×
×
Red Internacional
lid bot

Megaproyectos. Devastación ambiental de Tajamar: complicidad entre empresarios y gobierno

Después del ecocidio de Tajamar, Cancún, salen a la luz las complicidades que tienen las secretarías que supuestamente protegen el medio ambiente, con los empresarios y dueños de grandes capitales.

Axomalli Villanueva

Axomalli Villanueva @1quiahuitl

Martes 26 de enero de 2016

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se ha distinguido por permitir el saqueo de recursos naturales y no implementar políticas para reparar la devastación ambiental. El reciente anuncio del recorte a su presupuesto del 15% representa un ataque que será resentido por el pueblo pobre, por especies endémicas en peligro de extinción y el ambiente de conjunto, como se señala en este artículo.

Esto no es nuevo en la región costera del sur de México, el cual en su mayoría se ocupa para complejos turísticos de lujo, sólo accesibles para una minoría social que puede permitirse pagarlo.

La construcción de estos complejos es un proceso de privatización de los espacios y agudiza la brecha entre ricos y pobres. A pesar de que Cancún es el lugar que arroja mayores ganancias al sector turístico nacional, un cuarto del total de su población vive en pobreza y aproximadamente 120 mil viven en pobreza extrema.

EL 16 de enero en la madrugada, una nueva imposición de megaproyectos arrasó con gran parte del manglar de Tajamar, como denunciamos en La Izquierda Diario en esta nota.

Irregularidades y denuncias
La tala de Tajamar se dio en condiciones por demás irregulares, pues no dejaron que nadie grabara o tomara fotos, además que fue estrictamente en la noche. La zona fue amurallada y varias decenas de granaderos impidieron que activistas accedieran a la zona.

Ante este hecho, organizaciones civiles han protestado y se ha llevado a cabo una recolección de firmas contra la tala de las 57 hectáreas del manglar.

El colectivo Guardianes del Manglar Cancún denunció la complicidad entre el alcalde Paul Carrillo y autoridades del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) para devastar “el último pulmón de la ciudad; esto es un ecocidio y lo vamos a probar, tenemos fotos, video y todo. Fue un abuso”.

Este hecho es prueba de que mientras existan intereses económicos entre las autoridades y los empresarios sin escrúpulos, la seguridad ambiental es la última preocupación.

La abogada ambiental Katerine Ender Córdova declaró a La Jornada: “lo que hicieron las autoridades es ilegal, es un ecocidio, no hay ley que sustente lo que acaban de hacer, no hay nada que los avale, no hay permisos aunque digan lo contrario, porque si no, no hubieran actuado así. No los han exhibido ante la Semarnat, la PROFEPA ni en la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Ambiente, de la Procuraduría General de la República (PGR)”.

FONATUR vendió prácticamente todo el manglar
Vecinos de la zona denunciaron que anteriormente el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) vendió en cientos de millones de pesos muchos lotes del fraccionamiento Malecón Tajamar, 90% ubicados sobre el manglar, incluso con lagunas y canales superficiales donde abundan las aves, cocodrilos y otras especies.

En la zona aún se encuentran ejemplares de estas especies, entre cadáveres, los cuales representan un foco de infección. Apenas este lunes se llevarán las acciones “oficiales” para rescatar a la fauna sobreviviente. Esto después de la brutalidad que se demostró al llevar a cabo la tala del manglar.

De hecho, quedó registrado que la maquinaria pesada enterró vivos a cocodrilos y literalmente aplastó a especímenes de aves residentes del lugar.

Los funcionarios de Fonatur alegan que tienen todos los permisos en regla, otorgados durante el gobierno de Felipe Calderón, y que no dar continuidad al emprendimiento tendrá un costo millonario… claro, para sus negocios y así la promesa segura de incrementar sus fortunas personales puede tambalear.

Ante esta situación, el periodista Pedro Canché señaló para el portal de noticias Sin embargo que: “Roberto Borge, el gobernador de Quintana Roo [de filiación priista], es un ecocida (…) Hay una doble moral del gobierno federal: por un lado castiga a los pobres, se va contra todos los pobres y a los ricos les ofrece apoyo legal y la fuerza militar y policiaca para que desbaraten el manglar. Esta doble moral de Peña Nieto y de Borge los hace cobardes porque se meten con la gente pobre y ahora se están metiendo con los defensores del manglar.”

Los complejos turísticos se han caracterizado por su carácter depredador con la vida silvestre aún cuando se ha demostrado que la devastación de los manglares no sólo contribuye a que los huracanes impacten de manera cada vez más catastrófica, como en el caso de Wilma en el 2005, sino que además su pérdida implica una disminución radical de captación de agua dulce.

De acuerdo con la FAO, en las últimas dos décadas más de 35% los manglares se han perdido en gran parte por su tala indiscriminada. Sin embargo, la destrucción de este bosque con fines inmobiliarios ha sido una de las mayores causas de su extinción en México.

Una grave consecuencia de la destrucción de manglares son las inundaciones que golpean con mayor fuerza en estas zonas afectando, de sobremanera, a las clases populares.

Esto es producto de lo que el capitalismo salvaje causa a la biosfera y a las clases populares. Para los empresarios, el objetivo es la acumulación de millones, sin importar la devastación, los seres vivos y los seres humanos que sean sacrificados en el altar del gran capital.