de trabajadores estatales, abierto a los sectores en lucha y solidarios

Desde la Agrupación Marrón Clasista en ATE de la que formamos parte militantes del PTS y compañeres independientes, planteamos una serie de puntos para organizar la pelea.

En primer lugar, se nos impone luchar juntos y coordinados poniendo a jugar toda la fuerza que tenemos los trabajadores del Estado. Los de los ministerios, de las empresas del Estado que quieren ser privatizadas, de las dependencias que reúnen a miles de compañeros y de las que agrupan a unos pocos compañeros. Unidos y coordinados somos mucho mas fuertes que peleando por separado.

Los despidos en el Estado son parte de un ataque más general y es imprescindible buscar nuestra fuerza en el apoyo y la unidad con todos los sectores que están siendo atacados. Con el movimiento de mujeres que ha construido las movilizaciones mas masivas de la historia reciente conquistando el derecho al aborto, con el movimiento estudiantil que se prepara para defender la universidad pública, el movimiento de derechos humanos y ambiental, los trabajadores de infinidad de sectores que están en la mira del plan de Milei, como los medios públicos o de la cultura y tantos otros más que desde los anuncios del gobierno están siendo parte de los cacerolazos en varios barrios y ciudades. Si Milei nos lleva a pelear por separado estará en mejores condiciones de imponer su plan.

En la perspectiva de unir nuestras fuerzas, mientras proponemos asambleas comunes de ATE-UPCN en las dependencias debemos exigir a las conducciones que convoquen a un paro nacional y plan de lucha de estatales como instancia previa al Paro del 24 de enero, ya que los despidos están siendo ahora. Nos ayudará a ganar fuerzas incluso para el Paro General del 24 de enero.

Además proponemos hacia las asambleas, trabajadores, comisiones de despedidos, juntas y delegados y gremios empezando por ATE, la convocatoria a una asamblea abierta de trabajadores estatales y municipales abierto a otros sectores en lucha, organizaciones solidarias y a los sectores antes mencionados, para decidir y votar un plan de lucha por ningún despido en el Estado y contra el plan Milei-Caputo. Especialmente creemos que podemos buscar los puntos de acuerdo para impulsar está iniciativa con los compañeros de organizaciones que formamos parte de juntas independientes, democráticas y de lucha, cómo es el espacio de la lista Multicolor + BVG y otros sectores que en CABA formaban parte de la “interjuntas”.

Este plenario, que puede ser convocado en un espacio público y simbólico como la Plaza de Mayo, debería ser un gran punto de organización contra los despidos y para construir desde abajo en todas las dependencias estatales el Paro General convocado por la CGT para el 24 de enero.

Un paro nacional que, como se plantea en esta nota, “debe ser el primer paso para avanzar en una contraofensiva que derrote el ’plan motosierra’ de conjunto: ni DNU, ni leyes, ajustes, despidos o tarifazos contra el pueblo trabajador, ni protocolo represivo.”

No somos casta, somos trabajadores y trabajadoras. Ni una menos sin trabajo. Una campaña para llegar a millones contra la estigmatización de los medios oficialistas

Como se viene confirmando en los últimos años, las batallas también transcurren a nivel mediático y se ha profundizado con la extensión de las redes sociales. El Gobierno de Milei busca construir un enemigo contra el cual establecer su discurso populista de derecha y los trabajadores del Estado somos parte de ese “enemigo público” que quieren construir.

Nuestro desafío es hablarle a todos aquellos que se ven afectados por el plan de Milei y contar realmente a quiénes está atacando, a la vez que desprestigiar su propio relato.

Con el recorte que están llevando están atacando por ejemplo a las compañeras que atienden programas para víctimas de violencia machista, que a la vez son las que pelean por su plena implementación y recursos.

Nos proponemos usar toda la creatividad de los propios compañeros, de sus amigos, de sus familias para dar esta pelea, ya sea haciendo videos, difundiendo mensajes y cadenas de difusión y todo lo que esté a nuestro alcance para apoyar la lucha de los despedidos. Así como también buscando atacar los sentidos comunes que vienen instalando los libertarios, como se ve en redes a diario. Entre los compañeros mas jóvenes esto se podrá transformar también en una campaña callejera de graffitis, pintadas y otras iniciativas.

Las páginas y las redes de la izquierda Diario están abiertas y a disposición de esta pelea. También las bancas conquistadas por el PTS en el Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad desde donde se está impulsando este Proyecto de Emergencia laboral para el personal de la Administración Pública.