El 25 de abril se conmemora el Día Mundial del Paludismo, instituido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2007.
Gabriela Flores Estudiante de Enfermería en la UNAM
Miércoles 25 de abril de 2018
El paludismo o malaria es una enfermedad causada por parásitos que se transmiten al ser humano a través de la picadura de mosquitos del género Plasmodium.
Estos parásitos infectan los glóbulos rojos de la sangre o eritrocitos, y pueden producir anemia e inflamación del hígado y el bazo. Si no se trata a tiempo, pueden afectar otros órganos y en algunos casos provocar la muerte.
Los síntomas aparecen a los 7 días o más de la picadura, pueden incluir fiebre, escalofrío, dolor de cabeza, de cuerpo, muscular, náuseas y ocasionalmente vómito. El diagnóstico de esta enfermedad se realiza analizando una muestra de sangre.
Si bien desde el año 2000 la tasa de mortalidad por paludismo ha disminuido en más de 25% a nivel mundial, según la OMS, durante 2010 se produjeron cerca de 219 millones de casos -con un margen de incertidumbre de entre 154 millones y 289 millones- que ocasionaron el fallecimiento de aproximadamente 660 mil personas -con un margen de incertidumbre de entre 490 mil y 836 mil-.
En México el paludismo por Plasmodium falciparum ha sido eliminado, mientras que P. vivax continúa produciendo la enfermedad en algunos lugares de Oaxaca, Chiapas y Sinaloa.
De acuerdo con la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, en 2011 se presentaron 714 casos de paludismo por Plasmodium vivax (411 hombres y 303 mujeres), y fue el grupo de 25 a 44 años de edad el más afectado con 165 casos.
En 1995, se detectaron en Europa 90.712 casos de paludismo. Dos décadas después, esta cifra se ha reducido a cero, lo que ha llevado a los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a afirmar que el Viejo Continente es el primero en el que se ha erradicado este mal.
Como contraparte, las zonas de mayor riesgo de paludismo son América Central y del Sur, Haití, República Dominicana, África, Asia del Sur, el Sudeste de Asia, Medio Oriente y Oceanía. No es casual si consideramos que son países tercermundistas, en donde no existen las condiciones materiales y sanitarias para poder enfrentar el problema.
La raíz del paludismo
Por otra parte las acciones propuestas por la OMS para erradicar esta enfermedad consisten en mosquiteros impregnados de insecticida distribuidos gratuitamente a la población, fumigación de interiores de acción residual, cuya duración va de 3-6 meses, así como los medicamentos antipalúdicos.
Las medidas tomadas por la OMS para erradicar esta enfermedad son insuficientes, pues están orientadas a eliminar el mosquito que transmite la enfermedad.
Las condiciones ideales para que este mosquito prolifere son la humedad y el calor propio de climas tropicales, pero mientras más deficientes son las condiciones higiénicas mayor es el riesgo de que aparezca, por ello en nuestro país hay casos en Chiapas y Oaxaca pero no en Baja California y Cancún aunque comparten características del clima.
Si bien estas son medidas necesarias en los lugares de riesgo, no atacan el problema de raíz. La combinación de factores como humedad, calor y deficiencias higiénicas derivadas de la pobreza, determinan la aparición de este mosquito, el riesgo de que se presente esta enfermedad no va a disminuir mientras las condiciones económicas y sociales de las poblaciones donde se presenta no se modifiquen.
El nivel de vida de estas zonas está determinado por el poco interés que estos lugares despiertan en los empresarios o el gobierno, pues son zonas poco “rentables” y por ello las condiciones en las que viven no son importantes.
Por esto, es necesario que los medios de producción capaces de elevar el nivel de vida, mejorar los servicios y la infraestructura estén orientados a cubrir las necesidades de las mayorías que viven en condiciones de miseria, en lugar de estar al servicio de los intereses privados.