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Red Internacional
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Monarquía. Desprecio imperialista de Felipe VI en Colombia

El monarca español acudió al país suramericano para la toma de posesión de Gustavo Petro como nuevo presidente. Durante la ceremonia, Felipe VI permaneció sentado frente al paso de la espada de Simón Bolívar.

Jaime Castán @JaimeCastanCRT

Martes 9 de agosto de 2022 13:11

Gustavo Petro comenzó su presidencia este domingo 7 de agosto frente a la presencia de varios Jefes de Estado, entre ellos Alberto Fernández de Argentina, Gabriel Boric de Chile y el Rey Felipe VI de España. El primer acto de gobierno del flamante mandatario fue pedir “a la Casa Militar traer la espada de Bolívar, una orden del mandato popular de este mandatario”, un gesto para desmarcarse de anteriores gobiernos de derechas, aunque su política vaya a caracterizarse más por las continuidades.

Sin embargo, al monarca español no le gustó este cambio de planes en la ceremonia de investidura del nuevo presidente colombiano. Cuando llegó la espada de Bolívar a la plaza que también lleva su nombre y donde se realizaba el acto, el Borbón permaneció sentado mientras el resto de asistentes se levantaban y aplaudían.

Simón Bolívar, una figura de gran importancia histórica en el contexto de las revoluciones liberales y en la lucha contra la dominación colonial en América durante el siglo XIX. Reconocida en Latinoamérica y especialmente en Colombia, Venezuela, Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia, donde lideró las campañas por la independencia frente al Imperio español.

El desprecio de Felipe VI a la espada de Bolívar en pleno 2022 es una escena cargada de simbolismo. Pone en evidencia de nuevo lo reaccionaria que es la Monarquía española, descendiente del Imperio español y, todavía hoy, al frente de los intereses de las multinacionales españolas que saquean y explotan América Latina.

Porque más allá de gestos, discursos y protocolos, lo que existe de fondo es una política imperialista del Estado español al servicio de los negocios del IBEX35, liderada actualmente por el Gobierno “progresista” de PSOE y Unidas Podemos, y con Felipe VI a la cabeza. Un Rey con toda una campaña de “lavado de imagen” desde los grandes medios y las instituciones, para tratar de que olvidemos la corrupción de su padre, Juan Carlos I, todavía hoy en Abu Dabi. Una careta de monarca “moderno” que se le cayó durante la ceremonia.

No hay que olvidar que la Monarquía en el Estado español fue restaurada por Francisco Franco y apuntalada durante la Transición y en la Constitución de 1978, como una institución que representaba las continuidades con la dictadura y un freno al proceso de cambio político y social que podía ir más allá de la simple reforma “democrática” del Régimen franquista, como se terminó imponiendo. Esa función moderadora y reaccionaria sigue hoy plenamente vigente.

Desde Unidas Podemos cuestionan la falta de decoro “progresista” del Borbón, tal vez preferirían otro perfil de monarca constitucional o incluso poder elegir un presidente, como tuiteaba estos días Pablo Iglesias. Sin embargo, el rol de Podemos o Izquierda Unida está tan lejos de enfrentar a la Monarquía, como a las propias políticas imperialistas y neoliberales del Gobierno del que forman parte junto al PSOE.

Porque el problema no es que Felipe VI no haya actuado como representante de “España”, como considera Iglesias, el problema es que la Monarquía y el Estado español que corona sirven a los intereses capitalistas y a la rapiña imperialista. De nuevo, lo central de un Estado es su contenido social, no sus elementos formales. No queremos monarquías, reaccionarias en sí mismas; pero tampoco repúblicas imperialistas, se pongan más o menos ropajes "progresistas". Por contra, defendemos una izquierda con total independencia política de gobiernos y regímenes capitalistas, una izquierda socialista y revolucionaria. ¡Hay que derribar a la Monarquía y al Régimen del 78 en su conjunto!