El año pasado, al principio de la pandemia, se votó una ley de servicios básicos, que busca el no corte, pero los expertos de la Universidad de Santiago de Chile, comentan que llegaríamos a 460 millones de dólares, afectando más aún a las familias trabajadoras.
Viernes 30 de abril de 2021
La ley de servicios básicos, ley que evita cortar los servicios, terminaría este miércoles, pero en la Comisión de Economía del Senado aprobaron que se aplazará hasta el 31 de diciembre del presente año.
Los expertos en el tema comentan que las deudas de los servicios básicos llegarán hasta los 460 millones de dólares. En ese sentido, desde el Senado están trabajando en propuestas para poder trabajar en conjunto con el Gobierno y las empresas de estos rubros.
Humberto Verdejo, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Usach, manifestó que “la propuesta consiste en que el 50% de esta deuda acumulada la asuma directamente el Estado mediante subsidios, y las empresas condonen también o asuman parte de la deuda total… De tal manera que el restante 50% de la deuda la paguemos entre todos los usuarios que hacemos uso de los servicios básicos”, explicó el académico.
Las empresas de distribución de energía se encuentran “preocupadas por la situación” y están exigiendo al Estado que se haga presente para que los usuarios paguemos las deudas.
Sabemos que en medio de la pandemia los bolsillos de las familias trabajadoras han sido los principales afectados por esta crisis sanitaria y económica, por falta de empleo, por las cuarentenas, donde las mayorías de las y los trabajadores hemos sacado nuestros ahorros para poder pagar otras deudas más esenciales y para poder tener un plato de comida en nuestras mesas.
Esta crisis sanitaria ya no la debemos pagar las y los trabajadores, y el pueblo pobre, es hora de nacionalizar todos los recursos naturales, como el agua, el cobre, el litio, etc., y utilizar sus riquezas para garantizas todos los derechos básicos. Que estén a bajo control de quienes las producimos, que somos las grandes mayorías y no para el 1% de la población más rica en Chile, que por lo demás, en pandemia aumentaron cerca del 74% de sus fortunas.
Pero, por otro lado, hoy estamos en medio de una huelga sanitaria, llegó la hora de poner todas nuestras demandas como pueblo trabajador, tomando el ejemplo de las y los trabajadores portuarios, que paralizaron por el retiro de las AFP o como lo están haciendo diferentes sindicatos de trabajadores para preparar esta huelga, porque nosotres queremos y podemos ir por más. Necesitamos un plan de emergencia con impuestos a las grandes fortunas para poder tener un ingreso mínimo universal de $550.000 para todos y todas, y acabar con los saqueos de los recursos naturales para poder satisfacer las necesidades básicas de la población y del pueblo trabajador.
Mia Valdivia Cerda
Auxiliar de aseo del Hospital Regional de Antofagasta, concesionaria Siglo XXI