Entrevistamos a Manuel Portas, delegado del núcleo sindical del colegio y liceo Pedro Poveda, en lucha contra los despidos arbitrarios de parte de la Fundación Sophia que gestiona el colegio
Miércoles 1ro de enero de 2020
LID: ¿Cómo se origina el conflicto en el colegio?
El conflicto con la Fundación comienza formalmente luego de la instancia en el Ministerio de Trabajo, el viernes 27 de diciembre. Tuvimos una asamblea de trabajadores en esos días y nos declaramos en conflicto como resultado de la intransigencia de la Fundación y la actitud arbitraria para los despidos.
Pero en realidad esto viene de mucho antes; ya en los primeros meses del año nosotros tomamos conocimiento del desembarco de la Fundación Sophia y luego de informarnos sobre que era esta Fundación y su forma de actuar, solicitamos una bipartita con la institución teresiana que manejaba el Poveda.
La directora en ese momento y las demás autoridades, nos dicen en principio que solo se trataba de una asesoría en cuestiones de administración, por las dificultades económicas y que la Fundación Sophia estaría asesorando, pero subrayan en ese momento que el colegio no está fundido y que ellas “no iban a entregar el colegio”.
Ya en octubre la Fundación desembarca, nosotros nos enteramos por un correo institucional. Esta Fundación en general lo que hace básicamente es absorber colegios católicos que están en una situación compleja y mediante la imposición de su sistema de gestión y pedagógico inician una reestructura en los colegios.
Nosotros tuvimos reuniones con las nuevas autoridades, al igual que las familias, y a nosotros como núcleo sindical en ese momento nos queda claro que la mano venía compleja.
El Poveda tiene una tradición pedagógica, que se forja con muchos años de trabajo, en la que le ponemos especial atención a los estudiantes con dificultades de aprendizaje, la inclusión, la diversidad; esas son como las banderas que propone el colegio.
Los métodos que propone la Fundación son de carácter uniformizante, por lo cual esta mirada que atiende la diversidad, para nosotros quedaría por el piso; o sea hay una afectación a un estilo de trabajar que tenemos nosotros.
Ellos tenían una fundamentación en estas reuniones, que la tienen bastante preparada, que te dicen que el que no esté de acuerdo con sus métodos, son libres de irse.
Te dicen, “plata para despidos hay”; pero nosotros como trabajadores no estamos dispuestos a perder nuestros puestos de trabajo; ellos tienen esta argumentación muy bien preparada, pero esconden una lógica empresarial de “si no te gusta te vas”.
Lo otro preocupante es que en esa instancia, ellos aseguraron que los cambios para secundaria no iban a ocurrir en 2020, que serían graduales; y que no iban a haber cambios pedagógicos ni estructurales.
Nos dijeron que no iban a haber muchos más cambios que los horarios y que no corrían riesgo las fuentes de trabajo; pero esto no es la situación con la que nos encontramos estos días.
El 20 de diciembre, luego de una reunión bipartita con la Fundación nos dicen que iban a despedir a los adscriptos, entre otros compañeros trabajadores. Ese mediodía la información que teníamos es que serían 5 despidos, y que además se eliminaba la figura de los adscriptos y que creaban la figura de tutor, reduciendo sensiblemente la cantidad de horas de esta tarea.
LID: ¿Cual es la actitud de la Fundación?
Nosotros vemos que las cosas además se complican, porque la Fundación, en las reuniones con los padres y con nosotros, cambia constantemente de argumentos.
Te hablan de la situación económica, pero después de hablan de cambios en la gestión, hablan de que los adscriptos no tienen título docente, luego dicen que no es económico sino por su sistema de trabajo. Después vuelven con el tema económico, te dicen que quieren dejar el camino allanado para el nuevo director, porque con la reestructura que hacen bajan el número de directores y hay un nuevo director en secundaria. De vuelta te dicen que es el sistema que aplican ellos.
