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Red Internacional
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DESIDIA PATRONAL EN AEROPARQUE. Después de la tormenta, la tercerización…

El pasado 28 de octubre una tormenta eléctrica hizo estragos a lo largo de toda la provincia de Buenos Aires causando innumerables destrozos. En esas condiciones estaba operando TAM, cuando a Hansy Goicoechea Saavedra se le ordenó que realizara trabajos de “asistencia y control”, y que permaneciese al pie de la aeronave bajo la tormenta donde un rayo lo terminó impactando.

Viernes 21 de noviembre de 2014 11:43

La avaricia que existe en los aeropuertos es inconmensurable, los lujos extremos contrastan con las condiciones generales en las que se encuentran los trabajadores, mucho más en el caso de los tercerizados. Esa avaricia también la expresan las aerocomerciales, tal es así que TAM debía sacar un vuelo en plena tormenta eléctrica poniendo en riesgo la vida de cientos de pasajeros y la de todos los trabajadores afectados a la operativa. El avión ya estaba presto a partir (se lo considera en vuelo un vez que cierra sus puertas) por lo que no había ninguna necesidad de que Hansy permaneciera allí más que la dictadura con la que operan estos fundamentalistas de la disciplina, autoritarios sin ningún respeto por la vida.

Inesperadamente a este trabajador un rayo le cambio la vida, la tercerización que nos despoja cada día de todo derecho y dignidad, que nos convierte en trabajadores de descarte nos expone a estas situaciones al punto de que un rayo en plena tormenta eléctrica nos arrebate el don de la vida o parte de ella. Hansy quedó tirado sobre la rampa de Aeroparque, inconsciente, y solamente sus compañeros lo asistieron. Matías Hadid, su responsable directo, brillaba por su ausencia y solamente después de que los médicos de sanidad lo increparon fuertemente se dignó en llamar a la ART. Este supervisor de corte faldero patronal ahora intenta ser un fallido comediante ya que últimamente se dedica a hacer chistes sobre lo ocurrido y trata de naturalizar el descarte de los trabajadores mientras está a la caza de cualquier signo de rebeldía, imponiendo un clima de miedo absoluto: si reclamas te despiden, si parís te despiden, si hablas…

No es casualidad que a Hansy lo hayan tirado bajo la tormenta. A Hansy lo seleccionaron porque hace sólo algunos meses despidieron a su esposa durante el período de lactancia. La despidieron porque quedó embarazada, porque dio a luz, por ser mujer, porque MSA no permite que los trabajadores tengan vida, porque sostiene que somos trabajadores de segunda y ese es su negocio. Y este maltrato generó un accionar ilegal que puso a Hansy, y valga la redundancia, en el ojo de la tormenta.

Nosotros, compañeras y compañeros de la Agrupación El Despegue, planteamos que no hay trabajadores ni de primera ni de segunda, sólo trabajadores que nos merecemos trabajar dignamente. La tercerización es sinónimo de precarización laboral, y esto no pasa sólo en los aeropuertos, donde más de 3000 trabajadores sufrimos las condiciones que imponen las patronales de Recalde y las multinacionales como LANTAM. Sabemos que este flagelo lo sufren millones como nosotros en todo el país y por eso es que no abandonamos ni por un segundo nuestra lucha por el pase a planta permanente de todos los tercerizados.