Este jueves, víspera de la apertura de las Olimpiadas, será tratado por la comisión especial del Senado el informe que recomienda la destitución de Dilma Rousseff. El golpismo busca acelerar el juicio.
Jueves 4 de agosto de 2016 11:40
El viernes comienzan las Olimpiadas en Rio de Janeiro. La expectativa es que hasta su cierre, el 21 de agosto, haya una tregua en las disputas políticas en Brasilia. Mientras tanto, los articuladores golpistas han trabajado para el adelanto del juicio del impeachment en el Senado, fijado por el presidente de la Corte Suprema (STF) Ricardo Lewandowski para el 29. La propuesta que el trio del PMDB, Romero Jucá, Renan Calheiros y Michel Temer acordaron el miércoles y anunció el presidente del Senado es que juicio comience el 26 con el objetivo de que esté cerrado en agosto. Según la previsión inicial de Lewandowski, que presidirá el juicio, la duración sería de una semana.
El propósito de Jucá
En el intento de explicar y enfatizar su apuro, Jucá llegó a decir que “todos trabajan el fin de semana, por qué el Senado no puede?”. Sin duda el Senado podría funcionar los fines de semana, en un régimen que discutiese propuestas reales para los grandes problemas del país, como el empleo, la educación o la salud. ¿Por qué eso nunca fue cuestionado antes? Lewandowski, sin embargo, dijo en una reunión con el presidente de la comisióne special del impeachment en el Senado, Raimundo Lira (PMDB) que no pretende programar sesiones para el sábado y domingo, porque eso sería una intromisión en el proceso, ya que el Senado no trabaja esos días.
El propósito de Jucá es tal que llegó a decir que “No voy a aceptar eso, voy a hacer lío! ¿Con quién arregló esto Lewandowski? El no es senador. La decisión no es suya, es de los senadores. Tenemos una reunión con él el miércoles y espero que los líderes tengan el coraje de decirle eso, como lo estoy diciendo yo. Este e el primer golpe en cuotas de la Historia, es el golpe Casas Bahia [un comercio minorista], a cada mes una cuota de golpe”.
Doble vara
Todavía argumentando sobre el adelanto, Jucá dijo también que “No da para que el presidente del país llegue a una reunión del G-20 como interino. Eso le hace mal al país”, refiriéndose a la reunión programada para principio de septiembre en China. Ese comentario aliado a laindicación de Temer de que no iría al G-20 si el juicio no estuviese concluido desnudan como los propios articuladores del solpe sienen la presión internacional sobre la situación mal resuelta, la falta de legitimidad del gobierno.
Si es verdad que “le hace mal al país” que Temer vaya como interino al G-20, como dijo Jucá, ¿por qué la condición de interino lo le impide aplicar las medidas que tranformarán en historia los derechos laborales del convenio colectivo de trabajo (CLT)? La completa falta de legitimidad del gobierno para presentarse en compromisos internacionales, lo que se expresa también en la bajísima presencia de líderes del G-20 en la ceremonia de apertura de las Olimpiadas, ¿no debería también impedir que el mismo gobierno, interino, se embarque en la aplicación de reformas legislativas tan profundas y de graves consecuencias para el país?
Eduardo Cunha, ¿hombre-bomba?
La realidad es que, además de la completa falta de coherencia de los comentarios de Jucá, otro factor político importante puede traer más inestabilidad al frágil gobierno de Temer hasta el final de agosto. Se trata de una posible delación premiada [testimonio con beneficios de “arrepentido”] del principal impulsor del impeachment de Dilma e imputado en esquemas de corrupción, el expresidente de Diputados Eduardo Cunha (PMDB), en caso que la impugnación de su mandato sea confirmado por el plenario de la cámara baja.
El actual presidente de la Cámara, Rodrigo Maia (DEM), luego de ser presionado para la lectura del informe que pide la impugnación del mandato de Cunha, dijo que “La lectura será el lunes y vamos a organizar una fecha en que el plenario esté lleno para realizar la votación”. Hay noticias de que Eduardo Cunha está recolectando información sobre la financiación de campañas y ya tendría una “pila” de documentos que indican distribución de cargos y préstamos. La información sobre su ayuda a los muchos aliados que tuvo durante los últimos años causa miedo a Temer, naturalmente, pues eran viejos aliados.
El informe
A pesar de la indefinición sobre el cronograma del juicio, este martes el senador informante de la comisión especial del impeachment, Antonio Anastasia (PSDB) dio comienzo a su lectura del documento de más de 400 páginas. La propuesta es que sea votado el próximo martes (9). En el informe, la bicicleta fiscal fue definida como “atentado a la constitución”, sea por acción directa o por omisión, señalando la aceptación de la acusación y seguimiento del proceso, como era esperado.
Sin embargo, son llamativas ciertas perlas de ironía pronunciadas por Anastasia, como los elogios al poder legislativo, que sería “la caja de resonancia de la sociedad”, su “representante mayor”, mientras el mismo poder legislativo hace tiempo está profundamente cuestionado, con varios imputados por la misma operación Lava Jato –basta recordar que hace menos de dos meses se filtro el pedido de prisión a los dos presidentes del legislativo, Eduardo Cunha, actualmente alejado de Diputados, y Renan Calheiros, presidente del Senado.
¿Por qué los golpistas presionan por menos de una semana para la votación?
A pesar de que alegan que el apuro en la votación está relacionada con el G20, para cerrar luego acuerdos de comercio internacional, temiendo mayores geopolíticas. Después del Brexit, un posible aunque no tan probable triunfo de Trump en Estados Unidos podría cambiar toda la configuración del comercio exterior.
Además de eso, es probable que los golpistas estén preocupados con el quorum de la votación del impeachment, una vez que muchos senadores se ausentarán en el mes de septiembre para la campaña electoral. De ahí el apuro.
El hecho es que el rechazo al gobierno de Temer es demasiado alto y los principales ataques que debe implementar todavía no fueron aplicados. La presión para eso ha crecido diariamente y el gobierno sabe que resolver la cuestión del impeachment es vital para eso. Si dependiese del PT, la lucha contra la consolidación de este golpe institucional no pasará de discursos.