Desde 2011 cada 30 de agosto se conmemora esta fecha que visibiliza las desapariciones de personas por motivos políticos. Un acto que ya no sólo se relaciona con dictaduras militares.
Miércoles 30 de agosto de 2017
En diciembre de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas “expresó su preocupación, […] por el aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del mundo, como los arrestos, las detenciones y los secuestros […] y por el creciente número de denuncias de actos de hostigamiento, maltrato e intimidación padecidos por testigos de desapariciones o familiares de personas que han desaparecido.”
Es así que la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas (firmada por 96 países y ratificada por 57), declara el 30 de agosto como el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que comenzó a celebrarse en 2011.
¿Para qué sirven los días internacionales?
Para la Asamblea General de Naciones Unidas (UN por sus siglas en inglés) este y otros días internacionales son creados para “ sensibilizar, concienciar, llamar la atención, señalar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las sociedades para que, […] los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas o para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes.” También se usan para destacar las mayores preocupaciones de los Estados miembros sobre algún asunto en específico y que UN pueda marcar un camino hacia la resolución de estos problemas, a través de medidas que los Estados deberían adoptar.
Además, sirven para medir el interés que un asunto despierta en cada región, por ejemplo en América Latina los que más atraen la atención son el día internacional de la mujer (8 marzo), del agua (22 marzo) y de los derechos humanos (10 diciembre). Esto nos habla de las principales problemáticas que enfrentamos.
La realidad es que son verdaderos actos de hipocresía para mejorar la imagen de Estados y gobiernos. Desaparecidos, múltiples expresiones de la opresión sobre las mujeres, crisis del agua, hay todos los días gracias a las políticas represivas, patriarcales y destructoras del medio ambiente que despliegan los distintos gobiernos bajo el capitalismo.
Desaparición Forzada
La desaparición forzada es la privación de la libertad de una o más personas, cometido por un funcionario público que utiliza el ejercicio de su cargo para llevar a cabo la privación ilegal de la libertad o que utilizan a otros (no necesariamente funcionarios públicos) para cometer la privación ilegal de la libertad. La desaparición forzada no requiere necesariamente la privación de la vida.
En Siria han desaparecido 75 mil personas entre 2011 y 2016, según datos de la Red Siria de Derechos Humanos; para junio de este año la cifra aumentó a 78 mil 157.
A pesar de que en materia legal hay muchos avances para visibilizar este delito de lesa humanidad, parece una burla pedir a los gobiernos que sean sensibles al terror que viven las víctimas, las familias y el pueblo en general. Cuando son ellos mismos los que orquestan las desapariciones.
En Argentina por ejemplo, el gobierno de Macri se ha negado a dar cualquier información que apunte a encontrar a Santiago, desaparecido hace casi un mes a manos de la gendarmería.
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El gobierno de España ha cerrado los archivos de los desaparecidos durante el franquismo y la guerra civil.
El caso México
En México, no hay una cifra exacta de desaparecidos. Hay datos de al menos 10 fuentes distintas, oficiales y no oficiales, aún así ninguna permite identificar incidencia y patrones de este delito, 11 estados ni siquiera cuentan a nivel local los desaparecidos.
Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hay un registro de 26 mil 25 personas desaparecidas en todo el país, se tiene el detalle de 4 mil 931 personas como posibles víctimas de desaparición forzada. La CNDH dice que sería demasiado “complejo y costoso” poder clasificar cuántos de esos veinte mil casos son desapariciones forzadas.
El gobierno de México se ha negado por décadas a revelar qué pasó con los desaparecidos de 1968 (no sólo los del 2 de octubre); los desaparecidos durante la guerra sucia en la década de 1970; miles de personas que se rebelan contra el gobierno mexicano y sus planes han desaparecido, como el caso de los normalistas de Ayotzinapa, donde además se orquestó desde el gobierno federal una MENTIRA HISTÓRICA que garantiza la impunidad.
A estos casos hay que sumarles las torturas que sufren muchas personas que son detenidas por protestar contra el gobierno.
Se cierran los archivos, se ataca a los periodistas, a los campesinos, trabajadores, mujeres, estudiantes, defensores de derechos humanos y defensores de defensores de derechos humanos. Los gobiernos “insensibles” garantizan la desaparición y la impunidad.
La verdad y la justicia no vendrán desde arriba. Los de abajo, los que salimos por miles a las calles buscando a nuestros desaparecidos no necesitamos sensibilización