Tanto a los docentes como a los padres el argumento no nos queda claro, el argumento es según lo que vaya sucediendo en la reunión.
LID: ¿Y ustedes como responden?
Esto nos trasmite inseguridad en estos intercambios, ellos tienen intransigencia y se niegan a escuchar alternativas que los docentes y familiares les ofrecemos.
Nosotros ya de entrada intuitivamente les proponemos opciones y soluciones, nosotros queremos defender la fuente laboral y que no se afecte un estilo de trabajo en el liceo, pero no te dan caminos para la negociación.
La tarde del 20 hay una gran movilización, toda la comunidad educativa, los padres, los chiquilines, los docentes nos movilizamos, cosa que no es común para una institución privada. Nosotros nos sentimos respaldados y estamos en contacto permanente con los padres y coordinando acciones.
Luego de esta gran movilización, los padres el mismo día en la tarde solicitan tener una reunión y después nosotros como no hay acuerdo con la Fundación, solicitamos la audiencia en el Ministerio y nos declaramos en pre-conflicto.
El 27 de diciembre es esta instancia en el Ministerio y ellos mantienen la misma actitud, se niegan a buscar alternativas y soluciones posibles y por lo tanto el núcleo y el sindicato SINTEP, nos declaramos en conflicto.
Nosotros no queremos el conflicto queremos que ellos trasmitan en forma clara los argumentos para esta situación, que no los estén cambiando según el matiz que toma la discusión y que no hablen con números abstractos sino con números concretos.
LID: ¿Que están proponiendo ustedes?
Nosotros estamos dispuestos a negociar, siempre defendiendo la fuente laboral, es de lo que vivimos nosotros y nuestras familias.
Nosotros no buscamos el conflicto, ni creemos en las soluciones mágicas, lo que queremos es que se aclaren bien las condiciones y buscarle soluciones que tengan como único fin la dignidad de los trabajadores y la defensa de la fuente laboral.
Esta es una postura que siempre hemos tenido como SINTEP, buscamos evitar el conflicto, proponiendo negociación.
La Fundación tiene una actitud de monopolizar, llegan y se manejan con una típica lógica empresarial. Nosotros no somos números, el colegio tiene realidades humanas con un contexto de trabajo y tradición, nosotros estamos dispuestos a trabajar mejor, a superarnos, pero estos cambios modifican sustancialmente el trabajo individualizado y atentan contra la diversidad con la que como colegio nos manejamos siempre.
La Fundación da como respuesta estos despidos arbitrarios y además no debemos olvidar que los despidos son a los 3 adscriptos sindicalizados, es decir había 5 adscriptos y despiden a los 3 sindicalizados.
Nosotros desde el 27 nos declaramos en conflicto y asamblea permanente, frente a la intransigencia patronal y el arrebato de la institución.
Nosotros en el ministerio solicitamos suspender la medida de los despidos y buscar hasta el mes de febrero una solución en conjunto frente a la problemática. Suspender las medidas y buscar una solución en conflicto.
Han habido al menos tres instancias en la que planteamos lo mismo, y la Fundación responde de la misma forma. Nosotros reiteramos que no queremos el conflicto, pero no hay ánimo de negociación. También decimos que no estamos dispuestos a aceptar “chiquitajes” y soluciones que en realidad sean el mismo perro con distinto collar.
Nosotros estamos peleando por la dignidad y el reintegro de los compañeros.
Como ya hemos dicho queremos evitar el conflicto y buscar soluciones, partiendo de suspender la medida de despidos, pero la decisión de la Fundación ha sido mantener sus medidas, por eso nosotros seguimos declarados en conflicto, atentos a cada medida y en asamblea permanente, y seguiremos peleando por esto.
Nosotros además tenemos el apoyo de muchos núcleos de otros colegios, estamos en contacto, también difundiendo el conflicto en twitter y facebook donde continuamente estamos aportando información de cómo sigue la situación.